Desde otros ojos.

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Levent:

Ver a Lia como la vi ese día, me devasto, yo me casé tuve un hijo, y era feliz, pero eso no quitaba el amor que un día senti por esa chica tan increíble. Las tardes en las que tomamos cáfe, y me hacía sonreir con amargas bromas, las veces en que me presumía con sus amigas, el olor de su cabello, y su sonrisa tan sincera, todos esos recuerdo núnca se irán de mi mente, seran eternos. Como Lia lo será en mi.. Eterna.

Camila:

Cúando la ví pensé que sería arrogante y fastidiosa pero me equivoqué. Lia era las mejor amiga y consejera del mundo, cuando ella murió mi vida tambien se acabo, no sería fácil seguir sin la persona que hasta ese día había sido un pilar muy importante. Tan madura, tan bondadosa. Sin duda una bomba, que aún causa en mi una exploción de sentimientos. Estoy agradecida por conocerla, por cada una de las cosas que esa morena me enseñó.

Hande:

Educada, sencilla, decente, valiente, inteligente, comportada, buena consejera, caracter apasible, guapa, brillante .. podría decir mil cosas de ella. Pero solo diré una más: La envidiaba. Si, me dolía el hecho de que alguien cercano a mi pueda ser así. Inundaba de amor todo lo que tocaba, tenía el poder de sonreír y calmar la guerra. ¡Esa mujer era magía! Cuando me enteré que murió, lloré y lloré amargamente recordando las veces que la empuje, las veces que escondí sus cuadernos, las veces que jalé su pelo, las veces que le puse en pie para que se desplome en el piso y poder burlarme de la frágilidad de su cuerpo.
Fue dificil asimilar que ese diamante ahora estaba enterrado.

Steven:

Prometió no dejarme. Pero ahora me queda claro que esa enfermedad es así, no perdona a nadie.
Le reclamé a la vida por arrebatarme esa sonrisa. La pasión con la que luchaba, la convicción  con la que me defendía. No dudaré jamás en decir que es la mejor chica que alguien pudo conocer. Una estrella que iluminaba el salón con solo entrar y sonreir. Su optimismo me enfermaba, pero vaya que me funcionaba para continuar. Cuando Lia murió, se llevo mi vida tambien, pero me queda mi sobrina Itzel, y la voy a cuidar como hice con su madre.

Itzel:

Me contarón lo valiente que fue mi madre al tenerme, mi padre bilógico la dejó pero ella se hizo cargo de mi. Mis abuelos cuentan como se aferró a mi con todas sus fuerzas y como me sacó adelante.
Sus amigas dicen que era puro fuego, y no por mala, si ni porque lograba ablandar hasta el hierro con solo sonreir.
Vi morir a una valiente mujer, si..
Frente a mis ojos mi madre se apagaba y no hice más que llorar. La admiro, y me encanta oir historias de la maravillosa Lia Ulusoy, pero me encanta oir más a mi padre cuando dice que me parezco a ella.
Me llena de paz saberlo. Si estoy viva es por ella, la amo tanto que me esfuerzo por que se sientan orgullosa de mi, desde allá, del cielo..

Eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora