VII.

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Eran pasadas las seis de la tarde y Steve Rogers se encontraba sentado frente al monumento erigido en honor a su amado.
Si él y Tony hubieran tenido un hijo, sería como Peter Parker; fuerte, decidido, con un sentido de la justicia innato, con amor al prójimo y a su patria. Todo eso lo pudo ver hoy cuando defendió a su pareja destinada. A pesar de que no lo conocía, simplemente confío en sus instintos y lo reconoció ante todos, sin rodeos ni tapujos.

Aquella escena le recordó mucho cuando él y su Tony se conocieron, ambos sabían que eran parejas destinadas, pero Steve no lo quería aceptar, así que Tony se paró frente a todos y lo gritó a los cuatro vientos, aun ardían en su piel aquellas palabras.

<<Éste, señores, es mi jodida pareja destinada, pero aquí y ahora yo renuncio a él, ya que, al parecer, no soy lo suficientemente bueno para él>>

Quien iba a pensar que, en cuanto renunció a él, le diera el incentivo suficiente para tomarlo en brazos y besarlo de tal manera que, casi lo reclamaba como suyo frente a todos.

Steve sonrió con tristeza, quien al final no fue lo suficientemente bueno para Tony, fue él, al final, destruyó a su amor hasta que terminó tres metros bajo tierra.

- ¿Por qué te torturas así?
Steve salió de sus pensamientos, secándose la cara surcada en lágrimas.

- No es torturar, Bucky, simplemente no quiero olvidar, quiero recordar cada parte, cada palabra, cada mínima cosa de él.

- Eso, es torturarse, amigo mío — Inquirió Clint— tu hombre murió en combate, como un héroe y debes honrarlo como tal.

Steve y Bucky se miraron, solo ellos dos sabían lo que había pasado con Tony y eso, era lo que lo estaba matando. Ya no podía más, debía decir la verdad.

- Clint, Tony no...

- ¡Oh, vaya! lo siento, no sabía que había alguien.

- No te preocupes, jovencito
Peter llegó, no sabía si en el momento justo para salvarlo o maldecirlo aún más.

- Ven, no tengas miedo, siempre vienes aquí antes de irte, ¿verdad?.

Peter dudo un momento, pero al final decidió hablar con ellos, cuando les había preguntado a sus compañeros sobre a qué le llamaban Guerra Civil, ninguno supo decir nada, le preguntó a su tío Bruce y él le dijo que no estaba en aquella época en el planeta y su tía Natasha, pues, dijo que aquello debería quedarse en el pasado. Había algo extraño en torno a ese tema, quizás esos ancianos le podían decir algo.

- Si - respondió Peter acercándose- Soy admirador del señor Stark y quisiera llegar a ser por lo menos la mitad del héroe que fue él.

Steve sonrió con alegría y nostalgia.

- Me alegra que quieras ser como él, Tony siempre fue el perfecto héroe, sumamente inteligente, altruista, filántropo, siempre anteponía a los demás antes que él, no ha habido nadie como él y jamás lo habrá.

A Peter no se le escapo el brillo en los ojos del ex capitán América y mucho menos aquella mirada entre dolorida y culpable que tenía mientras veía la estatua.

- Aunque, era todo un caso — Se rascó la cabeza Clint con una sonrisa ladeada— Le encantaban las fiestas y las mujeres como a nadie, ni se diga del alcohol.

- ¡Oh! ¿En serio?

Se sorprendió, nunca había visto a su papá probar ni una sola gota de alcohol, es más, en su casa no había nada de eso.

- ¡Clint! — Lo amonestó Steve— No era necesario ese comentario.

- No, está bien— Sonrió Peter— Quisiera saber todo de él, ¿ustedes lo conocieron bien?

Clint asintió efusivamente.

- Si, era un buen hombre, a pesar de que estábamos en bandos diferentes cuando se desató la guerra civil, no desamparo a mi familia, siempre estaré en deuda con ese hombre, por eso espero que se haya llevado con él a los malditos que lo atacaron a traición y acabaron con su vida.

La frase "bandos diferentes" Se iluminó en la mente de Peter como un cartel de neón. En ese momento noto dos cosas, la primera, Steve cambio su semblante, tenía una expresión tan torturada que pareciera que le estuvieran arrancando el alma a pedazos. La segunda, el coronel Barnes no había dicho absolutamente nada, ni siquiera lo había mirado, esto era muy raro.

- Ahora que lo recuerdo, según sé, los Vengadores trabajan en equipo, ¿por qué el señor Stark calló solo en combate?, ¿qué es eso de Guerra Civil?

Los tres hombres tomaron el ejemplo del coronel Barnes y se quedaron en silencio, Steve puso una expresión más torturada, si era posible.

- ¿Por qué no le responden al muchacho?, acaban de afirmar conocer muy bien a Tony, esa es una parte de su vida que todos ustedes conocen a la perfección.
Steve no pudo levantar la cabeza ante la llegada de aquella persona, y menos cuando destilaba tanto veneno.

- ¡Padrino! - el muchacho corrió para abrazarlo- ¿cuándo llegaste?, ¿Y mi madrina?
- Hey, calma campeón- James Rhodes abrazó a su ahijado- llegué hace una hora, pero tu madrina está desde la mañana dándole lata a tu padre.

- Uy, eso no es bueno- comentó encogiéndose, su madrina Pepper era realmente una Omega de temer. Del mismo linaje que su padre y él mismo.

- Exactamente, y será mejor que nos vayamos, antes de que no podamos escuchar las últimas palabras de tu padre, - Rhodes acaricio los cabellos del muchacho- espérame afuera.

Peter asintió, su padrino tenía aquella expresión de no admitir discusiones, algo grave debía de haber pasado en aquella época como para que su padrino aún guardara ese rencor que se reflejaba en sus ojos.

- Gracias por la clase de historia, hasta mañana.

- Peter...  - susurro Steve cuando ya se había ido.

El general Rhodes espero lo suficiente y se acercó a aquellos hombres lo suficiente para que lo escucharan alto y claro.

- Escúchenme bien, no van a tener más comunicación con Peter de la que deben tener como maestros a alumno, ¿queda claro?.

- Rhodey,  nosotros solo...

- Yo no tengo nada en contra tuya, Clint, pero, te agradecería que dejaras de hablar sobre Tony frente al muchacho, él no necesita saber más de la información que se maneja aquí, y ustedes— señaló a James y a Steve— en su sucia boca, no mencionen a Tony, a menos que sea para decir la verdad.

Sin más, el general salió para encontrarse con su ahijado, dejando a un Steve más que compungido y destrozado.

- Rayos, entiendo el cariño que le haya tenido a Tony, pero, esa actitud es demasiada, no estábamos diciendo nada malo, además ¿A qué verdad se refiere?— espetó el ex arquero, fastidiado.

- Clint, hay algo que no sabes en torno a la muerte de Tony, él en realidad no fue emboscado por el enemigo, él murió por...

- ¡Steve! — Gritó James, viendo severamente a su amigo — ya basta, es suficiente, no dejes que las palabras de Rhodes te hagan perder el juicio.

- Buck, no estoy perdiendo el juicio y él tiene razón, es tiempo de …

- Mejor, ven a casa, te preparare algo y podrás descansar.

Tomó a Steve del brazo y se lo llevó sin siquiera despedirse de Clint.
Aquella actitud sobreprotectora y hasta un tanto celosa para con su amigo no era novedad para Clint, desde que se conocieron, Buck siempre mostró aquella actitud, no quería pensar mal, en verdad que no, considerando el hecho de que ambos hombres eran felizmente casados y en el caso del ex soldado de invierno, tenía dos maravillosos hijos, pero, ciertamente, aquellas miradas y sonrisas que le daba a Steve no eran simplemente de un amigo a otro.

Era algo más.

Clint sacudió la cabeza y se alejó de la sala IronMan, pensando en que había visto demasiado tiempo las novelas que le gustaban tanto a su amado esposo y que, se le había pegado un poco de su gusto por el drama ficticio. Se dijo mentalmente que dejaría de verlas y que dejaría también de armarse novelas él mismo en su loca cabeza.


Monumento a tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora