-Siempre cambiarás al amor de tu vida, por otro amor o por otra vida, si un día sientes tristeza llamame, yo te haré sonreir, la vida es más sencilla de lo que creemos, los peros los ponemos nosotros, te quiero tanto que..
-Callate Dani, no estoy de ánimo
-¿ánimo? Hace tiempo esa palabra desapareció de tu vocabulario
-Mirame Dani ¿que tiene Levent que yo no tenga?
-No te pongas histérico guapo
-Vamos dímelo
-Bien, para empezar es un profesional de la salud, obviamente el se graduo de 17 años, como lo haremos nosotros, 5 años de medicina en la universidad, y la especialización por la que esta trabajando ahora no es en vano, tiene auto, cosa que tu no tienes, se paga un departamento, cosa que tu no puedes hacer, fue el mejor ciclista de la facultad, y a ti no te gusta ni trotar, son cosas sencillas pero si las sumas, acaban contigo hermano, lo siento hay que decir lo que es.-me respondió encojiendose de hombros
-Yo haré eso y más, Lia se arrepentirá de no casarse conmigo- bramé muy enojado.
-Jajajajaj estas loco hermano- chilló Daniel.
Y si, iba a llegar a la locura, estabamos ya ah medio año y Lia estaba cada vez mas distante pues se acercaba el día de su boda, sus estados en whatsapp aumentaron, despues de ser una chica super reservada con su vida ahora de daba el lujo de subir fotos cada hora con su futuro esposo y su bella hija.
Eso me estaba acabando, eran emociones encontradas: me iba a graduar e iba asistir al matrimonio de mi chica. Mi chica que ya no era mi chica, si no la futura esposa de un flaco al que no amaba. ¡Que fastidio!
Estabamos a medio año y la situación para mi empeoraba, le heché ganas, me esforzé demasiado. Ver a Lia era una tortura, ella pronto cumpliría 20 años, y tambien sería un año desde que la conocí y sucedió lo de su enfermedad, era cuestión de uno o dos meses.
-¿Que hago Steven?- pregunté llorando, tirado en el suelo, como un niño pequeño
-Emir, ya es un hecho que se casaran, no llores más
-No me digas eso Steven. ¿esto es amor? ¿asi se siente?
-Si hermano, lamentablemente la hora se acerca y Levent no se canso de Lia como todos esperabamos, no la dejó, ni ella lo abandonó, el tiempo no pasó en vano
-Callate no me tortures más Steven, debes hacer algo, ayudame por Dios, me voy a morir
¡Que vergüenza! Estaba llorando frente a dos amigos que intentaban calmarme pero era algo imposible, ver feliz a esa pareja me producia ganas de vómitar.
-¿Asi es el amor mamá? ¿así quema? ¿así arde? ¿porqué? ¿porqué? ¡Maldita sea!
-No llores hijo, la vas a olvidar- decía papá
-No lo haré papá, entiendan que esa mujer se me metió al alma, me esta costando respirar, papá, cuando ella venció su enfermedad pensé en que Dios escuchó mis suplicas y dejaría que yo esté con ella, pero no papá, ella se va a casar.
Y así me la pasaba los dias, iba al colegio y volvia a casa a llorar, me revolcaba en la cama, me ponía de cabeza.
¡Joder! Me deshidraté, lloré tanto que ya no me quedaban lágrimas, pero igual en mi angustia sollozaba. Llegué a pedirle a Dios que ya me quite la vida, no comía, bajé de peso.
Definitivamente Lia fue para mi una bomba, uma bomba con cuenta regresiva que explotó en mi corazón y me mató.
Ya solo quedaba un mes para salir del colegio, ese fue el peor año de mi vida, llegue a maldecir el momento en que Lia llego al salón ¿No pudo irse al otro paralelo? Talves así no la conocía y no me devastaba la vida.
Un destello de esperanza me hizo creer que ella se olvidaria de esa idea de casarse a los 20 años, pero me equivoqué, y me duele, me duele verla así de feliz, si amigos, admito que su felicidad me dolía.
ESTÁS LEYENDO
Eterna.
Short StoryVa más allá de cualquier cosa, si la vida me pedía, mi vida misma se la daba. Con solo ver sus ojos, decidí entregarle mi vida. Si, era la nueva del salón, pero ¡joder! La estaba esperando. Fue la primera mujer ajena a mi madre, que tras sonreir pro...