-¿Que hay, vierón a Lia?- Pregunté sin saludar, la cabeza me estaba dando vueltas.
-No Emir, pensé que la traías tu, Ana y Hande tampoco están- Exclamó Camila poniendose de pie.
Lia no era una chica violenta que podía defenderse sola, es decir era muy pacificadora, si esas dos le buscanban pelea lo más seguro es que Lia terminé aceptando ser su esclava. Lia no era vulgar, era una mujer educada y muy tranquila. ¿Ya se los dije verdad?. En ocasiones ella me dijo que se podia defender sola y que aunque pelear no era lo suyo, si sabía dar uno que otro golpe. Pero no ahora, Lia estaba débil.
Un grupo de alrededor de 10 personas salimos en busca de ella, faltaba muy poco para que toque la sirena de entrada así que teniamos que encontrarla lo más antes posible.
Cada cual cojió su rumbo, yo le pregunté a todo niño y niña que vi en el patio, a la señora del bar y a un par de licenciados.
¡Joder! Mi colegio es pequeño donde puede estar, ¿ellas la tienen? ¿o fue que no vino? ¿esta con Levent? Y yo aquí de gran tonto asustado.
Pense mil cosas, pero seguí preguntando.-¡Emir, Josue! !Cami! !Jordan! ¡Luna! Alguien que venga por Dios, encontre esto en la cancha, es de Lia, estoy segura- Gritó Alison, mientras nos enseñaba el lazo azul que le regalé a Lia, tiempo atrás.
-El bañó- Exclamó Steven
-Corre Emir, corre- Suplicó Nelly
Todos salimos en dirección al baño masculino de la parte trasera del colegio, todo fue muy rápido.
-Ahi esta Hande- afirmó Lunita
Esta a su vez, intentó escaparse pero no se que en momento Malena se adelantó y ya la sostenía por el pelo.
Ana salió e intentó hacer lo mismo pero Cami la agarro por el brazó y la metió al baño de nuevo.Fue ahi cuando entramos los hombre y la vimos tirada en el suelo, con las manos en la cara y llorando. Ya pueden imaginarase lo que esa esena provocó en nosotros ¡Maldición! Porque esas dos no eran hombres.
Lia estaba aterrada, abrió los ojos, miró a Steven y se puso de rodillas para que el la tomé en sus brazos.
Saltó como una niña asustada a sus brazos, el, a su vez la alzó, y la beso en la frente, mientras le repetia: Ya estamos aquí, tranquila ya pasó.Me tranquilicé a verlos juntos, por algún motivo dejarla en manos de Steven me daba confianza. La compartiría hermanamente solo con el, puesto que si me oponía mi chica me mataría.
Me dirijí hacía las dos mujeres que estaban rodeadas por Cami, Dayra, Lu, Lucía, Nelly, Alison. Jordan y Josue vigilaban que nadie se acerque.
-Te lo dije maldita, te dije que si tocabas a Lia te iba a ir muy mal, vamos levantate, ponte al tiro conmigo, yo puedo atenderte, vamos Hande, parate- decía Male mientras en el piso la golpeba como si no hubiera un mañana
-¿Que pensaste Anita, que el malo es el que triunfa? No Ana, no. Te lo advertí, te dije que a Lia ni la mires- Repetía Cami, con la voz que le temblaba de la rabia. Camila estaba soteniendo a Ana por el pelo y clavandola una y otra vez en el innodoro e insultandola.
Acto al que Malena se unió, Nelly junto con Lucía consiguieron un piola, entre todas las amarrarón.
Por su parte Lunita se sacó la blusa de tirantes que traía puesta la rompió en dos y amarró respectivamente la boca de las dos arpía como ellas les llamaban.
Mis amigos y yo nos limitamos a solo ver la esena, Daniel sonreía divertido al ver a Male queriendo matar a Hande. No quisimos meternos, no queriamos acabar como esas dos chicas.
-Espero que les quede claro- Inquirió Dayra mientras las agarraba del pelo al mismo tiempo. -Agradezcan que tenemos que ir a clases, porque voy hacerles tragar toda el agua del baño-
Eso fue lo último que Dayra diji y se fue, todos la seguimos pero Lia no podia caminar, no dejaba de llorar.-Princesa, ¿que tienes?- preguntó Steven
Lia bajó la mirada a su herida y ahi estaba.. sangrando, esas dos la habian lastimado, habían hecho que su herida sangre.
Por un momento pense que fue mucho lo que Male y Cami les hicieron pero al ver a mi razón de ser en esa situación me hizo desear Dayra vuelva y cumpla su palabra.
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Eterna.
Short StoryVa más allá de cualquier cosa, si la vida me pedía, mi vida misma se la daba. Con solo ver sus ojos, decidí entregarle mi vida. Si, era la nueva del salón, pero ¡joder! La estaba esperando. Fue la primera mujer ajena a mi madre, que tras sonreir pro...