With You; (Park Chanyeol)

15

Todo el mundo extiende su mano,
pero sólo te lo mostraré a tí.

☾

Yoon

-Su hora ha terminado.- El encargado de lugar nos había interrumpido.

La puerta se había abierto y Chanyeol se separó de mi tan rápido como pudo. Sin decir nada se levantó y tomó mi mano, levantándome también.

Cuando me subí con él a la moto, nadie dijo nada durante el camino, estábamos demasiado incómodos.
No sabía a donde me llevaba exactamente, el horario de clases ya había terminado y no pensé en otro lugar más que mi casa, pero el camino no era aquel, Chanyeol solo conducía, el sol se iba y el frío aumentaba.

Después de 20 minutos de trayecto, Chanyeol detuvo la moto en un parque, donde las luces de los edificios lo iluminaban y hacían que este se tornara de color rosa, aveces rojo, también morado, y por último azul. ¡Era hermoso! Enfrente había un pequeño lago, los árboles enormes le daban más vida al lugar, y el sonido de la ciudad era ingenuamente bajo, sin molestias.

Chanyeol se quitó el casco, yo repetí su acto, después sin decirme nada se dirigió hasta la orilla del lago, colocó sus manos en sus bolsillos y se quedó ahí, observando.

Yo me acerqué y simplemente me senté, por unos instantes, parecía que el silencio era nuestro mejor aliado, aún que la incomodad me succionaba la emoción.

Chanyeol se sentó junto a mi y volteó hacia mi rostro, enseguida yo volteé también y sonreímos al mismo tiempo.

-Es de mis lugares favoritos en Corea, aquí solo estás acompañado de la naturaleza, pero al mismo tiempo se refleja la ciudad. Vengo aquí siempre que quiero relajarme. -Chanyeol lo dijo como si se tratara del mismísimo Dubai.
-Es muy hermoso. -Añadí.

Nos quedamos ahí, viendo el atardecer, y en absoluto silencio, habían ocasiones en las que nos mirábamos, pero ¿Que significaban sus miradas? No podía dejar atrás lo que estaba apunto de ocurrir en el karaoke, si tan solo el tiempo se hubiera detenido, habría besado a mi mejor amigo.

Aquellas miradas se conectaban durante varios instantes, y aveces, sin querer; solamente su sonrisa me mantenía en calma, y la confianza que él me transmitía, era un respiro ante su perfecto rostro.

La noche cayó y yo también, no noté cuando mi cabeza se recostó en el hombro de Chanyeol, y agotada por el día, mis ojos me traicionaron y dormí profundamente.
Solo había sentido unos enormes brazos cargándome, el me había sentado en la moto, me cobijo con su suéter, me coloco el casco y yo solo apoyé mi cabeza contra su espalda. Durante el camino dormía, aún que no fuera tan placenteramente. Solo mis brazos rodeaban su cintura y eso me hacía sentir segura, sabía que no me dejaría caer.

Una vez más se detuvo, y entre ronroneos por parte mía deje que él me cargara hasta llevarme adentro de mi casa.

Entre sueño y el venir medio despierta, alcanzaba a escuchar voces, pero no habría mis ojos, estaba demasiado somnolienta.

-Muchas gracias Chanyeol, se que está descansando bien. - Se escuchó por parte de mi madre, mientras avanzábamos hasta mi habitación.
-¿Pero por qué Yoon no contestó ninguna de mis llamadas? Me tenían preocupada Chanyeol.
-Lo siento señora, nos fuimos a divertir como niños un rato y Yoon apagó su teléfono.
-Bueno, gracias por cuidar de mi pequeña, ahora ve a casa o tú madre estallará.

Chanyeol me dejó sobre la cama con una delicadeza como si de un bebé se tratara, me apagaron la luz, y mi madre cerró la puerta suavemente.

☾

A eso de las 3:00 am de la madrugada, mi cuerpo me pidió hidratarme, así que bajé hasta la cocina, y mientras bebía decidí encender mi teléfono. Arrastraba toda la barra de mensajes.

-45 llamadas perdidas. -Mamá.
Pff, me matará.
-¿Dónde estás tonta? Mamá te esta buscando como loca. -El idiota de mi hermano.
-Te quiero y te esperaré.- Jong-Dae.

Espera, ¡Chen!

¡Que idiota! ¡Olvide por completo mi quedada con Chen en el café!
Mierda mierda, comencé a chillar del estrés.
Todo el día me la había pasado baboseando y Chen había desaparecido de mi mente.
Lo había dejado plantado.

Jong-Dae.

-¿Ya vienes Yoonie?
-¿Donde estás?
-¿Puedo pasar por ti?
-Te he esperado durante una hora.
-Creo que estoy exagerando, tal vez solo se te hizo tarde.
-Fui a buscarte, tú madre no sabe dónde estás.
-Estoy demasiado preocupado, por favor atiende.
-Me estoy muriendo de la preocupación, solo dime qué estás bien.
-Voy a ir a buscarte.
-Tu madre me ha llamado, me dijo que ya estabas en casa.
-Te quiero.
-No se por qué motivo no hayas llegado, comienzo a creer que quieres que me aleje.
-Descansa, Yoonie.

Mi corazón se achicó y solo pude pensar en una cosa, lo idiota que había sido, debí de avisarle a Chen donde estaba.
Solté un suspiro y decidida a hacer todo por qué Chen me perdonara, puse mi alarma una hora antes de lo habitual, iría con Chen, pasaría por él para irnos juntos a la escuela y podría explicarle. De paso iría a la cafetería también y le compraría algo.
Me sentía totalmente fatal, pero tenía que hacer algo, esta vez había cruzado la raya.

☾

Toque la inmensa puerta, hasta que Jong-Dae salió, ya listo, se sorprendió de verme, avanzó un poco dejándome atrás y cerrando la puerta.

-¡Hola! Buenos días.- Dije conmovida.
-Hola.
-¿Amaneciste bien? Te he traído un café.
-Gracias.

Chen tomó el café tan fuertemente que se hizo notar su coraje. Él estaba cortante y yo nerviosa, sabía lo molesto que estaría, esto me costara mucho trabajo.

-Chen yo...
-Olvídalo Yoon, solo debiste decirme que estabas con el idiota Chanyeol.
-¿Por qué lo llamas así?
-Por que lo es, ¿no es claro?-Su mirada demostraba mucho más lo enfadado que estaba.

Aquel comentario me había molestado, pues al final no era culpa de Chan, solo era mía, él no tenía idea de qué yo me había quedado de ver con Chen.

Detuve a Chen en seco parándome frente a él y comencé mi discurso algo nerviosa.

-Chen por favor perdóname, lo olvidé por completo, y fue una irresponsabilidad mía dejar el teléfono apagado. Es solo mi culpa, por favor perdóname... No es que no te quisiera ver, solo que el tiempo se me acabó y mi memoria estúpida me falló, Chen te lo recompensaré, por favor perdóname.

Junte las palmas de mis manos y agache mi cabeza, rogándole que me perdonara.

-Nos vemos después, Yoon.

Chen se fué, sin decir nada ya había avanzado y yo me había quedado atrás, insatisfecha por no haber logrado su perdón, la bufanda roja que traía sobre el cuello comenzaba a ahorcarme, quería que la tierra me tragara, el frío mañanero golpeaba mis pómulos y los ponía congelados, pero eso no me dolía, me dolía que esta situación pasará y qué perdiera a mi amigo, que perdiera a Chen.

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