El segundo contacto

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Haru ha estado aburrido en los últimos cuatro días, pues le habían dicho que estuviera en cama mientras se recupera, pero, el no estar haciendo nada, le provoca aburrimiento que casi desea volar por la ventana cómo Takuya para poder salir aunque sea unos cuántos kilómetros de la casa, así que Takato le regaló una libreta dónde puede escribir o dibujar mientras está en cama. Gatchmon se fue a jugar con el dinosaurio rojo del tercer líder para que Haru tuviera un poco de privacidad, el niño comenzó a hacer garabatos en las primeras hojas, no se le ocurría nada que dibujar o escribir, quizá un poema de pocas líneas.

Más tarde, comenzó a dibujar líneas, nada fuera de lo común, hasta que su mano comenzó a moverse sola mientras su mente estaba en blanco, poco a poco, las líneas se unían, después hizo sombras para darle forma, luego margen, después más sombras y líneas más largas que llegan hasta el final de la hoja, algo le dice que siga dibujando más, cómo si estuviera hipnotizado, seguía coloreando el dibujo; su mano se detuvo y soltó el lápiz, dejando a Haru un poco sorprendido, ya que la figura mostraba una imagen peculiar, que no se había dado cuenta, es el dibujo de un ángel que usa sus alas cómo protección, o trata de ocultar su dolor, quién sabe, pero el dibujo transmite dolor, tristeza y misterio.

-¡Hey, Haru!-entra Takato en el cuarto junto con una bandeja de comida-te traje de comer, Guilmon y Gatchmon están jugando con los otros digimon-en eso se asoma para ver el dibujo en la libreta-¿tú lo dibujaste? Es hermoso, jamás me había quedado así de genial.

-No estoy muy seguro, es la primera vez que dibujo de esa manera-respondió no muy convencido.

-¿Eh? ¿En serio?-vuelve su mirada al dibujo-Pues es hermoso, te quedó bien-deja la bandeja en el regazo del menor-es hora de comer, Tai, Taiki y Tagiru se ofrecieron en hacer tu almuerzo.

-Gracias.

-Intentamos en hacerte sentir bien, ya que no es bueno estar en cama mucho tiempo pero, las cosas pasaron así.

-No los culpo. Después de todo, me estaban esperando.

-¿Cómo está el emblema? ¿Te ha mandado algún tipo de mensaje?

-No. Desde que Daisuke me lo dio, no ha brillado desde entonces.

-Taiki tampoco ha tenido visiones ¿es raro, no? Parece que el enemigo no ha dado su primer movimiento, no hay que bajar la guardia.

Haru asintió, no le sorprende que el enemigo esté tranquilo, pues, en todos los libros que ha leído, es típico que el antagonista esté planeando algo antes de atacar, mientras que el protagonista esté trabajando en su condición física o de igual, planeando una estrategia para burlar al oponente.

-Oye-llamó Takato-¿quieres jugar cartas?

-¿Cartas?

-Sí, son cartas de tamers, mira, te explico: escoge un digimon y lo invocas de acuerdo al nivel de poder que tiene, también tiene el nivel de defensa, puedes multiplicar su nivel de poder si invocas otro digimon para que le preste su poder, no es tan difícil ¿quieres intentarlo?

-Es mejor qué no hacer nada.

-Muy bien. Empecemos.

-Sí-asintió.

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Yusei y Aichi llegan a un local cerca del muelle de la ciudad, ahí sujetan al chico en un soporte y lo atan con cadenas.

-Listo-dijo el mayor-lo noqueaste muy duro, puede que no despierte en un buen rato-sacude sus manos y luego mira la menor.

-¿Y bien? ¿Me dirás quién eres realmente? ¿Y qué tengo que ver con estos chicos y por qué dicen que soy el "elegido"?-preguntó Aichi sintiéndose un poco ansioso ante la situación.

La maldición del dragón (Temática Yaoi (chicoxchico))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora