o n c e

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Roger:

Para ser sincero estaba muy sorprendido que me escogiera. No era la mejor persona y hombre para ella. Sabía que merecía más, mucho más, pero también sabía que no podía y no quería dejarla, desde siempre lo supe. Nuestras madres lo sabía, pero era tan estúpido para dejar que el sentimiento fluyera y cuando así fue, fuí tan cobarde de decírselo que preferí perder ese sentimiento con cada chica que se atravesará en mi camino.

La mire, seguía recargada en la puerta, me acerque a ella lentamente y por fin me miro. Sus ojos avellana le daban sentido a mi vida, siempre lo hacía.

—Creo que ya lo sabes —mumuro y sonrió triste—. Estas sobre todo, incluso mi felicidad.

No aguante más y la abraze y ella a mí. No podia soltarla, no quería. Ella era la mujer que quería en mi vida, siempre la había querido en mi vida de una u otro forma. Ahora había llegado mi oportunidad de tenerla de otra forma, pero no sabría si era el mejor momento.

—Te dire una cosa —ella alzo su cabeza y me miró a los ojos—. No creo ser el hombre que mereces, pero quisiera serlo —ella me regalo una sonrisa—. No te pediré que sea ahora, porque estas pasando por mucho, pero esperaré, esperare por ti el tiempo que sea necesario.

Le di un beso en la frente y ella se aferro más a mí. Les había prometido a sus padres cuidar de ella, aunque no era necesario, yo siempre la protegería y daria mi vida por ella.

***

Mis tarde y noches de salir de fiesta con chicas habían terminando y jamás me imaginé que estaría pasándola con una, mi mejor amiga y la única mujer que quiero conmigo.

Los chicos aún no lo sabía y así estaba bien, solo sabían que _______________ y Tom había terminando todo.

—Yo que pensaba que nuestra boda seria junta —le dijo Freddie divertido y rode los ojos; estabamos en su casa.

—Oh, no, yo nunca podría opacar al gran Freddie Mercury —contesto ella divertida.

—Tienes razón, cariño —sonrió y volvió a fumar, mientras yo ponía disimulado mi brazo en el respaldo del sillón, atras de ______________.

No sabía porque eso ahora me ponía nervioso, antes lo hacía con tal normalidad, pero ahora era diferente, porque hasta Freddie lo noto y sonrió aún más, giñandome un ojo.

—Pues no me agradaba tanto —dije yo con el ceño fruncido.

—Roger —hablo Deacky—, literal lo golpeaste. No creo que “un no me agrada tanto” sea poco —y rió con los demás.

—Eso quiere decir que si me casare contigo —bromeo Brian y me tense.

—Oh, claro que sí, May —le dijo divertida—. Siempre supe que me quedaría contigo —ambos rieron.

—Yo no lo creo tanto —hablo Freddie, haciendo que lo miráramos desconcertados—. Tal vez allá alguien más —ella se sonrojo y yo oculte mi sonrisa fumando.

—¿Tan rápido me engañas? —preguntó Brian y todos soltamos una carcajada.

***

Miraba a ______________, estaba atendió a dos adolescentes que buscaban un disco. Era divertido ver que uno de ellos intentaba coquetearle, lo divertido era que era tan solo un mocoso de 16 años.

These Are The Days Our Live - Roger Taylor & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora