Aidan Vallejo.
03. Febrero.Un día no eres nada, ni te sientes parte de algo. Es como si existir se volviera pesado, doloroso. Me sentía así la mayoría del tiempo. Sin importar que tanto me esforzara al final del día todo era igual. Bañarme y dormir para otro día con la misma rutina. Una mañana paso algo distinto, tu modo de ver las cosas se transforman, el como respiras se vuelve maravilloso. Conoces a una persona que te orilla a ver que la vida es bella, el vivir es bueno y el esperar otro día es espléndido. Veía películas románticas, fantaseaba con dar mi primer beso y tener una historia similar al de las películas, pero me paso algo mejor, obtuve a esa persona especial; Jerry se había convertido en eso, no simplemente en eso, si no en mi motivo
Camino con dificultad en mi cuarto, trato de no perder el equilibrio, choco contra mi escritorio cayendo sobre mi silla. Suelto un suspiro de decepción. Me sigo sintiendo débil. Recuerdo las palabras de Jerry antes de que tuviese que salir de viaje.
-¡Eres mi campeón!- Me dice. Esta al pie de mi cama acomodando su suéter. -Además cuando regrese tu y yo tendremos una cita.
-¿Una cita? ¡Súper! Jerry...- Bajo la cabeza, no podía estar feliz si se iba. -¿Puedo ir contigo?
Se tira a un lado de mi.
-No. Yo necesito que este corazoncito se recupere.- Lleva su mano a mi pecho. -Que este muy fuerte, necesito que estes bien. No sabría qué hacer sin ti.
-Este corazón estará fuerte por ti.
Saboreo el último beso que me da antes de despedirse. Cierro los ojos e imploro que vuelva. Me siento débil si no estoy con el. Busco mi teléfono para marcarle. La línea está ocupada, dejó mi teléfono a un lado.
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Respira, suspira y repite. {Aristemo}
Novela JuvenilAristóteles Córcega sabe que su último año de secundaria debe ser el mejor, y debe conocer a una chica para cumplir todas sus expectativas de pubertad. Es un chico popular, capitán del equipo de basquetbol y altruista. Cuauhtémoc Lopez es alguien ap...