Quincuagésimo.

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Scarlett está radiante, tiene el cabello hasta la cintura liso y sedoso, un vestido rosa y los ojos muy abiertos, estamos en de un mar de personas, en contra de lo que hubiera querido Rhett, aunque él está justo junto a mí, tomo su mano y él sigue con ese rostro no muy animado. Aún se le hace difícil el hecho de que su hermana tenga novio y que él venga a visitarla, aunque él venga con sus abuelos y no precisamente a quedarse con nosotros. Es común que el aeropuerto este repleto en estas fechas, todos quieren ver a sus seres queridos para navidad. 

Rhett pasa su brazo por mi cintura, esa es una señal. Miro su rostro, está enfocado en algo a lo lejos, dirijo mi mirada al mismo lugar, ese muchacho alto y desgarbado es Marcus, asumo que los señores pálidos detrás de él son sus abuelos. Imito a Rhett, paso mi brazo alrededor de su cintura, es protección. No para Rhett, para Scarlett, aunque sí un poco para Rhett... sé que le duele que su hermana no sea más su bebé, sé que siente que es más su papá que su hermano. 

Pero de una manera u otra debe entender que hay que apoyarla, porque siendo el enemigo hará las cosas a escondidas y eso no es lo que queremos. Queremos que este bien y que sea feliz. 

Scarlett ve a Marcus, se pone más roja que un tomate. Creo que duda entre correr a abrazarlo y esperar. Me mira, luego a su hermano, está esperando a que nosotros le demos alguna señal, yo solo le sonrío, Rhett tiene el rostro muy serio. Tomo su rostro con una mano y lo acerco a mí.

-Sin dramas.-ante mis palabras él toma mi rostro entre sus manos, nos hace quedar de una manera extraña frente a frente, coloca sus labios en los míos, se ríe y vuelve a besarme, esta vez le correspondo, porque si quiere hacer una escena conmigo va a tenerla. 

-Te gustan mis dramas.-susurra, es cierto a veces como que me gustan, pero lo que no sabe es que le hemos dado el tiempo a Marcus y Scarlett para que vieran el uno al otro sin que él interfiriera, a veces resulta fácil que se desvíe de la situación.

-A veces no.- le guiño.  Miro un poco detrás de él, Scarlett está dejando el abrazo en el que estaba con Marcus, ambos tienen sonrisas inmensas, tomo la mano de Rhett, nos muevo para que vayamos a conocer a los abuelos de Marcus.




La cena de navidad se lleva a cabo tal como esperábamos, nosotros tres y nuestros tres invitados, ya han pasado las doce, los abuelos de Marcus están sentados tomando chocolate caliente junto a nosotros y no, no hace frío... es más tradición, este país es la epitome del calor y la humedad, pero la brisa de verano refresca.

-Se me hace increíble que sigan así de unidos después de dos años sin verse.-el abuelo de Marcus, el señor Chris se ríe, la señora Roxana suspira ante el comentario de su esposo y le toma la mano.

-Ya sabes que con toda esta tecnología ellos no necesitan llamarse a diario, están a un mensaje de saber lo que hace el otro. 

-Es cierto, si no fuera porque me escribo todo el día con Camila la verdad es que estaría loco, necesito saber como está nuestro bebé.

Ante esas palabras a la señora Roxana se le marca una sonrisa perfecta en el rostro, esa bella emoción que hay en las señoras mayores, suspiro... ¿Por qué hace esto?

-¿Estás embarazada?-su voz toda llena de emoción...

Miro a Rhett lo más seria que puedo, le quito la mano de mi vientre, está loco. 

-No, no lo estoy... Rhett deja el relajo.-él me da esa sonrisa toda llena de picardía y besa mi frente.

-Igual tengo algo para ti, no te muevas.-se levanta, lo sigo con la mirada, desaparece por la cocina, después de unos segundos vuelve con una caja en sus manos. No sospechaba nada de un obsequio y él es muy malo escondiendo cosas de mí. 

-¿Qué es?-él coloca la caja en el sofá y se sienta, dejando la caja en medio de nosotros, el lazo enorme que tiene es azul cobalto, él me anima a que lo desenvuelva. Algo se mueve dentro, eso me da una señal. Tomo uno de los extremos del lazo y lo halo, la caja vuelve a saltar y las tapas se levantan, unas orejitas sales y tomo a la criatura en mis manos.-¡Hola mi amor!

-Ves, ya tenemos nuestro primer hijo.- escucho risas detrás de mí. Pero mi sonrisa solo se ensancha. 

-Es lo más bello que he visto en mi vida, es tan pequeño. ¿Tiene nombre?

El cachorro comienza a hacer un ruidito, como si estuviera llorando, lo sostengo cerca de mí y acaricio su rostro. Es tan hermoso, no tengo otra palabra, tiene ojos inmensos y pelaje champaña.

-No, creo que sería bueno que decidamos uno ahora. Es una mezcla de labrador y chihuahua, es la cosa más extraña que he escuchado en mi vida y pensé: Camila lo amaría.

Me acerco a Rhett y beso su mejilla, Dios... sí que me conoce.

-Bueno es un niño bastante dormilón, un nombre corto sería bueno para él. -me quedo pensando por un segundo, hasta que brilla el nombre en mi cabeza.-¿Qué tal Dr. Zeus Black?, pero de cariño solo Zeus.

-Zeus Black Gutierrez, me gusta.-él me guiña.- Ya comenzamos nuestra familia.

Así que de eso se trata, sé que mencioné algo sobre no tener más familia, pero me refería a tíos y primos que me importaran o yo a ellos, no esto. Yo ya tengo una familia.

-Te equivocas, la mía comenzó hace tiempo.-recargo mi cabeza en su pecho, una risa tonta se escapa de mí al ver como Zeus se durmió en mi pecho.- Comenzó el día en el que me di cuenta que nadie iba a quitarnos a Scarlett. 

-Eres demasiado cursi, Camila.

-Aquí el cursi eres tú, Rabiblanco.- él se ríe y besa mi sien, contemplo como Scarlett sonríe junto a Marcus, ambos con los pies metidos en la piscina, siento la comodidad de estar junto a Rhett, de como su brazo se coloca sobre el mío y me envuelve en un semiabrazo. 

Tengo la familia que siempre quise, tengo más sueños por delante que los que alguna vez tuve, gente a la que amo, gente por la que dar un poco más de mí cada día. No creo que pueda pedir más.

-Feliz navidad, Cami.-susurra Rhett tan bajo que sé solo es audible para mí, giro mi rostro al suyo y antes de conectar nuestros labios le correspondo con un:

-Feliz navidad.

Dejo nuestros labios colisionar, es como choque de dos estrellas de neutrones destellando dentro de mí, dejando chispas por mi piel. Aquí en este lugar está el resumen de todo lo que pude desear. 

-La próxima vez traeré a nuestros otros dos hijos.-comienza a acariciar la cabecita de Zeus.

-Más te vale. 





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