El diario de Hollie, capítulo cuarenta y ocho

1K 28 4
                                    

- ¡Esto es por él cierto! - gritó haciendo que me detenga en seco

- ¿Quién es él? - pregunté

- ¡No seas cínica Hollie, Beth me lo contó todo!

- Espera, ¿tú hablas con Ellizabeth? - dije ahora más confundida

- ¡Nunca dejamos de hacerlo!

- Ella me mintió - susurré

- ¿Y eso es lo único que te importa? Me estás reemplazando con otro que apenas conoces

- Finn eso no es cierto y no es lo que piensas

- ¿Y cómo quieres que no piense otra cosa? ¿A caso tú no me dijiste "solo tú y nadie más"? ¡Tú me dejaste de hablar de la nada, tú practicamente lo publicaste! Es más, ¿qué hubieras pensado tú si yo te hubiera dicho eso justo después de que alguien te haya contado sobre tu nuevo pretendiente? ¡¿Dime qué hubieras pensado!? Las cosas que viste no te niego que sean ciertas, es más son ciertas; lo admito, y sabes lamento haber pensado y dicho eso, pero lo hecho , hecho esta

- Si, tienes razón, lo hecho está hecho. Ya fue, y esta vez en serio ya fue. No importa

- No vengas a joderme con eso Hollie, bueno si tal vez hubieras hablado conmigo, ¿cómo era que decías: "no me tienes confianza"? Sabes, lo que decidas lo acataré

- ¡Traté de hablar contigo! ¡Desde que me dejaste en serio traté! ¿Pero qué hacías tú? "No me hables Hollie, Joe me lo prohíbe" "¡El buen Jo! ¡El gran Jo! ¿Por qué no te casas con "Jo"? ¿Sabes? Te tenía confianza sí y como no te imaginas, confiaba más en ti que en Ellizabeth y Ellizabeth fue mi mejor amiga desde primer grado de primaria pero ni si quiera a ti quería decirte los problemas que tengo en casa porque son cosas que simplemente no veo por que debo ir compartiendo por ahi con todo el mundo o con una persona ¿Por qué no "acatas" esto? Lo nuestro, ya fue. 

- Que tengas suerte en tu vida. Adiós.

- ¡Eres un imbécil! - dije puñeteando su abdomen mientras unas lágrimas eran retenidas en mis ojos y otras débiles se derramaban por mis mejillas 

Él hablaba con ella.

¡Se supone que es mí mejor amigo! ¡Lo fue! ¡¿Por qué con ella?! Y aunque mis nudillos me dolieran terriblemente lo que más me dolió fue que él haya dejado que le golpee y cuando me cansé tomar mis muñecas y darme un pequeño beso en la frente. 

Lo odié. 

Lo odié como nunca antes lo había hecho

El diario de HollieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora