Capítulo 18

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Luca los llevó hacia una sala aparentemente vacía. Tecleó un código y la puerta se abrió. Les indicó que entraran y los chicos obedecieron casi de inmediato. Luca cerró la puerta tras él.

- Vale, escuchadme y no hagáis preguntas -. Dijo Luca mientras se pasaba la mano por la cara frustrado. - Los de allí fuera, son de La Marca. Nos han encontrado. Buscan los libros y seguramente a todo aquél que esté involucrado.

- Pero ¿por qué querrían…?

- ¡Lara joder! ¿No puedes estarte callada? ¡Esto es serio! -. Luca respiró profundamente, como si estar aquí le costara demasiado esfuerzo. - Te quiero, y por eso no puedo enviarte con esos camiones. Debéis iros de aquí. Cruzad la ciudad y alejaros todo lo que podais de la gente.

- ¿Por qué? ¿Hacia dónde van esos camiones? -. Lara necesitaba respuestas, y le daba igual que le chillara.

- Yo… Lara, vete con Kyle, él ya sabe lo que teneis que hacer. Vete y no pares de correr  hasta que él te lo diga. ¿Me has entendido? ¡Olvidate de todo, Lara! ¡Olvidate porque todo aquello que conoces, esta noche va a desaparecer! - Mientras hablaba, Luca iba echando rápidas miradas hacia la puerta. - Ya están aquí… -. Murmuró para sí.

- ¿Qué pasa con las mochilas, Luca? ¿Dónde están? -. Preguntó Kyle. Lara no entendía nada, pero por lo que su hermano le había dicho, Kyle sabía lo que estaba pasando así que decidió que él tomara el mando de la situación.

En ese momento, un gran estruendo resonó por toda la sala y Lara tuvo que llevarse las manos a los oídos para no quedarse sorda. Alguien había volado una puerta. Alzó la vista a Luca, que se había quedado petrificado con la cara casi tan blanca como la de Lara. Pero su estupor duró poco, pues al segundo ya se estaba dirigiendo hacia la pared una mesa de metal en la que Lara no había reparado al entrar. Encima de la mesa habían dos mochilas negras, de apariencia ligera, pero llenas. Le entregó una a Lara y la otra a Kyle sin decir nada. Entonces fue hacia la pared del fondo y tecleó un código. Lara se fijó en la oscura pared. Allí no había nada. Sólo él mando del código. Luca se hizo atrás y justo al lado apareció una pequeña apertura, aún más negra que la habitación.

- Corred por este pasillo sin pararos ni un solo segundo, ¿me habéis oído? Ni un solo minuto. Proteged las mochilas, es lo único que tenéis que hacer ¿entendido?

Lara no entendía nada, pero de todos modos asintió mientras se colocaba bien su mochila.

- ¡Vamos! -. Le gritó Kyle, cuya expresión se había endurecido en los últimos minutos. Lara iba a seguirle, pero entonces Luca le cogió de la mano y la atrajo hacia un profundo abrazo. Le besó la sien y la miró a los ojos mientras le acariciaba tranquilamente los rubios tirabuzones.

- Lara, tranquila -. El chico consiguió esbozar una leve sonrisa que hizo que a Lara le dieran ganas de romper a llorar. - Todo va a salir bien, nos veremos pronto ¿eh? Y cuando todo esto acabe, volveremos a estar los tres juntos, como cuando éramos pequeños y jugábamos con las hojas caídas de los árboles. Pero antes debes hacer todo lo que te diga Kyle ¿me prometes que intentaras soportarlo? La unión hace la fuerza. Sois nuestra única esperanza, debéis manteneros unidos y cooperar, Lara. Él no es tan mal chico.

Otra explosión ensordecedora hizo que el cuerpo de Luca se tensara y la estrechara aún más.

- ¡Vamos! ¡No hay tiempo para esto! -. Les apremió Kyle con medio cuerpo dentro del oscuro agujero

- Lara, confía en ti misma, y en él. No confies en nadie más ¿entendido? No todo es bueno o malo. Protege las mochilas. Nos veremos pronto hermanita, te lo prometo -. Y dicho esto, la empujó contra el agujero junto a Kyle y tecleó el código para que la puerta se cerrara. - Adiós mocosa estúpida -. Se despidió Luca antes de que la pesada puerta se cerrara del todo.

Lara tenía ganas de llorar. Quería sentarse y llorar como una niña asustada. De hecho, es lo que era, una torpe niña asustada. Pero Kyle no iba a permitirlo, debían seguir el plan. Tomó a Lara por la mano y la medio empujó, medio arrastró por el largo túnel hacia ninguna parte.

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