Eterna.

Lia

-¿Como te sientes?

-Bien mami, pero aún veo borroso. No se lo que pasó mamá estaba sentada y al pararme de pronto...

-Shhh shhh, se lo que pasó- Soltó mi madre. Tus amigas me lo contaron todo. Tu padre esta abajo, subirá a verte ahora, luego tus hermanos, tranquila cierra los ojos descansa nada más.

Que rayos me pasó, hace un minuto estaba riendo con mis amigas y ahora estaba con suero en una clínica.

-Hola Lia-

-Hola Levent- dije y voltié avergonzada mi cara en dirección a la grande ventana que daba a la ciudad.

-Seré directo, estas grave Lia, esta noche te haremos una operación, sacaremos tu apéndice, es eso lo que te esta causando dolores y desmayos.

-¿Qué? Claro que no Levent, no me operaran hoy, ni mañana, el ciclo esta por acabar, y recien acabo de entrar, voy a perder el año. Ni hablar.

-¿Acaso quieres seguir desmayandote de dolor? Me espetó muy enojado

-No Levent, pero dije que no, yo soy mayor de edad y puedo decidir

-¿Cómo? Te voy a operar, acabas de cumplir apenas 19 años Lia, no quiero que te mueras, por Dios.

¿Que es lo que habia dicho? Cumplir 19 años.
No puede ser posible, tenía 3 dias en coma y estando inconsiente cumplí años.

--Porfavor, entiende, es lo mejor para ti. He vigilado tu comportamiento durante tres dias, se te reventó la apéndice Lia, pudiste haber muerto aquel día en el colegio.

Colegio, rayos, seguramente Camila y Lunita estaban preocupadas, tres dias sin ir al colegio.

-Yo..yo no lo sé tengo miedo Levent- Confesé con la voz temblando y apunto de llorar.

-Voy a cuidarte Lia, esto será muy sencillo si pones de tu parte- Dijo el mientras me acomodaba el cabellos atrás de la oreja y me acariciaba mi frente y mis manos.

No se en que pensar, en que me iban a operar o que el guapo doctor me estaba tocando. Sin duda Levent volvía loca a cualquier mujer: Doctor, 22 años, soltero y guapisimo. Si que había que pensarselo para negarle algo.

-Estoy en tus manos entonces.

El salió con una sonrisa victoriosa, no sin antes posar sus labios en mi frente. Su beso me dejó pensando todas las horas anteriores a la operacion.

-Te extraño mucho
Quiero que estes bien Lia
Se que vas a despertar ¡maldita sea! Quiero verte
No te puedes morir princesa, no puedes dejar a Itzel sola
Te queda mucho por vivir Lia, hace un par de meses que te conozco y estoy enamorado de ti, tienes que saberlo no puedes morir
!Lia! Por Dios despierta, ya mas de dos días y parece que no te importa ¿quieres matarme verdad? Lia, despierta porfavor.
Tu me gustas preciosa, te prometo que si despiertas, lo vas a saber, voy a tomarte la mano para jamas soltarte.

Mi whataspp estaba copado de mil mensajes de Emir, quise llorar cuando los leí, mi celular permaneció todo el tiempo en el buró de mi habitación, según mi hermana para que escuché los mensajes y me levante a responderlos. ¡Que ingeniosa!

-Hace pocas horas desperte, ven a verme

A penas y pasarón 20 minutos y tenia a Emir parado frente a mi, besandome las manos.

-Sabía que no nos dejarias Lia, tu hija y yo te necesitamos

-Quiero verla Emir

-Esta abajo con tu madre, pero está dormida

Me ayudó a ponerme de pie y a llegar hasta la ventana. Vi a mi hija, sentí ganas de arrancarme todos esos aparatos que llevaba conectados para ir corriendo abrazarla y besarla. Se aproximaba la hora de ingresar al quirofano así que despues de charlar un rato con Emir, me prepararon y me llevaron hasta ese lugar lleno de pinzas, alcohol, y lamparas.
Lo último que sé es que esa operación me devastó, casi nada podía hacer, Levent había decidido por mi.