Un grupo de adolescentes uniformados con sus faldas con cuadros y pantalones color crema, rabiblancos, pasan hablando y sacando sus teléfonos.
Con paso seguro, muchos de ellos ya tienen el futuro hecho y comprado. Otros solo deben heredar un rango político, para seguir siendo parte de los que se adueñan del país.
Levanto la cabeza a ver si encuentro el rostro de Scarlett, en la marea que está saliendo.
La veo a lo lejos, está caminando con um muchacho mucho más alto que ella, su cabeza llega a su pecho por mucho, están hablando y él lleva un moratón en el ojo izquierdo.
Ese debe ser el bendito Marcus.
Siguen caminando, hasta que llego al punto de vista de Scar.
Ella me mira extrañada, nunca la he venido a buscar a la escuela.
Mira al chico algo nerviosa, pero creo que se calma al ver que solo soy yo.
Sus brazos me rodean a penas está frente a mí.
-Hola, ¿qué haces aquí?-me aprieta un poco antes de soltarme.
-Vine a buscarte para comer.-le sonrío, extiendo mi mano al chico detrás de ella.-Hola, soy Camila.
-Marcus.-estrecha mi mano, un agarre firme, aunque sus ojos muestren inseguridad.
-Él es... bueno ya sabes...
-Por quien te han castigado.-asiento. Él baja la cabeza ante mis palabras.-¿Quieres venir a comer con nosotras, Marcus?
Tanto Scar como Marcus abren los ojos de manera desmesurada, me río un poco de su reacción.
-¿En serio? ¿Rhett no se enoja?-por un momento creo que Scarlett está pálida.
-Tu hermano déjamelo a mí.
Le guiño, los convenso a ambos, suben a mi hermoso auto.Rhett y yo ya llevamos meses coexistiendo de una manera silenciosa, él a lo suyo y yo a lo mío. En ese tiempo obtuve un auto y le dije que no volvería a trabajar para él en esa oficina, no quería nada que ver con lo que hiciera con su vida o sus mujeres.
Adelanté materias de la universidad en verano, cosa que nunca había podido hacer. Y ahora solo me falta mi trabajo de grado.
Lo único importante es cuidar de los míos y poder seguir cuidandolos cuando esto termine.
Pero no puedo evitar sentirme sola, mis abuelos no querían estar cerca de mí, el abuelo está demasiado delgado y tiene moratones en sus brazos.
Solo lo veo en los desayunos y cenas, el resto de las horas siempre pone una excusa para alejarse.Trato de despejar mis pensamientos, mientras los chicos hablan de una serie nueva en la parte trasera del auto.
Marcus no luce como alguien malo, solo es alguien al que estoy segura le pasan cosas malas.
Como alguien enamorado también, pero qué se yo sobre ese tema.
Solo sé de ilusiones y quemaduras.Estaciono a la perfección frente a un lugar de comida rápida.
Dejo a los chicos ser, pago por sus almuerzos y los dejo disfrutar de su compañía lejos de los estudios o estupideces familiares.
Ya agradecería yo que alguien hiciera algo así por mí.
La única persona al tanto de todo es Perrie y tampoco la quiero llenar de mis estupideces y malas decisiones.
Ella tiene una vida con decisiones propias y sé que también tiene cosas que no me cuenta.Me quedo así, leyendo en mi nuevo ereader, toda la tarde. Miro mi reloj y considero es hora de irnos, ofrezco a Marcus un bote a su casa, pero no quiere. Así que me ofrezco a pagarle el uber. Él me agradece y abraza.
¿Cómo es que es más alto que yo? ¿Qué clase de hormonas le dan a estos niños?
Esperamos a que él se vaya para nosotras ponernos en camino.-¿Te agradó Marcus?-la voz de Scarlett sale un poco débil, la miro de reojo mientras avanzamos en la carretera.
-Eso creo, no hablamos mucho. Pero me intriga su ojo morado.
Ella baja la cabeza y la escucho suspirar.
-Fue su papá, él se metió a defender a su mamá. Ella no lo va a dejar, por las apariencias y el qué dirán.
Mierda.
Otro pajarito roto.
-Dios, que desgracia. ¿Qué te ha dicho que tiene planeado o qué?
Ella aclara su garganta.
-Se va a ir de su casa, con sus abuelos.
-Sí, ¿es eso lejos?
-Sus abuelos están en Canadá.
Oh no, escucho lo que parecen lágrimas contenidas y me duele por ella.
Son niños. Pero se aman.
Y es un amor tan fuera de la porquería en la que creemos hoy en día.
La dejo llorar, que saque todo lo que lleva dentro.
Por lo menos sabe que es algo mutuo y puro.
No ponemos música, solo somos nosotras y el sonido del tráfico.
Llegamos a casa ya con la oscuridad del cielo por completo, estaciono.
Cuando ella sale del auto, corro hasta donde está y la abrazo.
Sostengo mis brazos a su alrededor, siento como su cuerpo pesa en las decisiones de una niña, que no quiere ser más una niña.
Quiere tomar las decisiones correctas por los adultos que arruinan su historia.
-Gracias, Camila.-se separa de mí, limpio sus lágrimas con mis pulgares.
-Tranquila, todo está bien.
Ella toma mis manos, las aprieta. Está respirando pesado.
-Sé que sabes lo de Rhett y Carolina. Yo te envié las fotos. No sé como comenzaron a llegarme a mí, solo llegaron, pero no quería que estuvieras engañada por él, mi hermano no te merece. Y sé que no te has ido por mí.
Siento mi alma caer al suelo, ella lo sabe. Ay no.
-Scarlett... no quiero que te metas más en esto. Ya él y yo hemos tomado decisiones y seguirán así, como buen acuerdo. Pero agradezco que me quieras tanto como para intentsr abrir mis ojos.
Ella explota en llanto otra vez.
Esta vez solo aprieta mi mano y corre dentro de la casa.
El estacionamiento se abre, aparece el auto de Rhett.
Saco mis pertenencias de mi auto, él sale del suyo.
-Buenas noches, Camila.-su voz me hace estremecer aún, como si una parte de mí aún esperara que todo lo de antes solo fuese un pedazo de mentira.
-Buenas noches.-respondo.
Pero sé que no fue mentira, fue real y fue él quién me hizo este pedazo de sentimientos inestables.
Aclars su garganta.
-Camila. Me gustaría salir a cenar contigo, si es posible.
Volteo a mirarlo antes de entrar por la puerta que da a la sala.
-No lo veo como algo de provecho, pero gracias, no gracias.
Él no lo sabe, pero lo lloré.
Lloré por mí, por lo idiota que fui al caer por él.
Y lloré por él, por lo estúpido que fue al darme razones para caer y que al final no estaba para atraparme.----------------------
Hola, espero sus comentarios y opiniones.
Déjame una estrella para saber que te gustó.
Y... ¿Qué piensan de Scarlett?Xoxo
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Matrimonios & Conveniencias
ChickLitCamila conoce a Rhett, el ser con el rostro más imperturbable que existe. Rhett, conoce a Camila, una mujer que habla demasiado y no aparece lo suficiente. Son agua y aceite, que por el destino quedan en un matrimonio por conveniencia. Sumale a es...