El diario de Hollie, capítulo sesenta y tres

832 25 2
                                    

Había conseguido la mitad del dinero de tía Cara vendiendo cosas en eBay, no era consciente de que tuviera tantas cosas valiosas. Estaba noventa y ocho por ciento segura de que si vendía la hermosa guitarra de mi padre autografiada por Jhon Lennon podría reducir la cuenta que nos queda pendiente por más de la mitad. Lo único buena era que teníamos tiempo antes de que embargaran nuestra casa.

Pero

 no podía ser tan cruel al vender aquél objeto tan valioso para mí y para mi hermano (aunque él no lo diga, sé que realmente lo aprecia), lo tomé con suma delicadeza entre mis manos y me senté en el balcón con ésta, pasé mis dedos suavemente por las cuerdas, raspándolas, era imposible que yo pudiera tocar la guitarra, nunca había aprendido y nunca lo haré. 

Quedé mirando al infinito una vez más en el día, me había soltado la hora de comer por el simple echo de que estaba llena de tantos pensamientos rondando en mi mente, principalmente, la conversación que tuve con Sylvester luego de una reprimenda por estar tan altanera con los demás. 

"No me importa Hollie, casi haces llorar a Eloisa con tus brillantes y sarcásticos comentarios"

"No era esa mi intención" - mascullaba

"¿Ah, no? ¿Me puedes exlpicar entonces qué rayos pretendías con esa actitud tan idiota de tu parte?" - preguntó realmente furioso conmigo

"Lo siento" - respondí con un par de lágrimas aglomeradas en mis ojos - "Solo quería estar sola un rato, no pretendía venir a este colegio por amigos, Sylvester, no quería más personas en mi vida" - admití en un susurro

"Hollie, ¿qué sucede?" - inquirió esta vez preocupado 

"Finn, Finn y Rodrigo" 

"Espera, ¿qué demonios tiene que ver Rodrigo en esto? ¿Tengo que ir a partirle la cara a ese infeliz?"

"No" - susurré calmando un poco su rabia - "No es su culpa, soy yo. Lo ilusioné sabiendo que no me he podido sacar a Finn de la cabeza aún"

"Reina, ha pasado ya demasiado tiempo de eso... Debes superarlo"

"Es que me gusta de nuevo; pero no quiero que me gusta, pero aún así me gusta, o sea... Rayos."

Sonrió levemente por mi claro nerviosismo, mas esa sonrisa no le llegó ni a los ojos, posó su mano en mi brazo y me miró dándome a entender que me apoyaba

"Te entiendo, sé lo que quieres decir... Continúa" - me alentó 

"Y ayer pasé por su casa" - dije tímida, su mano se tensó - "No pasó nada" - lo calmé, sonreí triste - "Pero, pude ver que aunque él diga que no y toda la cosa, por sus actitudes sé que le sigue importando Beth y estando frente a su casa, mirándolo sin que él lo note, noté que gilea a varias chicas a la vez"

"¿Gilea?"

"Ya sabes, le dice cosas bonitas para poder estar con ellas... Lo escuché decírselo a su primo"

"No te enojes pero era obvio lo de Beth, después de la cosas que me contaste también era de suponerse. Pero no sé, date cuenta que Beth está pendiente de Rodrigo últimamente"

"No Sylvester, es que tú no sabes, tú ves" - recalqué

"En eso tienes razón"

"Bueno, como sea, me gusta y ¿sabes qué? me he dado cuenta que soy idiota

porque a mí no me gustaba hasta que ese imbécil me dijo "me gustas" cuando yo era una boba de casi quince" - comenté haciendo que él se sorprendiera

"¿Y?" - me alentó a seguir

"Y yo idiotamente le creí y me empezó a gustar y luego dijo "no quiero arruinar nuestra amistas eres mi mejor amiga" y yo tipo que: Oh, que adorable, está bien, ¡Idiota, soy idiota!" - dije

El diario de HollieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora