La maldición del dragón (Temática Yaoi (chicoxchico))

OVA 1: Trece años después

Llegó la primavera, las flores de cerezo por fin han florecido y sus pétalos bailan en el aire.
Es un nuevo día, y las clases han comenzado. En una ventana, se escucha el sonido de alguien que está cortando algo en una tabla de madera.

Una mujer de 28 años ha preparado el desayuno para que su inquilino no se preocupe para ir a su primer día de escuela; la alarma da señal de que ya es hora de despertar.

-Oh, vaya. Ya es la hora- dijo la mujer- es su primer día y aún no ha despertado.

Mientras en una habitación pequeña, alguien acaba de despertar, se levanta con entusiasmo y abre las cortinas de su ventana, recibiendo los rayos del sol. Escucha que tocan su puerta.

-Adelante- dijo.

-Oh, ya despertaste- dijo la mujer.

-Sí. No podía llegar tarde a mi primer día de escuela.

-Baja, el desayuno está listo.

-Sí, tía Nicole.

Así es, la heroína que salvó al mundo, ha crecido, ahora es una mujer alta, con su cabello castaño largo y que lo tiene amarrado en las puntas y posee un par de anteojos, ella es una famosa escritora y maestra de literatura en la secundaria de la ciudad Heartland.

Sirvió el desayuno a su sobrino.

-¿No bajará el tío Haru?- preguntó inocente el niño.

-Debe estar cansado después de haber trabajado ayer en la empresa- respondió Nicole.

Haru empezó a trabajar con Reiji, Yusaku, Ai y Roboppi después de haberse graduado de la preparatoria, él hace lo posible por hacerle ver a la humanidad de que las inteligencias artificiales pueden coexistir con los humanos y trabajar en equipo. Por ahora no se ha mostrado problemas con el tema, ya que, siendo uno de los héroes que terminó la guerra, pueden confiar en él.

Segundos más tarde, baja Haru con su bata blanca y las gafas colgando de su cuello.

-Buenos días- dijo.

-Buenos días, tío Haru- respondió el niño.

-¿Listo para tu primer día de escuela?

-Sí. Estoy emocionado por eso.

-Me alegra.

-Tío ¿puedo ver a Gatchmon y a los demás después de la escuela?

-Por supuesto. Le pediré a alguien que venga por ti y te lleve.

-¡Sí!

-Date prisa o llegarás tarde- dijo Nicole interrumpiendo la conversación.

El niño se apresuró a desayunar que casi se ahoga con el arroz blanco, se dio unos golpecitos en su pecho para luego tomar su jugo de naranja y así recuperar el aliento.

Regresó de nuevo a su habitación para recoger su mochila y un deck que sus padres le habían regalado en su cumpleaños número trece.

En su escritorio donde descansaba el deck, hay una foto familiar, ahí estaba un Aichi y un Yugi con la mayoría de edad, cargando a un niño de cinco años mientras los rodea con sus brazos cómo si quisiera mantenerlos unidos y jamás soltarlos. Sí, ellos son sus padres, a pesar de que ambos son hombres, no pueden tener hijos aunque lo quisieran, pero, con la ayuda de la tecnología que ha avanzado en esos últimos años, el ser humano creó una especie de máquina donde se pueden tener niños para la pareja homosexual, ya que la mayoría sueña con tener niños de su misma sangre, casi aparecido cómo la inseminación artificial, sólo con muestras de ADN de ambos padres, la máquina hará el resto cómo si fuera el vientre de la madre y ahí se crearía el feto; Yugi había tenido la ilusión de tener hijos en un futuro, y su deseo se cumplió.