Anastasia.
La noche había caído y ninguno de los dos había dicho nada. Entendía que el tema de su padre era difícil para él y le estaba dando espacio.
Le echaba de menos. Deseaba verle. Pero él me había apartado de su vida, me había impedido meterme en sus asuntos, y yo, lo respetaba y asumía.
Había visto mucho rencor por parte de Christian y su padre. Mucha rabia y reproches en abundancia que sin duda se extenderían por circulo máximo del mundo en una vuelta completa.
Sawyer se abría paso en la oscura noche mientras acababa entre el iluminado tráfico hacia el centro.
Había quedado con Kate y Mia para cenar y salir. Había rehusado las llamadas de José aunque teníamos una conversación pendiente mi decisión ya está tomada.
Mi camino estaba con Christian.
Ya nada me haría cambiar de opinión.
Sawyer detiene el coche en el Marloon y me bajo.
Kate y Mia rápidamente me divisan y me saludan con la mano.
Están guapísimas, muy elegantes y espectaculares con vestidos de diseño.
Sin duda nos habíamos arreglado mucho para la ocasión. Yo estrenaba una nueva adquisición. Una falda larga tableada en color negro que había combinado con un top blanco de tirantes cruzados y unas altísimas sandalias negras.
Llevaba el pelo suelto, unas suaves hondas me caían sobre los hombros y me había maquillado acentuando mis rasgos.—Hola, chicas.—las saludo con abrazos a ambas.
—Ana, ¿que tal?—me pregunta Mia acariciándome el pelo.
Suspiro.
Kate y Mia son las únicas personas con las que puedo ser sinceramente yo.
Con todos mis miedos, dudas e inseguridades.
Kate me rodea con su brazo y la miro con una disculpa velada en la cara. La última vez que la vi no acabamos muy bien.
Sé que se niega a que me case con José y aunque siempre ha respetando mi decisión sé que no le gusta para nada lo que pensaba hacer.—Vamos por unas copas antes de ponernos a despotricar de nuestras miserables vidas.—dice Kate besando mi cabeza. Me río.
Rodeo la cintura de Mia y andamos hasta el reservado.—¿Que tal el nuevo restaurante, Mia?—pregunto cuando me acomodo en el reservado con una copa de champán.
—Genial. Tenemos reservas hasta el mes que viene.—sonrío admirada.
—Eres una chef genial, sabía que llegarías muy lejos.—me da un suave apretón en la mano.
—Te lo debo a ti.—niego conmovida.
—Yo solo puse el dinero. Tú talento, tu esfuerzo, tu sello es lo que ha echo que sea un exitazo. Estoy tan orgullosa de ti, Mia.—ella me abraza.
—Y eso que no has probado su nueva selección de postres. Una fusión caliente y fría.—se relame Kate.—¿Quieres casarte conmigo?—me río.—Vamos...a mí me hace un hombre unos postres así y lo secuestro.—nos reímos.
—Sin duda también sería contraproducente para nuestro cuerpo.—apunto y ellas se ríen.
—Bueno, que también sea bueno en la cama. Que nos haga sudar las calorías.—me río y la cara de Christian aparece en mi mente.
Sin duda mi hombre sí que me hace sudar la gota gorda.—Bueno....—grita Mia burlona.—Vaya caritas se os han puesto.—se ríe y no puedo impedir que una expresión tontorrona se dibuje en mi cara.
Kate me mira extrañada.—¿En quien has pensado?—bajo la mirada y bebo de mi copa.
—¿Y vosotras?—pregunto con una sonrisa.
Mia y Kate se miran entre ellas.—Yo en Ethan.—suspira Mia.
—¿Cómo va eso?—pregunto. Ella se mira las manos.—Por favor.—llamo al camarero.—Ponnos tres Manhattan, y por favor, no dejes de rellenarlos.—le digo con una sonrisa dulce.—Nunca.—el chico sonríe y las chicas ríen.
—Venga, todas tenemos cosas que contar. La noche será larga.—ella se acomodan cerca y miramos a Mia expectantes.
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Negocios de amor
FanfictionAcostumbrado a hacer lo que él quiera, nunca había oído un "no" por respuesta. El empresario más joven y exitoso de los Estados Unidos encuentra el amor entre negocios, secretos, y ambición convirtiéndose en una peligrosa obsesión. Los personajes pe...