Abrazame... ¿Eso dijo verdad amigos?
Esa mujer queria matarme ¡madre mía! Iba a casarse y queria un abrazo mio.
-Yo no amo a Levent, yo no se porque acepté- Exclamó ella, como si con eso me iba animar.
Sin embargo fue eso lo que basto para que me volteara para verla, para ver esa mirada tan profunda que me volvía loco. Fijé mis ojos en los suyos y me acerqué, esta vez fue distinto, ya no estaba nervioso, la sensación que tuve es indescriptible.
-No te cases, Lia, yo se que estamos jovenes, se que aun no acabamos el colegio, pero te juro que me voy a quedar contigo
-Yo.. yo .. yo no se que hacer
Parecía confundida, y un gesto de arrepentimiento empezaba a invadir su cara toda preciosa
-Mirame, mirame hermosa- le dije agarrando su mochila y dejandola en el piso. Ella se opuso, como lo hacía de costumbre, si amigos, mi chica era experta en desobedecerme.
-El te curó porque para eso estudió, es su deber hacerlo, su vocación es sanar personas- afirmé
-No me voy a casar por eso, me deje llevar por la emoción, cuando me pidió matrimonio tambien me contó que había ganado la batalla
-Lo ves, no lo amas. No lo hagas, no te cases, te falta mucho por vivir, vivamoslo juntos porfavor
-Tengo que irme, lo siento, siento mucho hacerte pasar por este momento, perdón- respondió ella tomando su mochila y encaminandose a lado opuesto del lugar.
-No te vayas- repuse.
Pero fue en vano, ella se fue sin mirar atrás. Sentí deseos de seguirla, pero algo en mi me advertía que le de tiempo.
-No la dejes, lucha Emir, ya te ví casado con ella y con mil hijos, ella no ama a su doctor, ella no va a ser feliz, no te des por vencido. Lo único que ella siente por Karaesky es agradecimiento, el no la hará feliz- Me dijo Hande, que había observado la esena.
-Gracias
-Emir, solo falta un año, un año y saldrás de aqui, ella tambien lo hará, irán juntos a la universidad, seran un amor como el de los libros, juntos desde jovenes y hasta viejitos- soltó finalmente la arpía de Hande
-Gracias Hande, ¿pero porque me dices esto? Tú la mujer que más odia a Lia, la misma que varias veces quiso matarla por poco
-No la odio, la envidio, a pesar de ser madre soltera es una chica sensacional.
-Nos vemos luego.
La cabeza no dejaba de darme vueltas, estaba como loco pensando que hacer para hacer que Lia se enamore de mi como supuestamente estaba enamorada de Levent.
El joven y apuesto doctor de 22 años y con un bello auto apareció para desgraciar mi vida.
Preferí pensar eso a pensar lo injusta que había sido la vida conmigo y con Lia, esa maldita enfermedad la llevo a esos extremos.
Esa tarde lloré por mi y lloré por ella, por la grandiosa pareja de colegio que pudimos llegar a ser, lloré por el dia en que Lia aceptó comer conmigo, lloré por las veces en que le acaricié su precioso cabello castaño, lloré por todo, lloré por no haberla conocido cuatro o cinco años mas tarde, años en los que estaría en las mismas condiciones que el doctor Karaesky.
Fue muy dificil asimilar la idea pero al pasar las horas y tras llorar demasiado entendí que las cosas pasan por algo, que nada es como queremos, no podemos nadar contra la corriente.
Si amigos, pensé en eso, pero ¿adivinen qué? Yo si, como digo Hande: El no la hará feliz.
Justo cuando pensé que me enamoraría en la universidad, apareció ella y me volcó el mundo.
Esa particularidad al hablar, ese oscuro brillo en los ojos al estar enojada, esa dulce manía de tirarse el pelo hacía atrás, el tono de su piel, el olor de cabello, o aún de su cuerpo, no a lociones ni a perfumes, a Lía, su olor era natural, y para mi verla sonreir era la sensación más pasional de mi vida.
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Eterna.
Short StoryVa más allá de cualquier cosa, si la vida me pedía, mi vida misma se la daba. Con solo ver sus ojos, decidí entregarle mi vida. Si, era la nueva del salón, pero ¡joder! La estaba esperando. Fue la primera mujer ajena a mi madre, que tras sonreir pro...