Diciembre {Parte VII}

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Aristóteles Córcega.
25. Diciembre.

Trataba de explicarme, y decir la verdad y únicamente más que la verdad. Su rostro me decía que estaba decepcionado; ¿Debo sentirme culpable?

En serio Aidan, mejor otro día que Cuauhtémoc pueda acompañarnos. Te lo voy a presentar, te va a caer súper bien.

Se encoge de hombros y pule sus gafas.

—No te preocupes Ari, si no quieres no puedo obligarte podría ser otro día.— Se levanta de la banca.

La palabra "No" nunca me había gustado, siento que es hiriente. Esas dos letras pueden generar mucho conflicto, aunque ya he escuchado que en ocasiones es sano decirlo, en otras no tanto aplicaba. Tomo del hombro a Aidan y lo vuelvo a sentar frente de mi.

—Mejor quedémonos un rato aquí en el parque. ¿Te atreverás a dejarme solo en navidad?

—Aquí me quedare si es lo que tú quieres.— Aidan sonríe, lleva sus ojos al otro extremo del parque. —Sabes, mejor lo dejamos para otro día.

Cuauhtémoc llegaba al parque caminando con Iker y Diego. Salgo corriendo para abrazar a Temo, lo levanto de su cintura y le doy una vuelta para terminar aterrizando dándole un beso.

—No sabes lo feliz que me pone verte, tengo muchas cosas que contarte.

Los ojos de Temo caen en la banca; mejor dicho en Aidan.

—Si, mucho que explicarme.

Comienzo por las cosas en casa; se lleva sus manos al pecho. Me da a entender que siente que es su culpa, que por mi salto de valentía fue orillado por el.

—Ninguna decisión es influencia por ti... no directamente, digámoslo así señor Temo. Usted me dio el empujón que me hacía falta, pero jamás te sientas culpable por lo que hacen mis papás.

—Ari yo no lo veo así, siento que te presione.

—Mira, nada de que me presionaste. Yo soy yo, yo soy Aristoteles Córcega y desde ayer soy alguien nuevo, y lo hice por mi más que por ti. ¿Que no sabes que la aceptación comienza por uno mismo? Yo me acepté y punto.

No queda tan conforme con la respuesta, lo sé por la forma de apretar sus labios. Acaricio su rostro y continúo explicando ahora lo de Aidan.

—¿Seguro no te molesta?— Pregunto. Había sugerido que Aidan saliera a comer con todos nosotros.

—No, solo dime la verdad, es lo único que pido Ari. Además Aidan no se ve cómo un chico malo.

Hago una pose de victoria. Me volteo con Aidan que aún continuaba en la banca y lo tomo del brazo, lo jalo hasta donde está Temo y lo pongo en medio.

—Ari, pero... ¿qué estás haciendo?

Hago un abrazo de sándwich, Aidan queda en medio.

—Aidan, el día de hoy tú no estarás solo, como yo no tengo familia te adopto, bienvenido a mi familia adoptiva.

Señalo a Temo, Diego e Iker.

—¡Al fin! Puedo ser la tía rica.— Grita Diego.

—No lo sé.— Dice con timidez. —¿Ustedes quieren?

Íker lo rodea con un brazo.

—Claro amigo, no podemos estar solos en esta fecha. ¿O quieres estar solo?

Diego se introduce en ese abrazo apartando a Íker de Aidan. Pone una sonrisa y lo sacude.

—Ya no te hagas, si bien que quieres. ¿Quien nos podría rechazar? Bueno a feostosteles todavía, pero míranos bien, somos muy cool como para no querer pasar tiempo con nosotros.

Respira, suspira y repite. {Aristemo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora