With You; (Park Chanyeol)

19

Quiero ser el único que la oiga,
ella es mi melodía.

☾

Yoon

Chanyeol bajaba del camión lentamente despidiéndose de sus amoríos pasajeros que viajaban en él.
Llevé a Chanyeol a patinar.
No era por nada pero yo amaba realizar esa actividad, me divertía tanto deslizando mis pies sobre el frío hielo cristalino y siempre había sido muy buena haciéndolo.

-Estás loca, no sé patinar.
Chanyeol me miró aterrado y yo solo reí un poco.
-Yo te enseñaré.

Cuando nos alistamos con los patines esperando a que encontraran unos para los enormes pies de Chanyeol, recogí mi cabello en una coleta y ajuste mi ropa.

-¿Segura que eres buena en esto?-Chanyeol me miró de arriba a abajo con su rostro asustado.
-Nadie mejor que yo.- presumí.

En cuanto teníamos los patines puestos salimos a la pista. Me fui deslizando poco a poco y cada vez iba más rápido. Daba algunas vueltas y sonreía muy feliz, esto era pan comido para mi, cuando avance y después de haber calentando un poco, me había olvidado de un pequeño, bueno, un enorme detalle.

Chanyeol.

Él estaba aún en la orilla intentando patinar agarrándose de la barandilla. Él caminaba en vez de deslizar sus pies y aterrado sostenía sus gafas para que no cayeran. Era como un cachorro asustado e indefenso.
Reí bajo y me acerqué patinando hacia el.

-Chanyeol tardarás años en dar la vuelta si sigues así.
-Necesito tiempo Yoon.

En un acto de amistad y cariño tomé a Chanyeol de la mano.

Lo miré intentando que se sintiera seguro conmigo, miradas cálidas y neutras.
El parpadeo un par de veces, pues estaba un poco sorprendido pero no me soltó.
Su mano estaba fría por la barandilla, pero no me molestaba.
Sin despegar la mirada hacia él, lo llevé avanzando poco a poco, diciéndole que dejará deslizar sus pies, y esta vez, yo cuidaba de Chanyeol, aún que fuera más pequeña, hoy estaba yo para protegerlo.

Lo llevaba rodeando la pista, y yendo lentamente él confió en mí, se deslizaba más rápido poco a poco, tomando mi ritmo.

Cuando Chanyeol lo tomó, íbamos a un solo desliz, dando demasiadas vueltas, pero sin soltarnos de la mano.
Esto era algo único, inigualable, tener su mano pegada a la mía, dejándonos llevar y estallando en risas por las veces en las que Chanyeol podía caer dejando que su espalda se fuera hacia atrás.

Nuestra hora terminó y Chanyeol me invitó a comer.
Fuimos por un poco de ramen y en Seúl el agua caía ligeramente, hacia algo de frío.

-Mierda, no tenemos paraguas.
-Lo sé, hace un frío fatal.-Dije entre lenguas, tenia los labios congelados y la cara también.
Chanyeol se detuvo y yo lo hice también, se quitó su abrigo y me lo dió a mi.

-¿Qué haces?, morirás de frío.- Dije observándolo misteriosamente.
-Tú también lo harás, no te quejes y cúbrete.

Chanyeol me acomodaba el abrigo mientras la lluvia caía sobre su cabello y empañaba sus gafas, con pequeñas gotitas decorándolas.
Esa carita tierna, y unos labios fríos hacían de  Chanyeol un chico blando y frágil.

Caminábamos más rápido, hasta que encontramos la tienda de 24 horas, la que estaba cerca de mi vecindario.
Llegamos empapados, y nos cubrimos sobre la acera de aquella tienda.

-¿Café?- Dijo Chanyeol.
-Eso mismo estaba pensando.

Entramos limpiando la suela de nuestro zapato, y al ver que no había nadie más que el chico en el mostrador, un silencio absoluto nos incómodo a los 3.
Chanyeol miró furioso a aquel chico cobrador y él parecía asustado.
Yo apretaba fuertemente las mangas del abrigo buscando calor.