Ya pronto sería un año desde que pasó lo que pasó conmigo. Cumplí 20 años.
Levent cambió, últimamente estaba distante conmigo y solo se fijaba en mi hija.
Solíamos discutir de vez en cuando, el apagaba su auto y nos bajamos a seguir con la pelea.
Alegaba que Steven se interesaba por mi, que Lu era una chismosa y que Cami no me convenía.
-Camila es una mala compañía, entiendelo, su novio Israel le es infiel, tarde o temprano ella hará lo mismo y talves tu me hagas lo mismo- afirmó Levent
Yo me quede parada, sin saber que decir, la actitud que tomo el último mes me tenía confundida. ¿Así iba a ser de ahora en adelante?
-No digas eso, ella es buena
-No lo es, ahora que vas a ser mi esposa, yo voy a decidir lo mejor para ti
-¿Bromeas verdad?
-No lo hago, es la verdad. Acostumbrate.
No iba a acostumbrarme a algo así. Mis dudas cada día crecían más, pero eso era algo que me guardaba para mi, frente a la gente simulabamos ser la pareja más feliz del mundo. Frente a la gente nos tratabamos distinto y esa locura me estaba sacando de mis cabales. ¿cómo podía alguien ser tan falso? Levent estaba mostrandome el lado malo de el, ese lado que no me agradaba para nada.
Ya me había insinuado varias veces que al baile de graduación no podia asistir sin el, pues según el, todos los hombres me harían platicas y yo terminaria engañandolo.
-Mamá, ¿podemos hablar?
-Si hija, ven, mira te gusta este vestido- dijo señalando una foto de una revista de moda
-Es sobre otra cosa.
Mi madre soltó las revistas y me miró fijamente a lo que tenía que decirle.
-No me quiero casar
-Reaccionaste hija, lo sabía- respondió ella muy feliz. -Sara, Sara, tu hermana recapacitó y no se casará con tu jefe, ven aquí Sara- sigió gritando
-El cambió, no fue capaz de mantener su promesa durante estos meses.- exclamé un poco cansada
-No tienes que decir nada hija, estoy al tanto de todo
-Yo mamá, la verdad..
-Tranquila, yo me di cuenta de todo lo que pasaba, mañana mismo iremos a su departamento le entregaremos su anillo y romperemos el compromiso.
Eso me alivió mucho, mi madre siempre dijo que Levent servía como médico pero no como esposo.
Fue un momento terrible, todo lo contrario a los primeros dias, romoer el compromiso con Levent no me afecto mucho, yo lo único que sentía por el era agradecimiento como bien decian todos.
Los primeros días me buscó en todas partes, se volvió mi sombra, no me dejaba sola, pero Steven núnca me dejó, siempre me seguía para asegurarse de que mi doctor no me haga daño ni con miradas.
Despues de la etapa que normalmente llamamos aceptación por fin Levent me dejó. La última vez que hablamos dijo que sería felíz, dijo muchas cosas más, cosas que no quisiera recordar ahora.
Pero en ningún momento me amenazó ni nada, tuvimos nuestra discución antes de terminar, pero hasta el final el me afirmó que yo era el sueño de todo hombre, se ofreció ayudarme en todo lo que a mi salud respecte.
Fue caballero hasta el último minuto, puedo decir que hasta quedamos como amigos, pues solíamos hablar, como si nada.
En ese día le agradecí mucho a Dios por hacer de mi una persona madura, y de Levent un hombre correcto. Rompimos nuestro compromiso de una manera limpia, no como en las novelas de dramas, que hay suicidios y amenazas de muerte.
-Haber dejame ver si entendí. Levent y tú ya no se llevaban bien, ¿ok? Y decidieron terminar ¿ok? Y ya. ¿todo bien? Si así es la vida adulta no quiero crecer Lia- me dijo Cami muy confundida. -Casi un año de compromiso para nada, ¿porque no te trato bien te separas y ya? Dame tu receta Lia por Dios- concluyó
-Yo núnca terminé de enamorarme de Levent, siempre fuimos asi, salidas, abrazos, invitaciones a comer, nuestra relación más bien una etapa de conocimiento, nos adelantamos al querer casarnos, no se en que pensamos.
-Me alegro tanto, amiga, deseo que encuentres al hombre correcto
-Asi será Cami, yo estoy, no hubo mayores daños y eso me hace sentir aún mejor.
Si lo pensamos bien, mi repentina reacción ante la propuesta del doctor fue solo por inercia, yo no estaba enamorada de el, ni de nadie, solo me dejé llevar por la emoción del momento, pero que bien que la pasamos.
Esas conversaciones que tuvimos hasta el amanecer, las veces que fuimos en su auto a la playa, cuando fuimos al shopping por juguetes para Itzel, solíamos hacer picnis entre los tres cuando por los domingos el no tenía citas en su consultorio, fuimos un par de veces a Vilcabamba a casa de sus padres, y ellos fueron muy amables, sin duda alguna Levent me dejó marcada la vida, y no huella para mal, si no más bien me enseñó lo bonito de la vida, con el doctor aprendí que si se puede ser feliz, mi ternura lo tenía cautivado y su forma de tratarme fue lo que me entusiasmó a casarme, obviamente cuando empezó a ponerse celoso y a prohibir cosas fue cuando todo se vino abajo, semanas despues me confesó que tenía miedo de que yo me arrepienta de casarme, y su miedo se volvió realidad pues la manera en la que empezó hablarme y jalarme terminó por alejarnos.
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Eterna.
Short StoryVa más allá de cualquier cosa, si la vida me pedía, mi vida misma se la daba. Con solo ver sus ojos, decidí entregarle mi vida. Si, era la nueva del salón, pero ¡joder! La estaba esperando. Fue la primera mujer ajena a mi madre, que tras sonreir pro...