XXXVII.

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- Pa, ¿estas seguro de lo que vas hacer?
- Si cariño, estoy completamente seguro.
- Jefe, el estilista llegó.
- Gracias querida, hazlo pasar.
Richard, no, Tony Stark había tomado una decision, ahora que las cosas estaban volviendo a la normalidad, era momento de retomar todos los pendientes. Incluyendo cierto plan que había dejado olvidado. Ya estaba más que harto y celoso de que Steve a cada momento lo llamara Richard y deseaba volver a escuchar su verdadero nombre en sus labios como aquella vez. Ese era el motivo por el cual, justo hoy, en el día se su boda, había llamado a un estilista para que tiñera su cabello a su color original- lo más original que podía tener según su edad- sin cortarlo demasiado, le había gustado llevarlo así de largo y alborotado, también le arreglarían su barba, la cual había dejado crecer sin control desde hacía varias semanas atrás.
- ¿Esta seguro que ese tinte no es dañino?- Intervino Peter mientras veía como el estilista se preparaba para atender a su papá.
- Por supuesto que si joven, nosotros trabajamos con los productos más naturales del planeta para no dañar a nuestros clientes, puede corroborar nuestro trabajo cuando guste.
Peter asintió aliviado, no quería que nada dañara a su papá ni a su hermanito o hermanita.
- Hoy tienes tu control, ¿quieres que te acompañe?
- No te preocupes bebé, el cumpleaños de aquella cosa está cerca y necesitas tener todo listo para su fiesta y más si ese mismo día pretendes casarte.
Peter sonrió, a petición de Wade, se casarían el mismo día de su cumpleaños, decía que no había mejor regalo que él. Quería decir que había sido un acto romántico de su parte, pero sospechaba que en realidad era malo para las fechas y quería matar dos pájaros de un tiro.
- Está bien pá, por suerte todo está listo para esta noche.
- Si, la verdad no pensé en volverme a casar de nuevo y menos con tu padre, pero héme aquí.
- Iré a ver a mamá por la tarde ¿quieres venir?
Tony lo miro emocionado, eso era lo que precisamente iba a hacer antes de darle el sí a Steve.
- Por supuesto que si bebé, nada me gustaría más que agradecerle, se que ella hizo todo esto y ahora debe estar burlándose de mi- concluyó con una enorme sonrisa.
- Eso ni dudarlo, pá.

[...]

- Cálmate hombre, vas hacer un agujero en el piso.
- No puedo, esto me parece un sueño y temo despertar en cualquier momento y darme cuenta que en verdad mi Tony murió, por cierto-Steve puso una mano en el hombro de su padrino-Gracias por venir James, en serio es importante para mi que tu estés aquí.
- Ni que lo digas, hermano, para mi también lo es, espero que me puedas perdonar por lo idiota que fui, tuve que estar a punto de perder a mi familia para darme cuenta de mi error, creo que tu idiotez se me esta pegando.
- Que amable, dime ¿cómo vas con eso?, ¿T'chala sigue enojado?
- Un poco, pero si sigo dándole su ración de sexo cinco veces al día, seguro y se le pasa.
Buck se carcajeó luego de ver la cara de espanto de su amigo.
Aquel día, cuando Steve lo enfrentó, ninguno se percato de la presencia de Howard, quien escucho absolutamente todo y cuando este encaró a su madre en casa, T'chala los escucho. Las cosas se pusieron realmente feas, su hijo no le dirigía la palabra y su marido estuvo a punto de divorciarse y romper el bono, por suerte, su pequeño Azari estaba en un viaje de estudios, por lo que no se enteró de la situación en casa.
Fue ahí que Buck se dio cuenta de su grave error, en realidad supo que no estaba enamorado de Steve, simplemente extrañaba el tiempo que pasaban juntos en sus tiempos y se percató que amaba con locura a su esposo y cuando lo vio con una de sus ex novias consolándolo de una manera poco apropiada, su lado alfa apareció y marcó su territorio. Después de esa buena noche de sexo desenfrenado y tras decirle sobre el nuevo integrante que llegaría a la familia, su relación y comunicación fue mejorando, incluso su hijo ya le hablaba como siempre.
Nada como una buena noche de sexo y tu inminente muerte como para fortalecer las relaciones.
- ¡Ahí viene el novio!
La marcha nupcial comenzó a tocar y Richard Parker comenzó a caminar por el pasillo acompañado de su hijo y del coronel Rhodes, quienes serían los que lo entregarían en el altar. A Steve se le corto la respiración, su genio llevaba un traje crema hecho a medida, los pantalones ajustados se pegaban a sus piernas como una segunda piel, mostrando el increíble cuerpo que se manejaba. Lo que le sorprendió fue aquel velo blanco que llevaba puesto.
- Padre,- comenzó Peter una vez llegaron al altar- te entrego a lo que más amo en este mundo, por favor cuídalo. Los quiero.
Su hijo le dio un sentido abrazo y se puso de tras de su papá.
- Vuelve a lastimarlo y no habrá poder humano ni divino que me impida partirte la cara- declaró Rhodes no muy contento con la situación, pero no había de otra, si su hermano era feliz, él haría todo lo posible porque lo siguiera siendo.
Steve asintió, sabía que esta vez tenía que hacerlo bien, ya no habría más oportunidades.
- Vaya, ¿le he dicho alguna vez lo caliente que se ve vestido con un smoking negro? -comentó el omega seductoramente.
Steve sonrió, recordando que antaño a Tony le encantaba verlo de traje y gracias a ese fetiche le había dado el mejor sexo de su vida, si no es mucho decir que el sexo con el genio era lo mejor de la vida. Otro fetiche que tenia su genio era verlo vestido de militar, pero, tras los últimos acontecimientos, no podría complacerlo al usar su indumentaria militar, al menos, no en público.
- La verdad es que no - comentó Steve como si nada- no sabía que le ponían los hombres con trajes, director Parker, en todo caso, ¿puede ver algo con ese velo?
- Y no sabe cuanto, ya se lo demostrare esta noche.- los murmullos y reclamos no se hicieron esperar, lo cual hizo mucha gracia a los novios-En cuanto al velo, la verdad es que no veo mucho, ¿que tal si me ayudas a quitármelo?.
- Será un placer.
Steve cogió los bordes del velo blanco y lo levantó, descubriendo del todo la cabeza de Richard, se quedó de piedra en cuanto lo vio.
Castaño y un poco rizado en las puntas, ojos castaños brillantes y barba, esa barba que lo era todo.
- ¡Sorpresa!- gritó el castaño con una enorme sonrisa, Steve aún seguía en shock.
- Señor Stark, ¿ya podemos empezar?-pregunto el padre un tanto impaciente.
- Oh, si, disculpe, a veces mi tonto esposo es un tanto len...
Steve lo beso inmediatamente, no se lo podía creer, su castaño, su Tony oficialmente estaba de vuelta y eso era simplemente maravilloso. El rubio tuvo que parar el beso debido a un carraspeo, al parecer el beso había subido de tono a no apto para cardiacos.
- Disculpen, el beso es después de la ceremonia.
- Lo siento-se sonrojo Steve- Te amo, Tony.
- Lo sé cariño, lo sé.
El padre comenzó a recitar las palabras escritas en la Biblia especialmente para este momento. Steve y Tony escuchaban por tercera vez el mismo discurso tomados de la mano, ninguno de los dos pensó que estarían nuevamente en un altar, pero ahí estaban, juntos otra vez.
- Bien, es momento de los votos. Señor Rogers, usted primero.
Steve se giró para ver a Tony, su Tony, tocó su rostro, su cabello y se acercó para dejar un beso sobre sus ojos.
- La primera vez que te vi, supe que te amaría hasta la muerte y que pondrías mi mundo de cabeza y así lo hiciste, no pude cumplir con mis promesas la primera vez que estuvimos aquí y siempre me arrepentiré de ello, pero hoy, aquí, nuevamente frente a ti, Tony, mi Tony, no te haré más promesas, solo me dedicaré a demostrarte con hechos lo mucho que te amo, satisfaciendo todas tus necesidades, seré lo que tu quieras y necesites, estaré siempre para ti y por ti, te protegeré a ti y a nuestros hijos porque son el regalo que Dios me ha dado, no importa lo que pase, yo estaré contigo, porque te amo y siempre lo haré hasta el fin de mis días y aún más allá.
Steve tomó la mano de Tony y le colocó una alianza de oro sencilla con un zafiro incrustado en el medio. El castaño se sorprendió, pensó que le pondría su antiguo anillo de matrimonio, los cuales el rubio llevaba en una cadena colgada del cuello, pero no fue así y francamente lo agradecía. Era un nuevo comienzo y necesitaban dejar el pasado atrás.
- Su turno, señor Stark- lo animó el padre.
Pero Tony no sabía que decir, había pasado por esto en dos ocasiones y en ambas lo había hecho más que enamorado y feliz de abrir su corazón ante ellos, pero ahora, simplemente estaba en blanco. Y no es por que no amara a Steve, porque en verdad había aprendido a amarlo nuevamente y había logrado enamorarlo como un idiota, pero la magnitud de los últimos acontecimientos lo había dejado con demasiados sentimientos encontrados y no ayudaban en nada las hormonas del embarazo.
- Yo... -Al diablo - no es la primera vez que tu y yo hacemos esto y para ser sinceros, no pensé en volver a hacerlo, pero entonces, te me apareciste de la nada, con tu lenguaje anticuado y tus costumbres arcaicas y me enamoraste otra vez, sin contar con esa personalidad nueva tuya que resulta ser muy existente.- Steve de sonrojó de sobremanera, pero le guiñó un ojo seductor -pero bueno, a lo que iba, yo, Steve Rogers, te tomo nuevamente como esposo porque no puedo concebir una vida sin ti y por que te amo, cap. Siempre serás mi cap.
Un emocionado Steve no se pudo contener y lo besó, era la primera vez que le decía te amo desde que comenzaron con su relación, no pudo contenerse y unas cuantas lágrimas se escaparon.
- Está bien, amor, no más lágrimas -Tony acarició su rostro con ternura -ahora, dame esa mano tuya.
Con una enorme sonrisa tomó el anillo de oro igual de sencillo que su pareja, salvo por que éste tenía un rubí incrustado en el medio.
- Te amo.

Monumento a tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora