XIV.

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Desde hacía varias horas se sentía inquieto, pero hace poco más de cinco minutos tenía un dolor agudo en el pecho. En lo más hondo de su ser, sentía que su bebé estaba sufriendo y su lazo con su alfa iba desapareciendo poco a poco.

Por eso, dejó absolutamente todo y tomó su jet de regreso a Nueva York, Pepper iba con él mientras hablaba por teléfono, lo miró horrorizada en cuanto colgó.

- Solo dime que están bien.

Pepper negó desconsolada.

- La base fue atacada, Peter y Rhodey están bien... Pero Mary...

Soltó un agónico quejido, de pronto, todos los temores y la experiencia vivida en una vida anterior atacaron su mente, comenzó a hiperventilar y con la ayuda de Pepper metió la cabeza entre las piernas.

Debía calmarse, no podía entrar en pánico, debía mantener a raya los ataques.

"Todo saldrá bien, todo saldrá bien"

Con ese mantra repitiéndose en su cabeza una y otra vez, salió corriendo del jet en cuanto aterrizó, tomó su auto que previamente había solicitado que lo tuvieran listo y manejó como loco hasta la base, aprovechando que no había tráfico a media noche.

La entrada hacia la base estaba llena de periodistas, militares, curiosos y ambulancias, estacionó el auto detrás de una de ellas y bajó en el acto. Al acercarse a la puerta principal pudo ver que varios hombres vestidos de negro eran escoltados por los agentes hasta los camiones blindados.

Dos de los prisioneros golpearon a sus captores y la gente ajena a este mundo comenzó a gritar, sin pensarlo dos veces Richard tiró a Pepper a un lado y tomó su arma, aquella que se había acostumbrado a llevar cargada para todos lados, disparando sin pestañear al primer atacante, se acercó rápidamente al otro y con el arma lo golpeo en la cara con fuerza, cuando éste calló de rodillas al piso, el omega le dio un rodillazo en la nariz y tumbándolo al suelo apuntó a su cabeza.

- Muévete, y lo último que verás en esta perra vida será mi cara de satisfacción cuando te mande al infierno.

- ¡Baje el arma!

Alguien le gritó.

- Espósenlo antes que vuelva a escapar-Miro al soldado que lo apuntaba con un arma-¡Ahora!


Richard utilizó su voz de Omega para que el soldado reaccionara.

- ¡Papá!

Peter, llamado por los gritos de la gente en la salida, bajo las escaleras corriendo vestido ya como civil para lanzarse a los brazos de su padre.

- Mi bebé- lo abrazo- ¿estás bien? ¿No te paso nada? ¿te duele algo? Juro que mataré a quien te haya tocado.

- No me pasó nada papá, a mí no- comenzó a temblar contra el pecho de su papá-es mamá...

Peter se derrumbó en los brazos de su papá, Richard quería gritar, hacerse una bolita en el suelo y llorar hasta quedarse seco.

- Llévame con ella.

Ambos omegas entraron en el recinto seguidos de Pepper.



[...]



Steve Rogers estaba devastado, en aquel ataque habían perdido a varios agentes, reclutas y veteranos. Los heridos llegaban a más de cincuenta sin contar con los que estaban entre la vida y la muerte. Pero, lo que más le había dolido, era haber encontrado a la agente Mary Parker ese estado y peor, el hecho de haberle tenido que decir a Peter.

No sabía muy bien que había sucedido, pero, considerando que la había encontrado en uno de los pasillos que daban a la cafetería, presumía que había sido víctima de las explosiones. Se notaba que la mujer había dado guerra a pesar de estar conmocionada por el ataque, pero al final, fueron demasiados para ella. En cuanto la encontró, no dudo en acercarse y ayudarla, en el momento en el que la tomaba en brazos para llevarla a la enfermería, la alfa lo había tomado del cuello y se había acercado a su oído para susurrarle algo que lo saco de cuadro por unos momentos.

"Cuídalos, por favor, protégelos a ambos, ellos te necesitaran más que nunca a partir de ahora, pero, por favor, esta vez, no la jodas"

No tuvo tiempo de preguntar absolutamente nada, ya que la pobre se había desmayado. No tenía tiempo de ponerse a pensar en lo dicho por la mujer, por lo que la llevo de inmediato a la enfermería. Luego de aquello, dejo en la parte trasera de su cerebro aquella frase y se puso a ayudar en lo que podía.

En esas estaba cuando en la entrada se desarrolló un escándalo y salió corriendo a ver que sucedía, cuando dos prisioneros se soltaron de los militares.

Steve estaba a punto de saltar para diezmarlos cuando un hombre de cabello cenizo acribilló a uno de ellos, mientras que al otro lo golpeo en la cara y lo tenía en el piso apuntándole a la cabeza.

- Muévete, y lo último que verás en esta perra vida será mi cara de satisfacción cuando te mande al infierno.

Steve se sobresaltó al escuchar su voz llena de ira. De pronto, evocado de sus recuerdos escucho la misma voz, pero, con otras palabras.



" ¿Lo sabias Rogers?, ¡no me mientas! ¿Tú lo sabias? "



- ¡Papá!

Peter paso por su lado sin percatarse de su presencia, mientras se acercaba a aquel hombre y lo abrazaba mientras era revisado efusivamente por éste.

Padre e hijo se encaminaron dentro de la base y como si estuviera en cámara lenta pasaron por su lado. Steve se percató que era el mismo hombre que había visto fuera del restaurante, el mismo con el que había tenido aquel desagradable encuentro en el museo.

Aquel que tenía la sonrisa de Anthony.


[...]



- Hola, princesa...

Richard había conversado con su médico y éste no le había dado buenas noticias. Su princesa mágica tenía una hemorragia interna imposible de parar, aunado al hecho de las contusiones recibidas producto de la explosión y de su enfrentamiento cuerpo a cuerpo con el enemigo. En las últimas horas había entrado en dos paros cardiacos, le habían dicho que ya no estaba peleando por su vida, sino que estaba resistiendo, resistiendo hasta su llegada.

Verla tendida en aquella cama, pálida y apenas respirando destrozaba cualquier indicio de esperanza.

- Hola amor.

Richard la beso con cuidado en sus labios fríos.

- Otra vez decidiste cocinar, ¿Cuántas veces te he dicho que tú y el horno no se llevan?

- ¿Qué te puedo decir?, tenía que intentarlo una vez más.-restregó su rostro contra el de su marido.

- Va a sonar estúpido, pero, ¿cómo te sientes?

- Tu eres todo, menos estúpido, mi amor... -Mary comenzó a toser y sus constantes vitales se alteraron.

- Shhh princesa, no hables por favor...

- A-Anthony...Promételo.

Ya no pudo contener las lágrimas, su corazón se estaba muriendo y él no podía hacer nada al respecto.

- Si mi amor, te prometo lo que quieras, pero no hables más, debes descansar.

- Prote... Protege a nuestro hijo... Di... Dile que... Lo amo...

- No será necesario, tú se lo dirás princesa, ya verás que te recuperaras y nos iremos a Grecia como tanto querías.

- No... No temas bebé... No llores...por mi... Estoy tranquila... pronto.... Veré a Nicole... y a mi hijo...

El Omega se derrumbó en ese momento, sabía que no podía retenerla a su lado por más tiempo, eso sería cruel.

- ¡Peter!

Su hijo entró hecho un mar de llanto, sabía lo que estaba pasando.

- Ma-má...

- Mi bebé... Cuida a tu papá...y no olvides.... El condón...

A pesar del momento desgarrador, ambos rieron, ella siempre fue así, dándoles alegría en los momentos más difíciles.

- Peter...Te amo con...Toda mi alma...

- Te amo mucho mamá - Peter se subió al lado izquierdo de la cama y abrazó a su mamá.

- Anthony...nunca olvides que... Te... Amo...

- Te amo con toda mi jodida alma, mi princesa.

La besó, y con ese contacto sintió su último aliento. El pitido intermitente de la máquina que monitoreaba su corazón dejo de sonar de forma rítmica, para hacerlo de forma continua, señal inequívoca de que su princesa se había ido.

Con el corazón roto abrazo a su esposa y a su hijo.

-MAMAAAAAAAAAAA......


Monumento a tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora