Habían pasado varios meses desde que Richard había tomado el cargo de director de S.H.I.L.E.D. y había previsto que Steve lo buscaría tras haber protagonizado tan bochornosa escena durante el cumpleaños de su hijo, pero no había sido así. Al parecer, había sido demasiado para él presenciar cómo le cantaba a su hijo una canción que había estado destinada para el hijo de ambos.
Por un lado, se sentía aliviado, ya que sentía que el día en el que se podría descubrir la verdad estaba cada vez más lejos, pero por otro, prefería no pensar en ello. Ya que, darte cuenta que tu cuerpo y alma son unos viles traidores, no era una cosa bonita de saber.
Un insistente golpeteo en la puerta de su nueva oficina lo saco de sus pensamientos un tanto excitantes.
- Adelante.
Una mujer, alta y rubia entró a su oficina y cerró de un portazo más que molesta.
- ¿Pero qué mierda?
- Por Dios, sí que eres casi idéntico - Susurro la mujer beta— Pero eso no importa, quiero que te alejes de mi marido, tu sola presencia lo aturde y confunde.
- ¿Perdón? —Enarcó una ceja molesto—para empezar, ¿quién es usted y quien mierda es su marido?
No era necesario preguntar, él sabía perfectamente quien era esa horrible mujer, pero quería molestarla.
- Yo soy la agente Sharon Rogers y obviamente, mi apellido le dice quién soy, mi marido es el primer vengador, el coronel Steve Rogers.
Richard entrecerró los ojos ¿en serio Steve se había casado con esta cosa? no podía creerlo.
- Y dígame agente Rogers ¿exactamente qué es lo que quiere?
- Mire, quizá no lo sepa, pero usted es idéntico al pedazo de mierda que fue el omega de mi marido y ahora él está muy confundido por su causa.
<< ¿Pedazo... de mierda? Oh perra, no tienes ni idea de que acabas de comprar los clavos para tu ataúd>>
- ¿Por mi causa?, Yo que culpa tengo de parecerme a ese hombre que, además, según tengo entendido, aun ahora trae vuelto loco a su querido esposo.
Sharon estrechó los ojos molesta, aunque no era falso lo que aquel hombre decía, ella siempre supo que Steve seguía amando a la peste de Tony Stark, pero, mientras ella llevara el apellido Rogers el mundo podría irse a la mierda. Por otra parte, pensó por un segundo mientras la neblina de los celos dejaba sus ojos, tenía razón, aquel hombre no tenía la culpa de parecerse a Stark, pero por su causa Steve estaba confundido y le había pedido el divorcio. Si bien es cierto no llevaban una excelente relación, pero no perdería el título de esposa del primer vengador. Primero, muerta.
- Mire, solo le pido que si el intenta algún acercamiento lo rechace, mi marido es muy guapo y cualquiera daría un brazo por tenerlo en su cama, además, tengo entendido que su esposa murió y no creo que quiera involucrarse en una relación con un hombre casado cuando su cuerpo apenas y se está enfriando en su tumba.
<<Oh no perra, no dijiste eso, ¿verdad? >>
Richard se puso de pie respirando hondo, dio la vuelta a su escritorio y cogió un abre cartas en forma de espada medieval, anticuado, pero útil para su propósito, jugó con el hasta pararse frente a ella.
- Punto número uno, la próxima vez que usted mencione a mi esposa le cortare la garganta de lado—Le apuntó con el objeto—a lado, y me va a importar una mierda que sea mujer, o que se apellido Rogers o Kennedy, ¿quedó claro?
Para darle énfasis a sus palabras clavo el abre cartas en el escritorio muy cerca de ella. El tono mortal empleado asustó a la mujer, quien asintió rápidamente, el aura que emanaba el omega le decía que debía andarse con cuidado.
- Punto dos, su marido a mí no me interesa, pero, por esta ofensa se lo voy a quitar, me voy a aprovechar de mi parecido con su difunto Omega y lo voy a enredar de tal manera que no pensará en otra cosa más que en mí y a usted la desechará como basura.
- ¡No se atrevería!
- Nadie te dijo que vinieras aquí a desafiarme, por si no lo recuerda, yo soy el maldito director de S.H.I.E.L.D. Ahora, lárgate de aquí antes que cambie de opinión y decida que hoy te arrancare la maldita calabaza que tienes por cabeza.
Sharon lo miro con rencor.
- ¡Fuera! —Richard usó su voz Omega y la mujer se sobresaltó, saliendo disparada de la oficina—No puedo creer que Steve se haya casado con esa mujer, quizá lo ayude a librarse de ella, solo por hacer una buena acción.
[…]
Desde aquel día en que habían hecho el amor por primera vez de forma más que desesperada y formado su lazo, no volvieron a hacerlo. Y no era por falta de ganas, dios sabía que cuando ellos estaban juntos las chispas saltaban y era prácticamente palpables las ganas que se tenían.
Pero, Wade era más que consciente que su niño no estaba listo físicamente para cargar con el peso que conllevaba tener una pareja y menos si esa pareja era él. Aquel día, le había costado mucho contenerse, ya que él siempre había sido una fuerza imparable de la naturaleza, inclusive en el sexo. Su niño aún no estaba listo para él, para practicar, digamos, las diversas posiciones que a él le gustaba y estaba más que seguro que volverían loco a su baby boy. Pero, eso no quería decir que no pudieran jugar de vez en cuando.
Y vaya que lo disfrutaban.
Peter se encontraba en la habitación que Wade tenía en el complejo, él echado en la cama mientras su alfa usaba su abdomen de almohada, aun se sentía culpable por todo lo sucedido y la única forma de sentirse menos miserable era cerca de él.
- No puedo creer que haya caído en aquella trampa.
- Ya te dije que tu no tuviste la culpa Wade, no sabíamos que nos traicionarían.
- Pero debía de saberlo, soy un soldado malditamente capacitado.
Peter suspiro, en el transcurso de los meses no sabía cuántas veces habían tenido esta misma conversación y francamente, ya estaba harto, porque recordaba que había perdido a su madre y la sed de venganza se volvía casi incontrolable.
- Wade, no quiero herir tu ego ni nada, pero, hasta el mejor cazador se le escapa la presa, además tu luchaste contra ese control, me pediste que te atacara, te mutilaste con tal de no hacer daño a los demás o a mí.
-Me habían ordenado matar a todos, matarte a ti, no podía dejar que ganaran, yo no podía hacer contigo lo mismo que le hicieron a tu papá.
Una vez las palabras salieron de su boca se dio cuenta de su error y soltó una maldición mental.
- ¿A mi papá?—Se extrañó—¿De qué hablas? ¿qué le hicieron?—un mal presentimiento se instaló en sus entrañas.
" ¡oh mierda! "
" La suegra pasiva nos va a matar"
" Nos cortara en pedacitos "
" ¡O peor, no nos dejará comer chimichangas en nuestra boda! "
"Noooooooooo"
Wade se quedó callado por un momento mientras sus voces armaban lío en su cabeza, pero ya no podía ocultarlo más, Richard lo mataría, pero Peter merecía saber la verdad y debía exigir justicia para su papá y para él mismo, a pesar de que esto lo haga ponerse en contra de su otro padre.
Ya no había vuelta atrás. Así que, encomendándose a los amos de las sagradas chimichangas, comenzó a hablar.
- ¿Recuerdas cuando me preguntaste si yo sabía si Stark y Rogers habían tenido algo?
Peter asintió temiendo por lo que le diría.
- Bueno, sí, ellos tuvieron algo, de hecho, ellos son pareja destinada, eran esposos y, hay rumores...
Soltó un grito ahogado, se esperaba cualquier cosa, menos eso. Y el hecho de que Wade se quedara callado lo estaba tocando de los nervios.
- ¿Que rumores, Wilson? ¡habla ya! — Peter se sentó y Wade hizo lo mismo.
-Dicen que Stark no calló en ninguna emboscada, que, quienes lucharon con él fueron el en ese entonces sargento Barnes, conocido también como el Soldado de Invierno y, el en ese entonces Capitán América y...
Peter comenzó a temblar de ira.
- ¡Maldita sea Wilson, te juro que te ahogare con una chimichanga si no me dices.....
- Que el que le dio el golpe final fue Rogers, Tony Stark murió a manos de Steve Rogers.
Peter inspiró bruscamente, se levantó sin decir nada y salió corriendo de la habitación directo a la sala Ironman, sin importarle un pepino que su alfa lo llamara a gritos.
" Mierda"
[…]
Steve se encontraba caminando por los pasillos de la base con un ramo de lirios en las manos. Tras haber presenciado aquella escena conmovedora en el cumpleaños del pequeño Peter, había decidido darle un poco de tiempo y espacio a Tony, no, a Richard y ahora empezaría con una nueva campaña en pos de conquistarlo.
Tenía en mente conquistar primero a Peter, ya que, en la ceremonia de conmemoración a los caídos por aquel ataque a la base, había notado que es muy celoso con su papá, aunque, si se lo pensaba, ya lo tenía ganado, aquel niño es muy importante para él y sentía que él mismo es muy importante en su vida, bastaba con solo verlo como sonreía cuando estaban juntos.
Su corazón latía rápido en alegría cada vez que lo veía y no solo por el hecho de saber que es hijo del amor de su vida, por alguna extraña razón, lo sentía como suyo.
- ¿Es en serio amigo? - preguntó Clint a su lado- ¿Lo vas a cortejar?, pero si apenas lo conoces, además, tu estas casado.
- Bueno, eso no te importó cuando conociste a Pietro, ¿o sí?
- Touché, ok, admito que se parece un poco a Tony, pero, ¿no crees que es muy precipitado? el hombre perdió a su esposa.
- Eso lo se Clint, yo no voy a exigirle nada, primero, quiero ser su amigo, su apoyo, que sepa que cuenta conmigo y si una relación empieza una vez haya acabado su luto, pues, bienvenido sea.
- Definitivamente te volviste loco, amigo...
- ¡FUISTE TÚ!
Todos los agentes que por ahí pasaban se detuvieron ante el grito furioso de Peter, quien apuntaba con un dedo tembloroso al pecho de Steve.
- ¿Como es posible que estés libre y seas el icono de la nación?
- Peter ¿qué te sucede?- Preguntó Steve consternado.
- ¡No te hagas el tonto! ¡¿Como es posible que hayas erigido un monumento en su nombre cuando fuiste tu quien lo destruyó?!
- ¡Peter cálmate!- Gritó Wade acercándose, al fin lo había encontrado.
- Estuviste en mi casa – continúo, importándole muy poco que estuviera temblando y a punto de llorar por la traición – con mi manada, dios, estuviste bajo el mismo techo que mi papá.
En ese momento Steve se puso más que nervioso, al ver en sus ojos la rabia supo que aquel muchacho sabía la verdad, su expresión y su aroma se lo confirmó.
<<Esperen...su aroma...Este aroma es...>>
- ¡Eres un maldito asesino!. —Peter temblaba de rabia —¡fuiste tu quien mató a Tony Stark!
Peter se abalanzó a golpear a Steve en la cara aprovechando el shock que produjeron sus palabras y cierta revelación, lo había tumbado al suelo y estaba sentado sobre su pecho golpeando su perfecto rostro.
El rubio solo recibía los golpes mientras lloraba, no por el dolor físico, sino por el dolor del alma, ahora que podía percibir el olor del cachorro se dio cuenta que no sólo había lastimado a Tony, si no a él también, a su hijo. Sangre de su sangre, carne de su carne. Aquel pedazo de su alma.
-!Peter ya basta!
Wade se abalanzó sobre èl saliendo del trance de verlo tan violento cuando la sangre comenzó a correr, tomándolo de las axilas para llevárselo.
-¡Suéltame Wilson! O te juro que tú serás el próximo - Comenzó a forcejear hasta que su puño estuvo a la altura de su boca, más específico, de su nariz.
Fue ahí cuando se detuvo y fue bien sujetado por la cintura, llevo su puño ensangrentado más cerca de su nariz y olfateo profundamente, comenzó a temblar.
Desde que había dejado de tomar sus supresores de aroma a pedido de su alfa, un aroma extra se había hecho presente en su cuerpo, reconocía el de su papá, el de Wade por obvias razones, el otro aroma pensó que era el de su mamá, pero resultó que no coincidía, más ese aroma le resultaba muy familiar.
Y hoy, había descubierto su aroma extra en la sangre de alguien más, entonces, comenzó a hacer los cálculos mentales.
- No puede ser - susurro para sí mismo.
Bajó su mirada a Steve, a sus ojos azules—por lo menos el que estaba medianamente bien—eran del mismo color que los suyos y este lloraba.
- No puede ser...
[…]
Richard se encontraba caminando con Bruce rumbo a su Oficina hasta que escucho unos gritos y alguien agarrándose a golpes contra algo o alguien más.
- ¡Peter ya basta!
- ¡Suéltame Wilson!.
El director de S.H.I.E.L.D corrió, pensando que Wilson y su cachorro estuvieran discutiendo pero cuando llegó, se quedó pasmado.
Wade sostenía a Peter de la cintura lo más lejos posible de un cuerpo en el piso, acostado en lo que parecía ser su propia sangre. Richard lo reconoció y vio como Peter olfateaba su mano.
- No puede ser...
Al parecer, su cachorro había sentido su presencia porque volteo su rostro y lo miró directamente a los ojos, sus ojos anegados en lágrimas, esperando una negación o confirmación de por su parte, Richard sólo cerro los ojos derrotado.
- ¡Peter, espera!
Su cachorro había salido corriendo.
<<Que alguien me diga por qué estas cosas solo me pasan a mí.>>
![](https://img.wattpad.com/cover/169258543-288-k742942.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Monumento a tu Amor
Fiksi Penggemar" Tony Stark ha muerto" Ese era el título que abarrotaban las primeras planas en los periódicos, revistas, en las redes sociales, noticias de televisión y de radio de todo el mundo. ¿Lo peor de todo?, es que no estaba tan lejos de ser verdad. ¿Qui...