El diario de Hollie, capítulo veintiocho

1K 31 3
                                    

- Hollie, espera - repitió obligándome a detenerme, no podía fingir que no lo había escuchado ya que había usado un tono muy elevado 

- Ah, ¿me hablabas a mí? - pregunté volteándome evitando mirar sus ojos, cosa que me resultó casi imposible

- Eres la única Hollie que conozco, Hollie. 

- Cierto, bueno debo ir a clases, la campana ya ha tenido un buen rato que ha sonado 

- No, espera quiero que hablemos

- Bien pero solo tengo tres minutos me toca anatomía y el profesor no me quiere mucho que digamos

- Bien, tres minutos es exactamente lo que necesito 

- Ok, te escucho

- Quiero saber qué rayos fue lo que nos pasó, solíamos ser tan amigos Hollie, eramos hermanos... ¿qué es lo que cambió? Es decir, desde que... ya sabes, desde tu cumpleaños nada fue igual aunque traté de que lo fuera, pero parece que tú no, nuestra amistad era tan bonita Holls, creo que lo de... probar más que amistad fue un error y...

- Vaya - interrumpí, no podía seguir escuchando todo eso "fue un error" ¿En serio todo lo que pasamos para él fue solo un error? - Que rápido se pasan tres minutos últimamente

- Hollie no puedes huir siempre, tendremos que afrontar esto tarde o temprano y en realidad prefiero que sea ahora. 

- ¿Y que quieres que te diga, que acepte sonriente nuestro "error"? 

- No fue lo que quise decir, no exactamente - dijo dándose cuenta del sarcasmo de mi voz

- No, es obvio que no Finn. Mira, en serio debo ir a clases, lo siento

Dí unos cuantos cortos pasos

- ¿Es que en serio creíste todo lo que te dije? - preguntó haciendo que me detuviera, volteé a mirarlo - ¿En serio creíste que yo te amaba Hollie? 

Ok, él me conocía tanto que hasta sabía cuales eran mis puntos débiles, me limité a mirarlo. Ni una palabra pudo salir de mi boca simplemente escuchaba el crujido lento y doloroso de mi corazón partiendose en miles de partículas diminutas

- Hollie, lo que dije esa vez en la fiesta fue simplemente porque quería que me perdonaras, quería probarte como no has tenido nunca enamorados quería saber que se sentía ser el primero, ¿me entiendes? no quise hacerte ilusiones lo siento pero es que pensé que pensarías que era más que obvio que yo nunca me fijaría en alguien como tú

- Y es obvio que no - dije yo luego de unos segundos justo cuando el estaba decidido a irse - ¿Cómo creí que te podrías fijar en mí si yo no soy rubia de ojos verdes?

- Hey para, tampoco quise decir eso

- Es que es obvio Beth es alta, delgada, tiene buen porte, ojos verdes, es rubia y para rematar todo esto, ella no es huérfana ¿no? Y justo cuando pienso que no me puedes sorprender más... ahí estas, el gran Finn Robinsson haciendo siempre de las suyas

Mi voz sonó algo metálica y ronca por el nodo que se había formado en mi garganta, me acerqué a mirarlo a los ojos con una mirada reprobatorio y suplicante a la vez. Necesitaba que me dijera algo, cualquier cosa, que me dé la razón de su comportamiento.

- Tienes razón - refutó para mi sorpresa - no puedo estar contigo porque no eres rubia ni tienes ojos verdes

No dije nada, el mutismo se habia apoderado completamente de mi ser al igual que el dolor, pero no podía irme así, necesitaba decirle algo, cualquiera cosa... dar a conocer lo casi nada de dignidad que me quedaba; recordé la rima LXXVII de Gustavo Adolfo Bécquer y se la recité:

- Dices que tienes corazón, y sólo lo dices porque sientes sus latidos; eso no es corazón..., es una máquina que al compás que se mueve hace ruido. 

- ¿Y crees que eso me duele? Hollie, terminamos

- ¿Cómo puedes terminar algo que nunca empezó? – pregunté sonriéndole mientras moría por dentro

Y diciendo estas últimas siete palabras caminé rumbo a mi clase de biología a sumergirme en el mundo de los ácidos ribonucleicos mientras Finn se quedó parado pensando

Me apoyé en la ventana del segundo piso del colegio, no podía entrar al colegio de esa manera.

El diario de HollieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora