Presentación.

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Mo estaba dormido profundamente hasta que noto que alguien le zarandeaba el cuerpo fuertemente, pensaba que era el pesado del moreno por lo que se levantó con cara de mala hostia pero se sorprendió demasiado al ver que era su madre, había llegado demasiado pronto del trabajo.

- ¿Quien es éste?- Preguntó Mo Yuga con mala cara.

Mo se sonrojó demasiado al ver en la situación en los que los había encontrado, estaban durmiendo pegados mientras que el moreno semi desnudo le rodeaba con una mano la cadera.

- Es mi a-amigo, el que te dije que me pa-paga por hacerle la co-comida.- Contestó Mo muy nervioso por la situación.

- Ah, que se quede a cenar, total vamos a cenar enseguida. Por cierto he salido antes de trabajar por un asunto importante cuando se vaya tú amigo lo hablamos. ¿Vale?- Dijo la madre con total naturalidad.

- Va-vale.- Contestó el pelirrojo bastante sorprendido por la inferencia de la madre, cuando ya se fue de su cuarto despertó a el moreno.- Tú, hijo de puta, despierta.

- Mierda, que desagradable eres.- Se quejó He Tian rascándose los ojos.- ¿Sigues enfadado o qué?

- Deja esa mierda, mi madre nos ha visto y quiere que te quedes a cenar, no hagas el imbécil. ¿Vale?- Dijo preocupado Mo por si hacía algo extraño delante de su madre.

- ¡Voy ha conocer a mi futura suegra!- Dijo entusiasmado el pelinegro haciendo que se le quitara el mal humor.

- ¡CÁLLATE! Por favor He Tian no digas nada de eso delante de mi madre, si no te juro que no te vuelvo a hablar nunca más.- Al principio el pelirrojo suplico pero lo último que dijo con un tono tan amenazante que incluso le asustó un poco al moreno.

He Tian no dijo nada solo se puso la ropa y salió al salón que ahí estaba la madre esperando sentada en el sofá leyendo un libro, Mo se fue a la cocina para cocinar la cena mientras que el moreno se sentó en el sillón enfrente de Yuga.

- Hola soy Mo Yuga, encantada.- Le sonrió Yuga.- Tú debes ser He Tian.

- Si, encantado.- Le devolvió la sonrisa He Tian.

Cuando Mo volvió al salón con la cena para servirla se encontró a los dos riéndose bastante no supo muy bien como reaccionar porque llevaba años sin ver a su madre reír así simplemente se quedó ahí mirando a su madre fijamente, por un momento le dieron ganas de llorar.

- ¿Shan? ¿Te pasa algo?- Preguntó preocupada la madre al ver a su hijo mirándola a punto de llorar.

- Eh.- Dejó de estar en su mundo.- N-no no, venga poner la mesa.- Contestó Mo retirando la mirada.

- ¿Que tal está Wu?- Le pregunto Yuga a Mo ya sentados en la mesa y cenando.

- Como siempre.- Dijo el pelirrojo sin mucho interés.

- Nunca dejéis de ser amigos, os necesitáis.- Le dijo la madre por milésima vez a el pelirrojo.

Ahí empezó a hablar He Tian con Yuga dejando a Mo totalmente excluido de la conversación haciendo que el fuera el único que no se riese de las gilipolleces que decía el moreno.
El pelinegro empezó a contar su vida a la madre de una manera completamente diferente a como se la había contado al pelirrojo.

- Estaba riquísimo~-Dijo el pelinegro removiendo el pelo del pelirrojo pero este sólo apartó su mano sin decir nada cosa que le sorprendió a el moreno.

- ¿Quieres quedarte a dormir?- Le ofreció feliz Yuga.

- No Ma, a He Tian le espera su hermano en casa así que se tiene que ir.- Mintió Mo arrastrando a He Tian hacia la entrada sin darle oportunidad de contestar.

- Que cruel eres~- Se quejó de broma He Tian.- Adiós~- Aprovechando de que su madre no estaba le dió un beso en la mejilla haciendo que este se sonrojara demasiado.

Cuando Mo fue para el salón su madre estaba sonriendo feliz.

- He Tian es muy simpático, dile que venga a cenar cuando quiera.- Decía la madre sonriendo.

- No tenemos ni dinero para la luz vamos a tener dinero para alimentar a otro.- Le contestó secamente el pelirrojo.

- Ay Shan una vez al año no hace daño.- Contestó fastidiada Yuga por la contestación de su hijo.

- Pero no será solo una vez.- Le volvió a contestar de malas maneras Mo.

- Dios Shan normal que no tengas amigos si eres así.- Dijo ya enfadada la madre.- Por cierto por lo que he salido antes del trabajo es porque tú padre ya va ha salir de la cárcel en seis meses, el miércoles no vas al instituto tenemos que remover los papeles de las custodias y esas cosas.

Mo no supo decir nada, solo se quedó ahí quieto sin hacer nada, no se lo podía creer, no lo podía aceptar, era imposible, llevaba casi nueve años sin verlo.
Yuga al verlo en ese estado entendió lo que pensaba pero tampoco sabía muy bien como consolar a su hijo.
El pelirrojo se levantó del sofá y se fue directamente al baño a vomitar toda la cena que había comido felizmente con su madre y el moreno pero de pronto después de vomitar empezó a hiperventilar.
Respiraba demasiado rápido pero Mo sentía que se estaba ahogando y que se iba a morir, era horrible, no podía, no podía más se estaba ahogando.
Rápidamente Yuga fue corriendo a la cocina a por una bolsa de papel, ya sabía que hacer en estos casos porque a su hijo le pasaba bastante cuando su padre se fue a la cárcel pero hacía años que no le pasaba, cuando llegó le posicionó la bolsa con la nariz y la boca dentro haciendo que respirará su propio aire.
Cuando Mo dejó de hiperventilar y la ansiedad desapareció se sentó en el suelo del baño y empezó a llorar delante de su madre.
Yuga no veía a el pelirrojo llorar desde que se fue su padre así que ella instintivamente también empezó a llorar junto a su hijo.
Luego más tarde los dos se acostaron en la cama de matrimonio de la madre como cuando Mo era un niño aunque ninguno consiguió dormir en toda la noche.

"Me hacía falta llorar."

Rojo y Negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora