Monumento a tu Amor

VIII.

Todos ya se encontraban en el auto de camino a su casa, entre conversaciones y chistes, hasta que Peter no pudo más con la curiosidad.

- Padrino, ¿tú me dirás qué pasó durante la guerra civil? ¿Me dirás que le pasó realmente a Tony Stark?

Rhodey y Mary se tensaron.

- Cariño, ya hemos hablado de eso.

- Pero mamá, yo quiero saber, necesito saber más cosas si quiero proteger a papá.

- Hijo, - intervino Rhodes- me temo que eso deberías preguntarle a tu padre, es un tema personal de él.

- La última vez que lo hice estuvo a punto de entrar en uno de sus ataques de pánico y yo, no lo quiero ver sufrir.

- Pues entonces, no preguntes, solo te diré que fue algo realmente terrible que destrozó a Anthony Stark de todas las formas que te puedas imaginar y que Richard Parker, por todos los medios quiere enterrar en el olvido. Es el pasado y lo hecho, hecho está, déjalo así, corazón.

Peter miro a través del espejo retrovisor a su mamá y simplemente asintió, pero, era más que obvio que no lo dejaría pasar, el descubriría la verdad, de ese modo, podría proteger mejor a su papá

[…]

- Dios, no puedo creer que el imbécil de Wilson sea la pareja destinada de mi bebé. Justo tenía que ser él, ¿no podía ser otro?

Comentó Richard desde la bañera, había sido un día realmente largo. Primero, Pepper llegaba de improviso para jalarle las orejas por no estar haciendo su trabajo y ahora esto.

- Hasta donde sé, ha cambiado, desde lo que le paso a su esposa no volvió a ser el mismo, ya no es el mercenario que solía ser y ahora, es un miembro activo y respetado en los Vengadores. Hasta clases da.

Mary se sentó en la cabecera de la bañera para poder mesar los cabellos de su estresado y guapo esposo.

- Eso es lo peor de todo, lo prefiero de mercenario que de maestro, esos solo sirven para lavar el cerebro a las futuras generaciones.

- ¡Oye!, Yo también doy clases.

- Si, pero tú eres una maestra jodidamente caliente.

Estiró su brazo hasta tocar la cabeza de su esposa y la beso.

- Le dije que este fin de semana viniera a casa.

- Hiciste bien, por cómo me contaste que los encontrarte, estoy más que seguro que ya descubrió mi aroma y el extra que tiene nuestro bebé, debo advertirle.

- Lo sé, ¿Sabes?, fue curioso cuando Peter me describió lo que sintió cuando vio a Wade, me preguntó si sentí lo mismo por ti cuando te conocí.

Mary se acercó y lo beso en la mejilla.

- Mierda, lo siento princesa...

- Esta bien, lo que le dije fue verdad, tú me ayudaste a superar el luto y una vez te vi realmente, supe que debía tenerte y tomar a Peter como mi hijo.

- ¿Te he dicho que eres un sol y lo mucho que te amo?

- No, últimamente no.

Mary, se metió con todo y ropa a la bañera levantándose la falda lo justo para quedar de piernas abiertas sobre su esposo y frotarse contra su miembro, éste aprovechó en mojar su blusa blanca para dejarla translúcida y tocar sus generosos pechos.

- Nunca dejaré de agradecer a la fuerza que te puso en mi camino, nos salvaste.

- Pues yo agradezco a Dios el que ustedes me hayan salvado a mí. Quiero pasar el resto de mi vida contigo, mi amor.