Lara se levantó de golpe y empezó a pulsar todos los botones del cuadro de mando. Las manos del chico se cernieron sobre sus muñecas y la obligó a apartarse.
- Es inútil, estamos atrapados -. Entonces Kyle empezó a golpear las puertas metálicas con ambos puños. - ¡SOCORRO! ¡SACADNOS DE AQUÍ! ¡SOCORRO!
Lara no tardó en imitarlo. A los tres minutos de aporrear la puerta, decidieron darse por vencidos. Se sentaron cada uno en paredes opuestas y decidieron no malgastar energías.
- No me has contestado. - Recordó el moreno al cabo de un buen rato de total silencio y alzó sus ojos marrones hacia ella. Lara le devolvió la mirada.
- No es buen momento para malgastar oxígeno en hablar. Y menos contigo.
A Lara le pareció ver un atisbo de decepción en su mirada, quizá de desilusión, pero tan pronto como había aparecido, desapareció en un rápido pestañeo del chico.
- ¿Ves? Siempre eres igual de borde conmigo. Creo que jamás te he visto sonreír.
A modo de respuesta, Lara le lanzó una gran sonrisa con sorna. El chico negó con la cabeza y se levantó para sentarse junto a ella.
- Hablo en serio. ¿Eres feliz?
Feliz. Bonito adjetivo que nunca usaría para describir su vida. ¿Era feliz? Antes de aparecer en ese hospital, Lara nunca había sentido alegría por algo. Tan sólo pequeños momentos de paz que le otorgaban los libros o las noches que no soñaba. Pero no era feliz. Y ahora… Pensó en el momento en que descubrió que su hermano, Luca, estaba vivo. ¿Había sentido felicidad entonces? No. Había sentido un gran alivio porque pensaba que ella lo había matado en su Ceremonia. Se dió cuenta, otra vez, de lo egoísta que era.
Lara negó con la cabeza, bajando la mirada hasta sus piernas, ahora estiradas, sumida en sus profundos pensamientos.
- ¿En serio nunca has sido feliz? - Lara volvió a negar. - Deberías ser feliz. Todo el mundo merece ser feliz.
- ¿A sí? ¿Y cómo narices pretendes que sea feliz? Por si no te has dado cuenta, estamos en guerra. Se supone que la raza humana se está extinguiendo ¿y tu quieres que sea feliz? No me parece un buen momento para la felicidad.
- Incluso en los peores momentos se puede ser feliz. Tan sólo debes fijarte en el lado bueno de las cosas. Ver las situaciones con diferente perspectiva.
Lara estaba harta de su discurso hippie. Alzó la mirada hacia el chico, una mirada plagada de malos pensamientos.
- Vale, señor Happy Flower Power que vive en el país de los unicornios rosas invisibles y las hadas, dime que es lo bueno de que estemos encerrados en este claustrofóbico ascensor, malgastando un preciado oxígeno que, a juzgar por lo grande que es el maldito espacio, escasea. - Lara arrastró cada palabra, poniendo toda su furia en ellas. No sabía porque, pero culpaba al chico de que estuviera a punto de morir. Sabía que era una acusación injusta, pero alguien debía tener la culpa.
Para su sorpresa, el chico estalló en carcajadas. Lara lo miró como si se hubiera vuelto loco.
- Dioses, necesitas un día de relax eh, rubita.
La joven puso los ojos en blanco con un gran suspiro algo dramatizado y se cruzó de brazos.
- Lo bueno de estar encerrado aquí, aparte de que hueles de maravilla, es que por fin puedo conocerte. Conocerte de verdad.
- Creo que ya empieza a escasear el oxígeno -. Murmuró Lara.
- Puede ser -. Le guiño un ojo. - No, ahora enserio, Lara, eres una chica difícil, ¿eh? No paras de alejar a la gente de ti. ¡Eres tú la que nada contracorriente!
- Oh vamos, ahora no vas a venir a darme una clase de psicología, ¿verdad? Porque entonces hallaré la forma de matarme para no tener que seguir oyendo tus clases sobre valores.
- Y después, al descubrir tu trágico destino, me daría muerte yo mismo, para poder seguir tu camino y estar juntos para toda la eternidad -. Una sonrisa burlona apareció en los labios del muchacho. - La gente hablaría mucho sobre eso: “¡Los trágicos amantes del ascensor!”.
Entonces, y para su propia sorpresa, Lara estalló en carcajadas, pero no porque el comentario del chico fuera gracioso, sino porque la situación en sí era surrealista.
- ¡Parad el mundo! ¡Lara Ager se está riendo! ¡Por Dios, que alguien grabe este maravilloso momento! ¡Llamad a los medios! ¡No creo que se vaya a repetir en años! -. Lara le dió un leve empujón, pero sus exclamaciones sólo alimentaron más sus ganas de reír. Y rió. Rió hasta llorar, hasta que le dolió el estómago, rió como nunca antes lo había hecho, hasta que no pudo más.
Mientras la respiración de Lara se calmaba, el chico no apartó la mirada ni un segundo de ella. Parecía que no iba a parpadear nunca. Lara enrojeció al notar su mirada fija en ella. No estaba acostumbrada.
- ¿Qué? -. Preguntó aún con el fantasma de su risa en sus labios, negándose a abandonarla, como si supiera que no volvería a aparecer en días, o en meses.
El chico negó sonriendo.
- Tienes una sonrisa preciosa.
- Espera -. Lara parpadeó varias veces. - ¿Me acabas de hacer un cumplido?
- ¿Es que no puedo? -. Contestó Kyle sin apartar la mirada de ella.
- No, quiero decir, sí, pero… No sé, es raro después de como nos tratamos.
- Yo sólo te sigo el rollo. Además ¿por qué no puedo admitir que tienes una sonrisa preciosa?
Lara enrojeció el doble. Ya no sabía ni qué pensar.
- Para ya. No tengo una sonrisa preciosa. No digas chorradas.
- No, tienes razón, no tienes una sonrisa preciosa. Eso sería mentir. Toda tú eres preciosa. Desde tu pelo hasta tu nariz, pasando por esa piel tan fina y delicada y por esa sonrisa que me trae loco. Por no hablar de las pecas que enmarcan esos preciosos ojos color miel.
La chica balbuceó palabras sin sentido. Sonrió de pura incomodad. ¿Qué se supone que se respondía a eso? Nunca se había planteado que pudiera gustarle de esa manera a alguien, y menos a Kyle, que no se soportaban mutuamente. La situación no podía ser más surrealista. El chico alzó una ceja mientras torcía una sonrisa.
- Yo…Eh… -. Empezó Lara, pero entonces, todo en su exterior, se volvió un caos.
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La Marca
Akční¿Cómo te sentirías si al cumplir los 17 años te obligasen a cometer un asesinato? Cada noche, Lara, desde su ventana, oye disparos, gritos, miedo... Esta harta de esto, se siente fuera de lugar, no se quiere, planea quitarse la vida, pero, ¿qué es m...