Diego Ortega.
06. Diciembre. {Por la noche}—Son unos idiotas.— Digo. Habían arruinado mi camisa favorita. —¿Quien limpiará mi camisa?
La pareja de calenturientos se ríen, cada uno señala al otro. Me nefasteo y tiro mis compras en el suelo. Me pongo en el sillón acostándome a mis anchas.
—Diego. ¿Alguna vez tuviste novia?
Pregunta Aristoteles, me quito mi chaqueta y se la tiro en el rostro.
—Y cómo para qué quieres saber eso estúpido.— Me queda viendo intrigado. Temo trata de controlar una sonrisa, ese traicionero. —Cuauhtémoc Lopez Torres. ¿Le contaste la aventura?
Y la verdad sale a la luz.
—¡Lo siento! Era algo que no podía guardarme.
Y recuerdo ese estupido día. La cara de mi caramelito me doblegaba. Tengo una debilidad con Temo.
—Escucha muy bien Aristonteles, que no lo volveré a repetir, y no quiero que lo cuentes.
—Entendido, y se pronuncia Aristóteles.
—Por lo mismo, eso dije Jotosteles.— Tengo que imponer respeto. —Hace tres años tenía una novia, cosa divina, hermosa de la cabeza a los pies, y a la magnífica chica se le ocurrió que perdiéramos nuestra virginidad. ¡Y yo era una pobre alma virgen, casto y puro! Sin ninguna perversidad en mi mente.
—Y cuéntale qué pasó cuando bajó su pantaleta.— Dice Temo riendo.
—Ahí voy, no interrumpas la fluidez de mi historia Temo. En fin, ella acostada preparada para el gran paso se quito las pantaletas. Yo tenía mi mástil de fuera, preparado para explorar esas turbias aguas. Y me paso lo peor. ¡ELLA ESTABA EN SU MES! Ambos comenzamos a gritar, mi sabana estaba manchada. Dios, fue un desastre ese día. Y no estoy en contra de la naturalidad de la mujer, pero no babys, ese día comprendí que para mi me esperaban otras cosas, así que tuve que terminar con ella.
—¡Wow!— Dice Taradostosteles. Este chico tenía tanta versatilidad en su nombre que se me ocurrían miles de apodos y combinaciones posibles. —Me sorprende que tú hayas estado más cerca de una vagina que yo.
—Querido sé honesto contigo, tú si eres gay. Yo soy un poco bisexual, y Temo también tuvo sus cosas con una...
Temo me interrumpe, ahora el idiotatosteles quiere saber sobre ella. Me vuelvo a poner mis gafas, nadie se mete conmigo, ni mi caramelito.
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Respira, suspira y repite. {Aristemo}
Teen FictionAristóteles Córcega sabe que su último año de secundaria debe ser el mejor, y debe conocer a una chica para cumplir todas sus expectativas de pubertad. Es un chico popular, capitán del equipo de basquetbol y altruista. Cuauhtémoc Lopez es alguien ap...