Todo iba bien, solíamos ir juntos a fiestas, sanas por supuesto. A Lia no le gustaba el escandalo ni nada que llame mucho la atención, a pesar de que ella era una ¡bomba! Si amigos, era imposible no fijarse en esa mujer, no tenía el cuerpazo que todo hombre, incluyendome a mi, hasta el día en que la conocí, quisiera tener. Pero su personalidad acababa con todo a su paso.
Los días soleados despúes del colegio, salíamos a caminar al parque con Itzel, aveces Cami nos acompañaba, el pelo de Lia crecía muy bien, estaba otra vez tomando ese ondulado que me encantaba y me encanta hasta hoy.
Camila e Israel terminaron por esos meses tambien, tal como Hande había dicho: Si se entendía con Isra.
A Camila le dolió mucho, si no hubiera sido porque Lia lo impidió Camila habría dejado sin cabellos a Hande.
Cami fue muy fuerte, a pesar de que Isra la engañó ella no dejo el voluntariado, al contrario, se centró más en el, colaboraba más de lo que antes hacía antes.
Una de las tantas tardes en la que caminabamos los tres, surgió una conversación muy extraña entre Lia y yo, algo que no venía al caso, sin embargo ahi estabamos, sentados en la banqueta hablando de ese tema.-¿Sabes Emir?- preguntó Lia mientras se limpiaba la crema de helado que tenía en sus manos. -Yo no te perdonaría una infidelidad, yo te dejo, no lo dudaré-
-No digas eso, cuando tu y yo nos casemos, no te seré infiel
-¿Quiere decir que cuando seamos novios si?- dijo ella fulminandome con la mirada y pegandome en el brazo, su especialidad.
-No- reí. -Con lo que me ha costado que me mires Lia, jamás lo haré.-
Ella asintió, aunque no parecía tan segura.
-¿Puedo confiar en ti Emir?- volvió a preguntar, esta vez había bajado la guardia.
-Pero que pregunta es esa mi amor- solté sin pensar, y la tome por el menton haciendo que me miré.
-No me llames amor- respondió ella, soltandose de mi agarre. Estaba lista para atacar.
-No te fallaré Lia, ya no vivo por mi, si no que para ti, me duele que me preguntes eso ¿debo esforzarme más? Si es eso dimelo, yo lo hago, pero por favor creeme.
-Esta bien, solo porque parece que ya vas a llorar- respondió ella, colocando en sus labios esa sonrisa que me ponía de cabeza.
-¿Estás lista princesa?- pregunté.
-No lo sé Emir, ha pasado poco tiempo desde que Le..
-¡Callate! No lo menciones- la interrumpi. Si dejaba que el nombre de ese tipo aflore, seguramente perdería la oportunidad que estaba teniendo con ella.
-Lo siento
-¿Quieres ser mi novia?
-Si quiero Emir, esta vez no daré más vueltas.
Dijo que si. ¡Por Dios! Dijo que si.
Me estaba transformando la vida. No se como me vería de padre, lo que si se es que nos ibamos a casar. Hace tiempo que estaba rogandole a Dios por esto, realmente me enamoré de ella.No se como explicar esta maravillosa sensación, desde que vi su sonrisa supe que me quería quedar a vivir allí. En esos labios que no eran rojos o gruesa, eran solo sus labios.
Estaba dispuesto a jugarme el todo por el todo, por aquella chica a la que llamaba una "simple" madre soltera. Por esa mujer que venció el cancer, por aquella que jamás se rindió. Nadie en su sano juicio dejaría ir a una mujer asi.Despues de que nos graduamos, Lia siguió estudiando, yo igual. Fue muy duro acoplarnos, Itzel tenía que compartir a su madre conmigo, a sus 4 años entendía muy bien lo que pasaba entre su madre y yo.
Cuando no eramos amigos, Itzel me quería más. Claro que no besaba a su madre ni de broma. Pero esa lucha estaba dispuesta a ganarla, Lia y yo nos casariamos, estaba seguro de querer compartir mi vida a lado de una mujer como ella.
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Eterna.
Short StoryVa más allá de cualquier cosa, si la vida me pedía, mi vida misma se la daba. Con solo ver sus ojos, decidí entregarle mi vida. Si, era la nueva del salón, pero ¡joder! La estaba esperando. Fue la primera mujer ajena a mi madre, que tras sonreir pro...