Rojo y Negro.

Que hacer.

Mo no sabía muy bien que hacer estaba bastante perdido, nunca le habían dicho nada igual y las pocas veces que se imaginó que pasará eso. Siempre había supuesto que quien se confesaría sería una chica no el chico más guapo y popular de todo el instituto. Realmente se quedó sin saber que decir.

- Pe-pero so-mos dos chicos.- Tartamudeo el pelirrojo nervioso por la cercanía.

- Eso no importa.- Le dijo igual de serio como antes mientras acunaba su cabeza entre el hombro y el cuello de el pelirrojo.

- Claro que importa.- No obtuvo respuesta del moreno.- No es normal.- Terminó de decir.

- Eso tampoco importa, además para que te vas a negar si se que sientes algo por mí.- Está vez el pelinegro alzó la cabeza quedando a escasos centímetros de la boca del pelirrojo que eso hizo que el lo apretará más y lo juntara más para que no escapase.

- ¡CLARO QUE NO!- Chilló Mo pero al ver que el moreno no le contesto solo siguió mirándolo se vió obligado a sentir decir la verdad.- Bueno la verdad no sé que siento hacía ti.- Intentó mirar para otro lado completamente sonrojado.

- Pues entoces sal conmigo y lo descubrirás.- Le sonrió tiernamente He Tian.

- No lo sé, de-déjame pensarlo.- El pelirrojo estaba tan sonrojado que se quería ir de allí.

- Está bien pero prométeme que lo harás.- Le insistió el pelinegro.

- Si...- Contestó Mo sin muchas ganas, pero se sorprendió cuando el moreno le besó la barbilla.- Quita.- Le intentó apartar pero no pudo.- ¿Por que te gusto?- Le hizo la primera preguntó lo primero que se le pasó por la cabeza.

- Joder Shan, porque eres putamente diferente al resto, físicamente eres jodidamente guapo pero de personalidad eres perfecto.- Le dijo sincero He Tian.

- Soy feo.- Era la primera vez que el pelirrojo reconocía como se sentía por dentro.

-¿Eh? Claro que no lo eres Shan, eres la cosa más bonita que hay en este mundo.- El pelinegro se sorprendió bastante al oír eso de parte del pelirrojo ya que nunca se había imaginado que éste se acomplejaba de su propio cuerpo.

- Soy un sucio mestizo, He Tian, tengo una personalidad asquerosa, soy una mierda de persona, soy pelirrojo y mis ojos son amarillentos aparte de tener pecas, ojalá ser un chino puro, como tú, con pelo negro, ojos oscuros y guapo.- Reconoció Mo apunto de llorar posando sus manos sobre los cabellos de He Tian y apretándolos.

- No digas eso, eres fantástico, desde la primera vez que te vi me llamaste la atención y ya cuando te conocí me volviste loco, fuiste la primera persona en conocerme de verdad y aún así te quedaste junto a mí, siempre fingía por miedo a que la gente me rechazara pero tú me aceptaste de una manera tan natural, por eso te quiero tanto.- Le confesó también He Tian.

- He Tian yo...- El pelirrojo se pensó dos veces lo que iba a decir.- Sabía que estaban violando a una chica y en vez de ir a defenderla, me quedé esperando a que terminarán de violarla para que me dieran dinero. Soy mala persona por eso no merezco lo que me dices.- Al terminar de decir eso echó a llorar, ese arrepentimiento le llevaba más de dos meses persiguiéndolo y no había sido capaz ni de contárselo a su amada amiga Xiaoqing.

He Tian en ese momento se quedó muy sorprendido pero pronto supo que tendría que haber sido por culpa de She Li así que por mucho que el pelirrojo intentara que le odiara nunca lo iba a conseguir.

- Da igual aún así quiero que seamos novios.- Contestó el pelinegro después de unos segundos.

- Gracias He Tian, te prometo que lo pensaré.- Dijo Mo entre sollozos.