BOKU NO HERO NO ME PERTENECE
SE QUE DIJE QUE EN ESTE CAPÍTULO HABRÍA LEMON, PERO SE ESTABA TORNANDO DEMASIADO LARGO, ES POR ELLO QUE DECIDÍ DIVIDIR EL CAPÍTULO EN 2 PARTES, LA SIGUIENTE TENDRÁ LEMON SI O SI, PERDÓN :(
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Viernes por la noche, las calles estaban casi desiertas, entre las pocas personas que circulaban por estas se encontraba una chica de cabello castaño y mejillas algo llenitas la cual llevaba consigo unas ¿maletas? Al parecer se encontraba recriminádose por algo.
Uraraka: - ¡Genial Ochako! Tenías la opción de tomar un taxi desde el aeropuerto pero no... tu estúpida nostalgia pudo más y decidiste tomar el metro para ir a tu hotel.- Comentaba frustrada por su propia actitud.
Estaba tan inmersa en sus reproches que no se percató que alguien la seguía hasta qué sin querer dio la vuelta en una calle que no tenía salida y al girar sobre su eje se encontró a un par de jóvenes, los cuales no se veían tan avanzados en cuanto a la edad, estos llevaban ropa en su mayoría negra y tenían sonrisas arrogantes.
???: - Oye lindura... no quiero ser molesto, pero ¿Te importaría entregarnos todo lo que tengas?- Dijo manteniendo la misma sonrisa mientras jugaba con una navaja de bolsillo.
Uraraka: - ¿Y si me niego?- Comentó con una sonrisa que asustó un poco a ambos chicos.
???: - Pues te mataremos- Dijo ahora algo nervioso.
Uraraka: - Chicos, por favor... no hagamos esto... acabo de regresar a Japón y la verdad no estoy muy alegre que digamos.- Mencionó irritada la pelicastaña.
???: - No me importas tú o tu patética vida... ahora ¡Dame todo lo que tienes!- Exigió mientras apuntaba tambaleantemente la navaja hacia la chica quién sin pensarlo utilizó algunos movimientos aprendidos durante su pasantía en la academia de artes marciales de Gunhead en el primer año en UA y desarmó al chico arrojando la navaja al suelo en un abrir y cerrar de ojos sometiéndolo de paso con una llave, pero no se percató que la navaja que había arrojado había sido tomada por el compañero de este, el cual se encontraba corriendo hacia ella, mientras, pensaba cómo esquivarlo sin dejar de someter al chico que se encontraba aprisionado en el suelo, hasta que reaccionó y se dio cuenta de que ahora el chico que llevaba aquel arma blanca entre manos estaba demasiado cerca, justo cuando iba a intentar esquivar el objeto punzocortante, sin poder evitar recibir algún corte, una mano apareció deteniendo la navaja desde el propio filo, haciéndose daño en la palma, sorprendiendo a la heroína, el sujeto que se encontraba preso entre el suelo y el cuerpo de la chica alzó un poco la mirada y observó aquella silueta que lo hizo temblar... Después de todo, a él aún le seguían gustando los héroes y uno en particular... su ídolo de hace unos dos o tres años atrás, el en ese entonces héroe novato y actúal símbolo de la paz.
En tan sólo un pestañeo de la chica, el par de asaltantes se encontraba inconciente en el suelo.
???: - Se encuentra bien señorita... ¡Uraraka-san!- Exclamó incrédulo el salvador de la pelicastaña quién levantó la mirada y se encontró algo que la dejó impactada.
Uraraka: - ¿Deku-kun?- Preguntó temblando ligeramente y es que sí, delante de ella se encontraba su ex-compañero de la academia y primer amor: Izuku Midoriya... pero había algo más en el... algo diferente, dirigió su mirada a esos ojos color esmeralda que siempre lograban colarse en sus sueños.
Instintivamente, el peliverde dirigió su mirada hacia los ojos color café de la "chica infinito" para perderse por completo en una batalla de tonalidades.
Los minutos pasaron y ninguno deseaba apartar la mirada de los ojos del otro, aquellos ojos que ambos extrañaban desde su despedida, hasta que la pelicastaña reaccionó y lo primero que hizo fue abrazar a su antiguo amor de la Academia quién reaccionó al suave contacto y calidez que emanaba esa muestra de afecto de parte de su antigua amiga a la cual solo atinó a responder e inhalar el aroma de su cabello, un aroma a vainilla que le encantó.
Pasados unos segundos el abrazo finalizó y una leve tonalidad carmín brotó en las mejillas de ambos.
Izuku: - ¡Uraraka-san! ¿Qué haces aquí?- Preguntó extrañado
Uraraka: - Acabo de regresar Deku-kun- Dijo sonriente, la sonrisa desapareció al ver la palma del chico que se encontraba sangrando demasiado. - Deku-kun- Llamó la pelicastaña.
Izuku: - ¿Qué sucede Uraraka-san?- Preguntó tranquilo.
Uraraka: - Tu mano...- Dijo asustada.
Izuku: - Ohh eso... no te preocupes- Respondió con una sonrisa atrapando la atención de la chica y acelerando su ritmo cardiaco.
Uraraka: - Deku-kun... tu siempre preocupándote por los demás- Suspiro resignada, pero en sus adentros feliz pues esa parte del peliverde no había cambiado.
Izuku: - Enserio estoy bien... fue solo un pequeño corte-
Uraraka: - ¿Un pequeño corte? ¡Deku-kun tu mano está llena de sangre!- Comentó enojada. - Así que vamos a curarte, ¿Hay algún hospital cerca?-
Izuku: - No pero...- En ese instante el pecoso se tapa la boca intrigando a la chica de mejillas regordetas.
Uraraka: - ¿Pero qué Deku-kun?- Cuestionó curiosa.
Izuku: - Pero... mi departamento está cerca... ahí tengo un botiquín de primeros auxilios- Comentó sonrojado con la cabeza gacha.
La heroína Uravity se sonrojó por eso, pero se dio cuenta de algo... sería una mejor oportunidad para recuperar el tiempo perdido con SU Deku-kun.
Uraraka: - Bien... ¡Vamos!- Dijo decidida asombrando y poniendo nervioso al peliverde.
Izuku: - Uraraka-san... no hay necesidad de molestarte... puedo curarme sólo- Respondió nervioso.
La pelicastaña frunció el seño:
Uraraka: - No señor ahora vamos- Comentó mientras tomaba a su antiguo amor de la Academia y comenzaba a caminar hacia algún lugar.
Izuku: - Uraraka-san espera- Comentó suspirando mientras tomaba su teléfono con algo de dolor y llamaba a las autoridades para que se encargaran de los recientes agresores de la chica quienes estaban atados e inconscientes. - Además... mi departamento está hacia el otro lado.- Dijo sonriente mientras una leve tonalidad carmín brotaba en las mejillas de la fémina, ésta era una mezcla de vergüenza y nerviosismo.
Caminaron en silencio y llegaron al edificio del pecoso quien se ofreció a cargar las maletas de la chica pero ésta se negó, aunque un poco sonrojada por el acto de caballerosidad del chico.
Entraron al departamento y para sorpresa de la pelicastaña éste no era muy grande, más bien acogedor, las paredes eran blancas y estaba bastante iluminado, aunque el ventanal que se encontraba en la sala ayudaba bastante.
Izuku: - Bien Uraraka-san Siéntete como en casa- Comentó sonriente mientras iba hacia el baño por el botiquín de primeros auxilios.
La chica de mejillas regordetas tras lo dicho por su ex-compañero no pudo evitar imaginarse viviendo con él, estando abrazados en la alcoba mientras se demostraban amor mutuo, para dispersar dichos pensamientos agitó la cabeza y trató de normalizar su respiración, después de todo nunca podría vivir con Deku-kun ¿Verdad?
Izuku: - Bien Uraraka-san ya está- Comentó el chico mientras traía una cajita amarilla, para después sentarse en el sofá y sacar lo necesario para limpiar y desinfectar la herida y después vendarla, al fin y al cabo, tenía experiencia, habían ocasiones en las que se sobre-excedia entrenando y algunas veces Recovery Girl no podía atenderlo y esto lo orillaba a actuar por su cuenta.
Para sorpresa del sucesor de All Might la heroína con la particularidad de Gravedad Zero se sentó a su lado y lo tomó de la mano, sonrojándolo de paso, para comenzar a desinfectar la herida.
Ochako pudo sentir el áspero pero cálido contacto de las manos del joven héroe, recorrió algunas de las cicatrices que aún permanecían como fieles testigos de arduos entrenamientos y grandes riñas vividas con anterioridad las cuales llenaban de emoción al joven cuyo más grande sueño se cumplió, pero ahora era diferente... ese perseverante chico se encontraba sumido en la suavidad y calidez que transmitían las manos de su antigua amiga. Al principio temió de que las marcas le dieran asco o la asustaran, pero para su sorpresa no fue así, un escalofrío recorrió su cuerpo cuando la chica de mejillas regordetas remarcó una de sus cicatrices con el dedo.
Sin decir nada la mano del chico terminó vendada y él mismo decidió romper el hielo.
Izuku: - Uraraka-san ¿Qué hacías en esa calle?- Preguntó algo preocupado.
Uraraka: - Pues recién regresé a Japón y no quise tomar un taxi hacia mi hotel... Después de todo terminé perdida- Finalizó con una sonrisa nerviosa.
Izuku: - Oh bueno... si gustas puedo llamar un taxi para ti-
Uraraka: - Muchas gracias Deku-kun- Comentó sonriente mientras el ritmo cardiaco del chico aumentaba.
Izuku: - Bueno...- Antes de finalizar es interrumpido por un gruñido que resultó ser su estómago, pues estaba hambriento. - Perdón Uraraka-san es que no he comido desde la mañana- Comentó nervioso mientras se revolvía el cabello sonrojando un poco a la chica pues a su parecer, su ex-compañero se veía increíblemente bien. - Por cierto... ¿Tienes hambre?-
Uraraka: - Yo bueno...- No pudo finalizar debido a que había bajado la cabeza manteniendo la tonalidad en sus mejillas, esto ya que su estómago, al igual que el del peliverde gruñó-
Izuku: - Creo que eso es un SI- Dijo sonriente mientras tomaba su teléfono y pedía una pizza.
Después de unos minutos más de charla el timbre sonó indicando que su cena había llegado, el peliverde salió y pagó por el encargo mientras ella se iba hacia la barra que comunicaba el salón con la cocina.
El chico regresó y se dispusieron a cenar mientras continuaban hablando acerca del viaje de la chica, quién se extrañó al ver que en la cocina había una botella de vino.
Uraraka: - Deku-kun ¿Bebes?- Preguntó extrañada.
Izuku: - Oh eso... sólo suelo usarlo para brindar en ocasiones especiales.- Respondió sonriente.
Uraraka: - ¿Enserio?-
Izuku: - Sí, por qué ¿tu bebes?- Cuestionó expectante el chico.
Uraraka: - Casi no... pero tengo que admitir que a veces un trago viene bien- Dijo sonriente, el peliverde se levantó de su asiento y tomó la botella de vino, así como dos copas soprendiendo a la chica.
Izuku: - Bueno... esto es una ocasión especial, así que ¿por qué no brindamos?-
Uraraka: - ¿Estás seguro Deku-kun?-
Izuku: - Bueno... si tú quieres- Dijo nervioso.
Uraraka: -Claro- Asintió con una sonrisa.
El chico sirvió aquel licor y ambos brindaron.
Sin darse cuenta, la noche transcurrió entre pláticas y juegos mientras la botella cada vez carecía más de contenido.
Uraraka: - Deku-kun...- Llamó sonrojada y algo afectada por el alcohol, pero lo suficientemente consciente de la situación.
Izuku: - ¿Qué sucede Uraraka-san?- Cuestionó en condiciones similares.
Uraraka: - Verdad o reto- Dijo sonriendo.
Izuku: - Reto- Respondió de la misma manera.
Uraraka: - Aguanta 30 segundos sin respirar.- Dijo risueña mientras el chico acataba la orden.
Izuku: - Bien Uraraka-san verdad o reto- Preguntó mientras normalizaba su respiración.
Uraraka: -Reto-
Izuku: - Trata de lamer tu codo.-
La pelicastaña lo intentó pero no pudo.
Uraraka: - Es imposible Deku-kun- Dijo harta de intentarlo - Verdad o reto-
Izuku: - Verdad-
Uraraka: - Bien... ¿Quién te gustaba cuando estábamos en la academia?- Preguntó bastante interesada.
El actual símbolo de la paz enrojeció más que por el estado en el que se encontraba, por la pregunta.
Izuku: - ¿Estás segura de que quieres saberlo?- Preguntó cabizbajo y nervioso.
Uraraka: - Sí, ¿Era Momo?- Preguntó nerviosa.
Izuku: - No... eras tú- Respondió cabizbajo sonrojando a la chica. - Verdad o reto Uraraka-san- Preguntó nervioso tratando de acabar con la pregunta.
Uraraka: - Verdad- Respondió tranquila, pero esa tranquilidad se convirtió en nerviosismo al oir la pregunta.
Izuku: - ¿A ti quién te gustaba cuando estábamos en la academia?- Cuestionó nervioso.
Uraraka: - Tú- Comentó cabizbaja con un sonrojo masivo mientras jugaba con sus dedos.
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CAMBIO DE ÚLTIMO MINUTO (IzuChako)
RomanceOchako regresa a Japón y se reencuentra con aquel chico peliverde que aumentaba su ritmo cardiaco con sólo una sonrisa. Su amor no será sencillo, pero ¿podrán estar juntos?