Capítulo cuarenta y uno
Subí a un taxi luego de haberme recompuesto, el evento que el colegio estaba organizando para ganar más fondos para el baile de fin de curso sería en el centro comercial, bien pude haber ido caminando, pero ya iba retrasada un par de horas. Lo sé, fueron dos horas para reconfortarme de lo que pasó con Finn, es difícil perder a un enamorado, pero aún más difícil perder a tu mejor amigo.
Al llegar noté que todos los de mi grado estaban reunidos en un mismo lugar, caminé hacia ellos y me escabullí en medio del tumulto, al parecer estaban observando las actividades que habían hecho.
- Hey Stella - dije saludándola
- ¡Hollie! Creí que vendrías con Finn, ¿siguen sin hablarse? pensé que hoy lo solucionarían
- Pensé lo mismo, pero al parecer no puedo si él no quiere también
- ¿Qué pasó?
- Se cerró, no quiso si quiera escuchar ni una sola palabra de lo que quería decirle
- Bueno, tranquila, todo pasa por algo
- Lo sé, regreso enseguida iré a comprar algo
- No tardes, el director se enojará
- No te preocupes, el director tiene algo con tía Cara, ella lo hará entender - le guiñé el ojo en señal de complicidad y me fui
Caminé por todas las tiendas tratando de encontrar algo que me llamara la atención, pero honestamente fue imposible, Finn no podía salir de mi mente, añoraba esos tiempos en los que éramos mejores amigos. ¿Por qué tuve que enamorarme de él? ¿Por qué tuvo que pasar algo? Me odio tanto...
- Lo siento - dije chocando con alguien - Ah, Beth.
- Holi Hollie - saludó sonriendo, raro. Reí
- ¿Holi Hollie? ¿Qué es lo que quieres Elli? - pregunté
- Lo siento, solo trataba de ser amigable
- Exacto, ¿qué es lo que quieres? - la miré, suspiró
- ¿Podemos tomarnos un café para hablar?
- No tomo café, lo siento
- Un Starbucks. Un frapuccino de leche, también hay jugo de naranja, Hollie vamos no hay escapatoria
- ...Está bien - concluí
Fuimos a Starbucks caminando sin decir absolutamente nada, la verdad nunca me imaginé caminando nuevamente con ella y sobretodo ¡ir por un frapuccino! Raro, esto es raro. Ambas pedimos lo mismo, nos sentamos en los muebles de ahí, Starbucks estaba casi desolado, eso no se veía en un día normal
- Bien, ¿qué quieres hablar? - pregunté curiosa
- Hollie, quiero que seamos amigas, te extraño
- Já, ¿perdón? En serio Elli no estoy para juegos
- No es ningún juego, Hollie, yo he vuelto a ser la de antes, en serio me arrepiento tanto de lo que pasó... solo quería dejar de ser la tonta que era, quería ser alguien importante, como tú... solo quería encajar, lo siento
Querido diario:
No entiendo nada.
Hollie Felling Mckenzie
