Vigésimo sexto

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Las fiestas patrias terminaron de manera brusca, lo que me dejó a mí en diciembre y llena de exámenes. Y no es fácil tener que trabajar y estudiar en esta época. En Panamá a penas comienza diciembre la gente se vuelve loca, compran como si no hubiera mañana y hacen todo por una perfecta navidad.
Pero yo literalmente resucito dos días antes de noche buena, porque no lo recordaba, pero hoy es la fiesta de navidad de la oficina.
Estoy mirando mi closet y no sé que usar.
La puerta del closet se abre, Rhett aparece con una toalla alrededor de su cuello y unos shorts.
No se sorprende al verme.
-¿Tardarás mucho?
Ruedo los ojos.
-No tengo ni que ponerme, nunca había ido a una fiesta de navidad ambientada en La Habana.
Escucho como se aclaran la garganta, miro detrás de mí, igual que Rhett.
-Sabía que esto sucedería.-Scar se abre paso al closet.-Sé que probablemente mi querido hermano aún me odie y más cuando sepa que me metí en su closet para mirar las tallas de su ropa... y la tuya Cami.
Ambos nos miramos ante su comentario.
-¿Qué?-preguntamos al unísono.
-Sí, me tomé la molestia de comprarles algo. Porque Camila estaba que solo dormía y estudiaba, y tú Rhett solo llegabas a dormir organizando las vacaciones y la fiesta.  Así que encontrarán lo que necesitan en una caja sobre su cama.
Hasta ese momento no me había dado cuenta de que Scarlett estaba dentro de nuestra habitación y podía notar la habitación extra.
Me volteo, veo mi reflejo en el espejo. Todo orden. No puede ver al otro lado.
Rhett suspira y se dirige a su habitación, lo sigo y veo la caja... que antes no estaba ahí.
Scarlett la abre y comienza a sacar las cosas.
-Gracias, Scar.-la voz de Rhett hace a Scarlett sonrojarse, están llevándose mejor.
Ella saca la ropa, coloca todo en orden en la cama y se va.
A penas ella cierra la puerta, tomo mis cosas y me dirijo a mi habitación.
El vestido rojo deja mis hombros a la vista, abraza mi cuerpo y termina con más tela adornando bajo mis rodillas.
Paso un rato colocando los zapatos y pensando que hacer.
Termino con mi mayor intento de maquillaje.
La puerta del closet se abre y aparece Rhett convertido en el protagonista de una película.
-Tengo algo para ti, parece que se quedó en la caja.-avanza hacia mí, me enseña que entre sus manos lleva una flor blanca.
Yo la tomo y con cuidado la pongo en mi cabello, la aseguro para que no caiga.
-¿Cómo se ve?
-Increíble.




Bajo del auto, espero a Rhett frente al ascensor. Se detiene y abre sus puertas, Rhett corre a mi encuentro.
Ambos subimos al ascensor, una pareja corre al ascensor, pero suben alrededor de 6 personas.
Todas miran a Rhett, algunas saludan con algo se timidez.

Subimos hasta el piso 38 del edificio.
Rhett toma mi mano, salimos juntos.
Hay una alfombra azul, todo está adornado a la perfección en el pasillo.
Lleno de lugares para hacerse bellas fotos.
Llegamos a la entrada del salón, el lugar está increíble, con un auto en el medio de la fiesta. Muchos se toman fotos sobre el auto como si fueran parte de los años 50.
Se siente algo incómodo ser parte de la miradas de todos.
Dejo a Rhett dirigir el paso, cenamos del Buffet.
Y después de un rato es hora de bailar.
Nos quedamos sentados hasta que un micrófono suena de manera extraña.
Una mujer bastante mayor y con el cabello totalmente blanco está sobre el escenario. Ella sonríe y comienza a hablar:
-Buenas noches, es momento de la mejor parte de la noche. Nosotros somos solo unos pocos, aproximadamente trescientas personas trabajando aquí. Y creo que todos están agradecidos con el señor Gutiérrez, por mantenernos en nuestros puestos de trabajo. Así que un brindis por el hombre que hace todo esto posible.- la mujer levanta una copa, todos la imitan.-Un brindis, por Rhett Gutiérrez. Todos contestan,  suenan las copas. Yo solo hago la mía sonar al brindar con Rhett, varias personas que desconozco se acercan y brindan con nosotros.-Ahora, para que inicie la fiesta... nos gustaría que el señor Gutierrez abriera la pista, con su esposa.

Al escuchar eso creo que bajé de tonos a pálido. ¿Por qué esa señora es así?
Como si ya no nos miraran suficiente.
Rhett me extiende la mano y ahí voy... a pasar pena.

Matrimonios & ConvenienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora