- Te he echado de menos mocosa estúpida -. La saludó su hermano mientras la estrechaba con ganas entre sus brazos. Lara le golpeó la espalda y Luca hizo una mueca de dolor, todavía no estaba recuperado.
- Pensaba que habías muerto.
- Ya ves, y yo -. Bromeó el moreno. - Pero se ve que La Muerte no me quiere con ella, creo que no me ve muy guapo.
- ¿Y Liam?
- A ese chico le debo la vida. Si no fuera por él aún me estaría pudriendo en la celda apestosa en la que me pusieron. Pedí la hoja de reclamaciones, pero no me la dieron. Vale que sean alienígenas, ¿pero no saben qué es la sal? En serio, creo que he adelgazado y todo -. El comentario provocó que la sonrisa de Lara se ensanchara, seguía siendo el mismo de siempre. Se separó de él y, esta vez, le golpeó el abdomen. Luca le cogió el brazo y lo apartó lanzándole una mirada seria. - No se le debe pegar a un alto rango, recluta.
- Está bien, está bien. Luca, deberías ir a hablar con Gary sobre lo que pasó en Barcelona. Yo ahora iré -. Ordenó Seth, que hasta ahora había estado escuchando en silencio la conversación de los hermanos. - Lara, el entrenamiento se ha acabado. Por ser el primer día está bastante bien, seguiremos practicando mañana -. Luca, sígueme, hay que rehacer las nuevas estrategias.
Luca vaciló antes de contestar a Seth.
- Déjame antes hablar con Lara. Tengo muchas cosas que contarle y quiero ser un buen hermano -. Pidió mientras miraba a Lara con anhelo. Aquella petición entristeció a Lara, tuvo que tragar saliva para deshacer el nudo que se le había formado en la boca del estómago. Realmente su hermano era un desconocido para ella.
- Está bien, está bien -. Aceptó Seth poniendo los ojos en blanco. - Pero no tardes que hay que hacer muchos informes sobre tu pequeña aventura -. Y dicho esto, se dirigió hacia la salida lentamente.
Ambos hermanos esperaron a que Seth saliera del pabellón, siguiendolo con la mirada.
- Vale, Lara, escuchame porque esto es importante -. Luca la tomó por los hombros y fijó su mirada en la de ella. - La Marca sabe quién soy, han visto mi cara. Ahora vosotros dos estáis en peligro, pero Liam no me preocupa tanto como tu.
- Sé cuidarme sola -. Replicó Lara dolida.
- No, no sabes, y menos con esto. Ahora irán a por ti, porque eres mi familia. Después del ataque en el hospital, me capturaron y me hicieron prisionero en su sede. Allí descubrí que me habían estado siguiendo durante todo este tiempo, y ahora, te siguen a ti y a Liam. Quieren a todos los cabecillas rebeldes muertos, pero somos tal incordio que no se contentan sólo con eso. Van a ir poco a poco, eliminando las cosas que más nos importan, para hacernos débiles. Lo más seguro es que también haya un topo que les pase información, pero con esto sólo conseguiremos sembrar la desconfianza entre nosotros y acabaremos separandonos, así que de momento es mejor no decir nada.
- ¿Y qué tengo que hacer yo?
- Simplemente nunca te quedes sola. Sólo cumple ordenes de Seth o mías y jamás salgas del refugio. No llames la atención, sobretodo con tu habilidad. He oído que eran sueños relacionados con tus antepasados, ¿no es así?
- Sólo con Aria -. Corroboró Lara.
- Esto irá a más. No solo soñaras con la vida pasada de ella, sino que seguramente acabarás pudiendo ver el pasado de cualquier persona en la que te concentres y se espera que incluso el futuro.
Lara parpadeó sorprendida. Esto de los poderes la abrumaba. No, poderes no, habilidades. ¿Que había hecho ella para ser así? Si nada de esto hubiera ocurrido, si ella fuera un palea como sus padres, ¿se encontraría ahora mismo en esta situación? El pasado de alguien es algo muy íntimo y uno decide compartirlo porque confía en esa persona, entonces, ¿quién era ella para poder entrar en él sin permiso? Pensó en Kaya, ella podía leer la mente, sin embargo, nunca la había notado en su cabeza. ¿Podría hacer ella lo mismo?
- ¿Cómo estás tan seguro de eso?
- Porque no eres la primera en presentar los síntomas -. Respondió Luca soltandola. Se pasó una mano por el pelo, frustrado. - Pero no será hoy, ni mañana. Cuando consigas hacerlo, no se lo cuentes a nadie que no seamos Seth o yo.
- ¿Y Liam?
- No, a Liam no. Te recuerdo que su parte potencial es la palea, no se debe confiar más de lo necesario en él. Nunca se sabe cómo puede reaccionar ante la presión o cualquier otra circunstancia. Pero no es culpa suya, recuerdalo, si el chico es muy majo.
- ¿Puedo preguntarte algo?
- Sabes que las preguntas nunca llegan a buen puerto. No deberías preguntar, deberías buscar tu tus propias respuestas.
Lara puso los ojos en blanco, ya estaba otra vez con lo mismo.
- Vale ya con eso -. Le espetó molesta. - Mira, a mi nadie me explica nada, así que pregunto. No sé qué hago aquí ni por qué debería confiar en todos vosotros.
- Porque eres una pieza más de todo este puzzle. Y debes confiar en nosotros porque yo soy tu hermano, y esta es la causa por la que dos generaciones de nuestra familia han luchado, la de nuestra abuela, y la nuestra.
- Yo solo quiero volver a mi casa, con mis padres, y a la vida que tenía antes.
- A la vida oscura, asfixiante y radical que tenías antes. A una vida en la que yo no existía. ¿Es eso lo que quieres? -. Los ojos de Luca brillaban dolidos sobre unas bolsas oscuras provocadas por la falta de sueño. Lara tuvo que apartar la mirada, le dolía saber que su hermano había pasado por tanto, y aún más, que hubiera sido por ella.
- Ya he vivido pensando que estabas muerto, puedo aguantarlo.
- Entonces vete, pero nadie va a acompañarte -. Luca se cruzó de brazos. Le dolía que Lara no quisiera colaborar, le dolía que prefiriera su vida anterior a ésta, que prefiriera la opresión a la libertad. Que se negara a cambiar las cosas porque se sentía abrumada. Decidió volver a intentarlo. Chasqueó la lengua y alzó la mano hacia la mejilla de Lara. - Mira, sé que tus últimos días han sido un vaivén de emociones, pero el mundo es un caos, y para que pueda reinar la paz, primero ha de haber un período de guerra que se repetirá cada x tiempo. La paz no puede existir sin la guerra, igual que la luz no puede existir sin la oscuridad, los extremos son dependientes, el uno del otro.
Lara fijó sus ojos castaños en los de su hermano y asintió.
- Está bien, te haré caso… Pero vas a tener que que prometerme que no vas a volver a morir para después aparecer como si nada.
Luca sonrío ampliamente y alzó a su hermana en brazos, estrechándola entre ellos.
- Así me gusta renacuaja. Pero eso no puedo prometerlo, estoy demasiado enganchado a la emoción de la persecución como para dejarlo -. Le guiño un ojo divertido. - Ahora vámonos de aquí que llego tarde a la reunión, y eso que el único punto del día soy yo -. Sentenció mientras la cargaba sobre su hombro y la conducía fuera de la gran sala de hormigón, sin prestar atención a las protestas de la chica.

ESTÁS LEYENDO
La Marca
Aksi¿Cómo te sentirías si al cumplir los 17 años te obligasen a cometer un asesinato? Cada noche, Lara, desde su ventana, oye disparos, gritos, miedo... Esta harta de esto, se siente fuera de lugar, no se quiere, planea quitarse la vida, pero, ¿qué es m...