XXVIII.

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Aviso parroquial:

FELIZ AÑO!!!
Y mil gracias por un año lleno de amor a mis historias y espero que en éste sigan apoyándome en esta hermosa locura. Son lo máximo, no cambien nunca. Gracias nuevamente y l@s adoro.

Atte.
Estefaniaec.

                           ***
Era la noche del segundo día del celo de su papá y Peter se encontraba solo en casa. Sabía que estaba bien, ya que su padre le mandaba mensajes de texto cada tres horas informando que su papá estaba bien.
Con lo único que él respondía era con un Ok, no quería ni preguntar nada por temor a que le revelara algo de más, aunque sabía que su padre no era así.
¡Gracias a Dios!
Como se encontraba solo y tenía una pereza única para cocinarse se pidió una pizza, la cual se tragaría completa mientras veía una maratón de Naruto Shippuden, su anime favorito. Así que fue a la cocina a preparar una bandeja con una bebida y palomitas de maíz.
Una vez su bandeja estuvo lista, salió de la cocina con su carga, justo en ese momento sonaba el timbre.
- Justo a tiempo.
Peter caminó hasta la puerta y la abrió sin ver debido a que estaba buscando el dinero en su billetera.
- ¿Tiene cambio de veinte?
- No, pero si quiere me la puede pagar en especias.
Peter levantó la cabeza bruscamente para encontrarse con Wade, quien le tendía una caja de pizza. El pequeño castaño miro por todos lados tratando de encontrar al pobre repartidor. Al no encontrarlo, se enfrentó a su novio.
- Punto uno—fue enumerando con sus dedos— ¿Qué haces aquí? y punto dos, ¿qué le hiciste al repartidor?
- Uno, vine a verte y dos no le hice nada al repartidos, simplemente le pagué por la pizza y se fue.
Peter lo miro enarcando una ceja.
- Oh vamos baby boy, te dije que no le hice nada, confía en mí, ¿sí?
- ¿Confiar? ¿es en serio?  Después de que casi le rompes un brazo a Need, solo porque me ayudó a llevar unos libros y de darle un susto de muerte a Gwen por invitarme un helado, créeme que tengo derecho a no confiar.
- Oh vamos Spidey, fue solo un juego.
- Juego mis calzones Wilson, eres muy celoso.
Peter se cruzó de brazos.

" Oh mierda, peligra nuestra noche de mimos y apretones de nalga"
" Debemos hacer algo para contentarlo"
" Algo, ¡pero ya!  O sea, digo, amamos al unicornio, pero tampoco hay que exagerar"
" Ídem hermano, extrañamos ese culito"
" Oh, ¡ya sé! "
" ¿Qué cosa?
" Pon carita de gatito de Shrek"
"¿Que? "
"¡Tu solo pon la maldita cara del puto gato! "

- Bebé, en serio lo siento, es que, debes comprenderme, después de Ness, nunca pensé en volver a amar a nadie y de tan solo pensar que alguien te arrancaría de mí, me vuelve loco.
Wade agachó el cabeza apenado, cuando la volvió a levantar para mirar a Peter, tenía una expresión de culpa y tristeza impresionante. Sus pupilas estaban dilatadas y hasta el labio inferior le temblaba. Peter ya no pudo seguir enfadado.
- Está bien, Dios, Wilson, es imposible molestarme contigo, solo ten más cuidado con mis amigos y ten más confianza en mí, ¿sí? Yo nunca te dejaría.
Peter se acercó y le rodeó el cuello con sus brazos para luego besarlo apasionadamente.

" Nos salvamos por un pelo, maldita sea "
" Uf, ahora sí, nuestra noche está asegurada"
" Por suerte trajimos condones, es hora de enseñarle a nuestro bebe las bondades del sexo de reconciliación."

- Entremos, justo iba a ver una maratón de Naruto.
- ¿Naruto? ¿Otra vez? tu sí que estás loco arañita, pero me encantas así.
Wade cerró rápidamente la puerta y se encaminaron hasta la sala, en donde el ex mercenario dejó la pizza en la mesa de centro y jaló a Peter a su cuerpo para besarlo apasionadamente mientras apretaba sus nalgas.
- Wade... Mhg...  Espera....
Peter intentaba detenerlo entre los besos.
- No, ya esperé demasiado, sé que se lo prometimos a la suegrita, pero te necesito bebé, en verdad te necesito.
El cuerpo de Peter tembló, su papá lo iba a matar si se enteraba que andaba teniendo sexo en su habitación, pero que rayos, él también lo necesitaba. Luego borraría las grabaciones.
- Está bien, vamos a mi habitación.
Wade no esperó y cargó a su muchacho mientras lo llevaba a su habitación, una vez entró y cerró con llave por si las moscas, bajó a Peter al piso mientras ambos se desvestían mutuamente entre caricias y besos apasionados.
Una vez estuvieron desnudos, Wade tomó en brazos nuevamente a su Omega para luego depositarlo en la cama. Lo besó con profundidad y pasión mientras restregaba su fornido cuerpo contra el más pequeño, impregnando de esa forma su aroma en su piel nívea e inmaculada.
No pudiendo aguantar más beso su cuello, tenía unas ganas enormes de dejar chupetones en el, pero se aguantó, no quería parecer un alfa obsesivo, aunque lo fuera en realidad, y mucho.
- Wade... Espera...
- ¿Que sucede?
- Acuéstate—dijo con una sonrisa realmente sexy.
Aun no entendía cómo es que una persona tan dulce y amable podía ser tan seximente perversa a la vez. Y a él lo tenía vuelto loco, así que simplemente sonrió y obedeció.
Peter se montó sobre él y lo beso, pasando la lengua por sus labios, disfrutando de su textura suave, le dio un pequeño mordisco a su labio inferior y atacó su cuello. El arácnido adoraba la sensación de la piel de su alfa bajo su lengua, bajo su tacto.
Cuando llegó a la zona pélvica, Peter se volvió a sorprender, aun no entendía cómo era que todo eso le había cabido entero alguna vez. ¡Era enorme! Aunque no tenía con quien hacer las comparaciones, claro. Erecto como estaba llegaba a rebasar el ombligo y era tan ancho como su muñeca y ni qué decir del nudo que de formaba en su interior.
¡Inverosímil!
El castaño tomó el miembro de su novio entre sus manos y saco la lengua muy cerca de la cabeza en forma de hongo, ese simple hecho bastó para que su alfa se echara a temblar. Le era divertido verlo así. Así que sin más preámbulos se lo metió a la boca todo lo que pudo, escuchando la viciosa maldición que le regalo su alfa.
Peter comenzó a subir y bajar por toda su longitud, chupando, succionando, pasando la lengua desde la cabeza hasta los testículos, los cuales se metía uno a uno a la boca mientras masajeaba aquel pedazo de carne duro como el hierro. A su vez, se preparaba así mismo con sus dedos.
Al ver aquella escena, el cerebro de Wade salió de vacaciones.

" ¿En qué lío nos metimos? "
" Mierda, este niño nos va a matar"

- ¡Espera!.... ¡Peter para! —Rogó, estaba a punto de eyacular.
Estaba demasiado excitado como para venirse en su boca, aunque ganas no le faltaba, pero ahora necesitaba sentirlo de manera más profunda. Por suerte su Peter entendió y se montó en él alineando su pene con su pequeña y deliciosa entrada.
- Tranquilo baby boy — lo detuvo de las caderas— Déjame ponerme el condón….
- No será necesario bebé, estamos cubiertos.
Y con esas palabras, Peter fue bajando por toda su longitud, hasta que lo tuvo en lo más hondo de su ser. Arqueo la espalda en una curvatura perfecta y soltó un gemido, mientras Wade apretaba los dientes debido al placer de estar dentro de su Omega, al fin.
Una vez que se acostumbró a la invasión, Peter comenzó a cabalgar a su alfa, subiendo y bajando de forma lenta, hasta que cogió confianza y lo cabalgó como dios manda. Peter se sostenía de los antebrazos de Wade, aprovechando que aún lo tenía sujeto de la cadera, ayudándolo, subiendo su cadera cuando él bajaba, dándole el encuentro.
- Wade.... Wade... ¡Wade!
- Así baby, se lo que necesitas.
El mencionado aumentó el ritmo de las embestidas, no tenía que cambiar de ángulo ni nada porque su miembro llegaba exacto al punto dulce de su baby boy. Lo único que hizo fue darle más fuerte a ese punto, hasta que su niño se estuvo derramando entre gritos y sollozos sobre su pecho, apretando su entrada hasta el punto de dolor, pero le encantaba, un par de embestidas más y ya se estaba viniendo dentro.
Peter de desplomó sobre su pecho más que exhausto, mientras esperaban a que el nudo bajara.
- Eso... Eso estuvo... ¡Whao!
Wade sonrió
- Si mi arañita, sin duda eres asombroso, magnífico, maravilloso.
Peter se sonrojó y oculto su rostro entre sus pectorales.

" Que tierno, maldita sea, tengo una hemorragia nasal.
"X2"
"X3"
"X4"
"Por todos"
" Chicos, creo que llegó la hora"
" Amén a eso hermano"

- Peter, ¿ya te he dicho que te amo?
Peter levantó su rostro sorprendido y Wade pudo ver que sus grandes ojos azules se llenaban de lágrimas. El pequeño negó con su cabecita.
- Pues, te amo Peter, te amo con toda mi jodida alma, sé que no es el momento más romántico para decirlo, pero, me gustaría casarme contigo, ¿quieres ser mi esposo?
Peter se sonrojó aún más y su labio inferior comenzó a temblar, así que ocultó su cara nuevamente entre su pecho.
- ¿Debo tomar eso como un sí? —un asentimiento— Muy bien.

" No. Puede. Ser. "
"¡Nos dijo que si!, ¡Nos dijo que si!"
" Sabía que nuestro baby boy es un chico listo, ni de broma se perdería semejante partidazo que somos. "

Wade abrazo a su niño y sonrió encantado, mientras dejaba que las voces en su cabeza festejaran por su buena suerte.
- Yo también te amo, Wade.
Si, definitivamente había sido una bendición haber encontrado a este muchacho, su muchacho.

Monumento a tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora