Hablando.

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Mo había estado buscando puestos de trabajo en el periódico pero ninguno le servirá o era muy lejos o necesitaba a verse graduado de secundaria y obviamente lo segundo nunca pasaría. Ya era hora de que volviera a casa de He Tian para darle de comer pero realmente no quería, llevaba mucho tiempo con el desde ayer aunque le había pagado bastante más por darle de desayunar y acompañarle a la compra  pero aún así no quería verle, luego a la noche iba a ver a su madre, tenía miedo, mucho miedo, tenía miedo de que no le creyera y lo echaría de casa para siempre.
Cuando llegó a casa de He Tian como siempre el moreno le recibió feliz, a cambio de que le hubiera pagado más esa mañana Mo le recompensó haciéndolo estofado de carne.

- ¿Sabes Mo? Si tú nombre se pasará del mandarín al jin y luego se tradujera al inglés sería don't close the mountain.- Le dijo burlón He Tian.

- ¿Y que?

- Que eres una pequeña montaña~- Decía el pelinegro sonriente.

- Tsk cállate, eres un puto pesado.- Dijo Mo irritado, pero no quería pelear con el moreno ahora tenía cosas más importantes que hacer como pensar en lo que le iba a decir a su madre.

- Montañita no te enfades conmigo~- Intentaba He Tian enfadarlo.

- Cállate, cállate por favor.- Prácticamente el pelirrojo le suplico, con lo tranquilo que estaba esa mañana y la ansiedad le estaba volviendo al pensar en su madre.

Cuando terminaron de comer el pelinegro se tumbó en el sofá.

- Puedes quedarte otra vez para echarte la siesta.- Le propuso el pelinegro.

- No tengo sueño.- Le contestó Mo que le sorprendió mucho a el mismo porque era la primera vez en nueve años que no tenía sueño.

- ¿Y jugar a la Play?- Le volvió a proponer He Tian, definitivamente quería estar más con Mo.

- Bueno está bien.- Definitivamente Mo no se podía negar a los videojuegos.

He Tian empezó a buscar por los cajones sacando muchos videojuegos, luego su Playstation 4 era la la Slim que era una versión mejorada de la original a parte de que el diseño era la edición limitada de Naruto también estaba conectada a una televisión tan grande como la pared era curve HD, al ver todo eso el pelirrojo paso mucha envidia, el tuvo que vender todo para sacar más dinero.

- ¿Quieres jugar al Nier Autómata?- Le preguntó el pelinegro al pelirrojo.

- ¿Ese es de la chica con una katana?- Le contestó con otra pregunta.

- Si.- Dijo feliz He Tian al ver el interés de Mo.

- Está bien pero no sé jugar.

- Toma el mando.- Le dió un mando y se sentó al lado suya.- Con el L1 se corre, con el cuadrado se ataca...

Mo dejó de escuchar todo lo que le decía por culpa de la cercanía. He Tian estaba agarrando las manos de Mo y el pelirrojo estaba agarrando el mando, su cara estaba a escasos centímetros de la del pelirrojo. Mo se puso demasiado nervioso, no sabía que hacer, no paraba de mirar a He Tian, se daba cuenta de sus largas pestañas, sus manos más grandes que las suyas, sus largos dedos y de su olor. El pelirrojo nunca le había prestado atención a el olor de la gente pero al tener al moreno tan cerca era inevitable no oler ese olor tan agradable que tenía.

- ¿Lo has entendido?- Dijo el pelinegro pero Mo no contestó.- ¿Mo?- Se giró al ver que el pelirrojo no contestaba quedando sus narices rozando haciendo que He Tian se sonrojara levemente pero Mo se sonrojó hasta las orejas.

- Me me te-tengo que ir.- Se levantó de golpe el pelirrojo dejando el mando en las manos del moreno.- Me pagas mañana ¿Vale? ¡Adiós!- Dijo deprisa para salir cuanto antes del apartamento.

Mo salió corriendo de allí hacia su casa, ahí esperaría a Xiaoqing para luego hablar con su madre, si su madre no le aceptaba definitivamente se suicidaría.
En el tiempo que estuvo esperando solo en casa no pudo evitar llorar se odiaba a si mismo.

- Mi madre me odia, debo dinero a todo el mundo, soy un muerto de hambre y ahora tengo dudas por culpa de un chico que se burla de mí.- Pensaba Mo ya explotando y dejando salir toda su ansiedad.

Cuando llegó Xiaoqing no dijo nada porque ya sabía que estaba pasando simplemente cuando el pelirrojo se calmó un poco le dejo la Nintendo que se había traído para que se despejara un poco.
Para Mo los videojuegos muchas veces eran su salvación, le hacían concentrarse en ellos y por un momento se olvidaba de realidad, huía de ella.
Estuvieron esperando hasta las dos de la mañana, que era la hora que su madre llegaba de trabajar. Cuando su madre llegó se sorprendió bastante al ver a Mo sentado en el sofá.

- ¿Que haces aquí?- Preguntó de forma despectiva.- Ah Wu no te había visto, ha pasado mucho tiempo ¿Que tal estás?- Dijo la mujer preguntándole a Xiaoqing con una falsa sonrisa.

- Estoy bien Mo Yuga, estamos aquí porque Shan y yo queríamos hablar contigo.- Le contestó con otra sonrisa falsa.

- ¿Que queréis?- Decía mientras dejaba el bolso en la mesa y quitándose el abrigo.

- Qui-quiero arreglar las cosas contigo.- Dijo Mo nervioso y con ganas de vomitar.

- Bien, sentemosnos.- Propuso la madre.

El pelirrojo y Xiaoqing se sentaron juntos y enfrente Yuga. Mo estaba demasiado nervioso no podía parar de temblar seguramente su madre y su amiga lo habían notado, no podía, quería irse para no volver y mandarlo todo a la mierda.
Empezó ha hablar Xiaoqing con su madre pero el pelirrojo claramente por mucho que lo intentará no conseguía concentrarse, en ese momento solo quería morir.
Al final todo había terminado estaba su madre llorando enfrente suya, para Mo todo había pasado demasiado lento pero solo habían pasado dos horas desde que empezaron a hablar, entre el y Xiaoqing le habían podido contar todo, desdé que se fue de casa su padre hasta exactamente ese día que estaban ahí sentados.

- Perdóname Shan, perdóname.- Decía Yuga mientras lloraba.

Mo no contesto, se levantó y se dirigió hasta el baño, levantó la tapa del bater y entre muchas arcadas vomitó todo lo que había comido ese día.

- Xiaoqing, mañana en el instituto dile a He Tian que estoy malo y que no voy ha ir a cocinarle, también dile que te dé el dinero que me debe y que si tampoco voy pasado mañana dile que sigo malo.- Le decía sentado en el suelo del baño mirándola porque le había seguido.

Cuando Xiaoqing se fue de casa se quedaron Mo y su madre solos.

- Ma, yo...- Dijo Mo intentando mantener una conversación.

- No te preocupes Shan, te creo, ahora a las cinco tengo que volver a trabajar, así que me iré preparando, cuando tenga tiempo libre llamaré al instituto para solucionar las cosas también quiero que me presentes al chico que le cocinas, no me fío, igual es como She Li ¿Vale?- Le dijo la madre y el pelirrojo asintió a pesar de que no le hacía ni puta gracias eso de presentarle a He Tian.- Ahora vete y descansa en la cama.- Le dijo dándole un beso en la frente al pelirrojo.

Mo se fue a la cama como ella mando, se tumbó, empezó a recordar que desde que su fue su padre a la cárcel su madre nunca había estado tan cariñosa con el.

"Otra vez no puedo dormir."

Rojo y Negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora