Capítulo 34

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En su mente, un mapa del gran bosque se dibujó a la perfección. Kyle sabía orientarse de manera extraordinaria se encontrara donde se encontrara, y por mucho que se quejara de su don, ahora mismo lo agradecía. No tardó en localizar al pequeño grupo que había ido en busca de la otra gemela y esprintó hasta el acantilado en el que se encontraban. Axel lo miró y señaló hacia abajo, indicándole que se asomara.

- ¿Cómo ha acabado a allí abajo?

- Quizá una corriente de aire la arrastró hasta aquí al salir despedida del avión. No parece que respire -. Contestó un soldado. El comentario hizo que Kaya se tapara la boca, ahogando el llanto venidero.

Paul estaba agachado en el suelo, con una mano hacia la gran apertura negra escarpada. Movía la boca, seguramente chillando órdenes para los demás, que se iban moviendo impacientes, pero Kyle no pudo oírlas. Se inclinó hacia el acantilado y observó, con horror, la escena. Kira se encontraba sobre una pequeña parcela sobresaliente de roca y tierra, inconsciente, en medio de un pequeño charco de sangre. Chilló su nombre sin poder contenerse y desesperado buscó con la mirada a alguien que hiciera algo.

- ¡Maldita sea Kyle! ¡Cállate que estoy buscando un saliente por el que poder bajar! -. Le chilló Paul sin mirarlo.

- Paul, está sordo, no te va a entender -. Explicó Hugo con tranquilidad.

Axel se acercó al chico y le pasó un brazo por el hombro.

- Tio, creo que respira. La sacaremos de aquí, ¿vale? -. Le dijo dándole unas palmadas amistosas. Kyle no entendió lo que le dijo, pero no le importaba, sólo le importaba una cosa, y por ahora estaba fuera de su alcance.

Haciendo caso ajeno a todo, se separó de su amigo y observó el valle. Si conseguía encontrar un buen punto de sujección, podría  desplazarse hasta llegar a ella y esperar a que les tiraran una cuerda que escalar. Además él tenía un as en la manga: conocía el terreno mejor que nadie. Encontró una pequeña falla por la que colarse unos metros más allá. Se acercó a ella y, colocando las manos y la punta de los pues en puntos claves, fue descendiendo poco a poco por la escarpada pared hasta llegar a la altura del saliente en el que se encontraba la chica. Miró hacia arriba y vio que Paul le estaba chillando, con la cara roja como un tomate, seguramente quería que volviera y que se dejara de estupideces. Le dedicó la mejor de sus sonrisas y empezó a moverse hacia un lado, buscando el punto de agarre perfecto. Metro tras metro, se iba acercando a su objetivo, hasta que solo le faltó dar un pequeño salto para caer con gracia sobre la pequeña parcela en la que se encontraba Kira. El suelo tembló bajo sus pies y el chico tuvo que arrimarse a la pared. Varios trozos se acabaron desprendiendo al no poder soportar el incremento de peso y Kyle temió que no pudiera aguantar mucho más. Cuando se hubo estabilizado todo, se abalanzó sobre su amiga y acercó su mano a sus labios, intentando encontrar un susurro por parte del aliento de la chica. Esperó y esperó hasta que sintió un leve cosquilleo en sus dedos. Sonrió como un tonto y alzó la cabeza hacia arriba, donde le esperaban impacientes sus compañeros de misión. Paul no tenía cara de estar de buen humor. Kyle desvió la mirada hasta Kaya, que se secaba los ojos con ansias mientras Axel la abrazaba. Le levantó el pulgar y le sonrió.

 

Está bien. Inconsciente pero respira. Tiene un pequeño golpe en la cabeza que seguramente es por lo que se ha desmayado. Ya no sangra.

Pensó en su mente mientras formaba una imagen de la chica en su cabeza.

 

Kaya asintió desde arriba y se abrazó a Axel, este, sorprendido, le devolvió el abrazo mientras le acariciaba la espalda para tranquilizarla.

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