Capítulo 23

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- ¿Entonces ésta es la chica? ¿En serio? -. Una voz chillona despertó a Lara, pero esta no abrió los ojos.

- No sé, estaba con Kyle. Y se parece bastante a la descripción que me dieron -. Le respondió una voz masculina con indiferencia.

¡Espera! ¡Esa voz le sonaba! Lara entornó los ojos para evitar que la luz le diera de lleno en sus pupilas adormecidas. Lo primero que vió fueron tres caras curiosas mirándola desde arriba. Volvió a cerrar los ojos rezando por que sólo estuviera alucinando. Lo último que recordaba era la sonrisa torcida de aquél chico… ¿cómo se llamaba? Axel.

- Shhh, creo que he visto sus ojos parpadear -. Acertó en decir una tercera voz, parecida a la primera, de una chica también.

Lara abrió los ojos y parpadeó tres veces. Observó la escena con una mezcla de miedo y confusión. Se encontraba tendida en una cama de sábanas rojas. La habitación que la rodeaba tenía tres paredes rojas y una negra y ésta, estaba adornada con varios pósters de unas figuras humanas con… ¿qué era eso? No tenía ni idea. Tampoco sabía dónde se encontraba, pero el rojo de las paredes la mareaba.

- ¿Quiénes sois? -. Preguntó Lara con voz raspada mientras volvía la mirada a sus tres visitantes.

Colocadas a ambos lados de la gran cama roja, habían dos chicas, idénticas, de pelo negro como el carbón que les tapaba media cara, a una por el lado derecho y a otra por el izquierdo, de manera que sólo se les veían un ojo, un ojo de un verde esmeralda peligroso. Junto a la chica que tenía el ojo derecho tapado, estaba Axel, vestido con una camisa a cuadros azules. Sus brillantes ojos, también de tonos verdes, relucían como faros sobre las oscuras bolsas de sus ojeras.

- Hola, Lara -. Le saludó el chico. - Encantado de verte otra vez. ¿Cómo te encuentras?

Lara no sabía qué decir ni que hacer. Su inconsciente le chillaba que saliera pitando de allí, pero por otra parte, ¿qué era allí? No sabía dónde estaba, y eso la ponía nerviosa.

- ¿Dónde está Kyle? -. Exigió saber, aunque no sabía del todo el porqué.

Una de las chicas se encogió de hombros.

- No lo sabemos, nunca dice a dónde va ni de dónde viene. Es bastante… Impredecible.

- ¿Lo conocéis? -. Se sorprendió preguntando Lara. El hecho de que la chica hablara de él con tanta naturalidad le llamó la atención.

- Lara, te presento a Kira y a Kaya, son gemelas univitelinas.

- Sí, creo que eso resulta evidente, gracias por la aclaración.

- Pero yo soy mayor -. Replicó una de ellas, mientras golpeaba a Axel en un costado.

- Eres una pesada, Kaya, siempre estás con lo mismo -. Vale, la de la facción derecha visible era Kaya y la otra, Kira, se dijo a sí misma Lara.

- Está bien. Yo soy Lara. ¿Dónde estoy?

- En mi habitación -. Respondió una cuarta voz sobresaltando a todos los presentes y haciendo que se giraran para ver su procedencia.

- ¡Paul! ¡Únete a la fiesta, tío! Lara está hoy de un humor despuntante.

- Me alegro Axel, pero creo que deberías dejarla un poco en paz. Seth me ha dicho que te lo pasaste muy bien con ella, anoche.

- Sí bueno, siempre es divertido ver la incertidumbre en ojos ajenos.

Lara siguió la conversación entre Axel y el recién llegado Paul sin enterarse de mucho, de hecho, su incertidumbre era tal, que ni siquiera le importó que se estuvieran riendo de ella en su cara.

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