Trigésimo octavo

4.2K 380 12
                                    

Mis pies no encuentran el suelo, pero por alguna razón doy pasos con los ojos cerrados.
Siento que algo golpea mi brazo.
-¡Despierta, Camila!-mis ojos se abren de golpe y estoy en la mitad del pasillo antes de llegar a la escalera, frunso el ceño, estoy tan confundida.
-¿Qué...?- Rhett está bajando las escaleras de manera desorbitantemente rápida.
- Tu abuelo.-esas dos palabras alertan mis sentidos, la claridad es total en mis ojos, Rhett está totalmente sudado y estresado, yo comienzo a bajar las escaleras a velocidad, mi pie se golpea en el último escalón, me levanto antes de siquiera reaccionar que estuve en el suelo.
Todo está borroso hasta que logro abrir la puerta del cuarto de mis abuelos.
-¡Abuelo!-lo veo, está totalmente pálido, sus ojos se ven tan cansados, repira pesado. Y aún así se maneja para regalarme una triste sonrisa.
-Mi bonita, estoy bien...-suena como un susurro forzado. Tiene los labios totalmente secos y partidos.
Rhett está con su celular, diciendo palabras que no puedo escuchar.
Tomo con cada una de mis manos, la más cercana de cada uno de mis abuelos, la abuela no deja de mirar al que es el amor de su vida, al que está viendo sufrir. Tiene el rostro casi gris en tristeza.
-Ya viene la ambulancia,-suspira, se acerca a mí.- no me atrevo siquiera a levantarlo Camila, lo siento, no quiero agravar nada.
Niego, por primera vez en meses le dedico una mirada directa que toma más de dos segundos.
-Tranquilo, esperaremos.
Trato de demostrar toda la tranquilidad que no siento, trato de que mis ojos no se nublen con lagrimas.

Mis sentidos están bloqueados, la abuela es guiada por un enfermero a ver al albuelo, él está estable. Pero el doctor antes pidió unas palabras conmigo y me dijo que es probable que no pase de la semana.
Se agravó de manera rápida e inevitable.
Esas palabras derrumbaron mi mundo, sentí como caía en el desierto mental en el que estoy.
Quizá la terquedad de mi abuelo afectó todo o que está muy anciano para los tratamientos.
No lo sé.
No se lo conté a la abuela, no quiero que sufra más, quiero que este con él con esperanza.
Rhett tiene sus brazos a mi alrededor mientras estamos en la sala de espera,  luego vendrá mi turno de ver al abuelo, pero es mejor que sea su esposa primero.
-Respira hondo.-susurra Rhett, trato de hacerlo.-Todo va a estar bien, Cami.
-Tengo miedo. Si él muere, ella se irá pronto también, lo sé.
Mi corazón se aprieta en mi pecho, siento como si el aire fuese pesado y caliente.
Los brazos de Rhett me hacen sentir mejor, pero con una pequeña campanada tenue al final de mi mente. Una advertencia.
-No pienses así, todo saldrá bien.
-Me voy a quedar sola.-pienso en voz alta.
-No es cierto, yo estoy contigo, yo soy tu familia.
Esas palabras solo duelen, ambos sabemos que tan buen actor es.
Yo solo asiento, no digo nada más.
Palabras solo me ahogarían en un mar de lagrimas.
Y ya suficiente con sentir que me arrancan el alma.

--------------
Hola, disculpen lo corto del capítulo y la tardanza. Estoy ahogada en compromisos académicos.
Haré todo lo posible por volver a publicar una o dos veces a la semana.
Xoxo

Matrimonios & ConvenienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora