Monumento a tu Amor

XXXVI.

<<Como siempre, el gran Tony Stark tenía que llamar la atención a cuanto lugar llegaba. Y el hecho de que llegara en su armadura para palear contra un Dios Nórdico furioso, no era la excepción.

- Señor Stark.

- Capitán.

No lo quería demostrar, pero su apellido en la boca de ese soldado de otro tiempo le removió las hormonas cual puber calenturiento. No llevaban ni veinticuatro horas juntos y ya sabían que no eran compatibles en nada, pero la tensión sexual era tan densa que se podía palpar.

A Tony no le molestaba, ya que siempre había admirado y amado en secreto a aquel hombre, pero él era otra cosa, no hacia más que regañarlo y sacarle en cara sus errores y flaquezas, llegandolo a llamar incluso egoísta.

No iba a negar que le dolieron sus palabras, pero no se lo demostraría, si no se dejó doblegar por su padre, menos lo haría por él, aunque lo amara.

Cuando creía que todo estaba perdido, entonces sucedió lo impensable. Después de vencer a Loki y tras una merecida comida y un baño decente, alguien abordó a Tony en los baños públicos de la nueva base -que él había ayudado a construir en cuanto se enteró de que Steve estaba vivo- y le dio el mejor besó de toda su vida.

Entonces, mientras era devorado lo sintió, sintió aquello de lo que hablaban los textos y de lo que solo los afortunados presumían. Su pareja destinada, su alma gemela lo tenía entre sus fuertes brazos.

- No puedo creerlo -le regaló la sonrisa más bonita del mundo, aquella que a partir de ahora seria solo para él -eres tu, solo tu. -intentó abrazarlo, pero Steve lo detuvo.

- Esto no me puede estar pasando, no puedes ser tu. De todos ¿por que tuviste que ser tu?- soltó molesto.

Su corazón se rajó un poco.

Luego de aquella negativa salió corriendo de allí sin decir nada. Tras un par de días, se dijo que su reacción había sido normal, había sido criado en una época en donde los omegas hombres eran vistos como una aberración y quizá, a él le habían inculcado esa misma ideología. Por lo que decidió emprender una campaña para ganárselo a pulso.

Lo persiguió por todas partes, intentando demostrarle que él era más que su nombre y, que si bien es cierto tenia una reputación de libertino, no era así. Si bien es cierto, estubo con muchas mujeres y hombres por igual, pero nunca se entregó a ellos como sumiso. Así que trató de dejarselo muy en claro, pero no resultaba.

Steve era muy testarudo y no daba su brazo a torcer por más que se moría de celos cuando alguien se le acercaba o lo miraba con abierto deseo. Luego, sucedió lo que no esperaba, la agente Sharon Carter supo meterse por los palos y lo terminó besando en una fiesta, frente a Tony. Fue ahí que tiró la toalla. Pero no le demostraría que estaba destrozado.

¿Steve no quería estar con él debido a su reputación? Bien.

¿No quería estar con él por su apellido y por respeto su su padre? De acuerdo.

¿No quería estar con él debido a que es un Omega varón y que según tenía entendido pensaba que era una abominación?
Correcto, se podía ir a la reverenda mierda, entonces.

Y se lo dejaría bien claro.

- Éste, señores, es mi jodida pareja destinada, pero aquí y ahora yo renuncio a él, ya que, al parecer, no soy lo suficientemente bueno para él, lo cual quiere decir que, estoy disponible para lo que quieran-le regaló su mejor sonrisa a todos los solteros que se encontraban en el recinto.