t r e i n t a y s i e t e

1.5K 114 88
                                    

Estaba sentada en el sillón, era de noche y no podía dormir, era el tercer día desde que Tom y yo “hablamos”, cofensandole que ya no quería tener más hijo. Ni yo sabía porque había dicho eso, pero tener a Felix y Rory en mi vida, me bastaba, pero también sabía que él quería sus hijos, sus propios hijos, no mis hijos, porque ellos ya tenían un padre, Roger.

El reloj dió la 1 y decidi levantarme del sofá e ir a mi habitación. Apague la luz, cuando la puerta se abrió, quedándome de pie a mitad de las escaleras.

—Tom —salió de mis labios.

Él me miró unos segundos y después camino hasta mí y me abrazo, sorprendiendome y haciendo que me sintiera mal al mismo tiempo.

—Lo siento —murmuró y se separó de mí—. Yo no puedo obligarte a tener más hijos is no quieres —mordí mis mejillas. ¿Por qué tenía que comportarse así de lindo?

—La que lo siente soy yo, Tom —baje mi mirada—. Sé que quieres tus propios hijos y fue muy egoista de mi parte...

—No importa —me interrumpió y con su almo alzo mi mentón para que lo mirará—. Lo que me importa es estar bien contigo, tal vez nuestros propios hijos vendrán después —sonrió y me dio un pequeño beso en los labios—. Vamos a dormir.

Tomo mi mamá y fuimos rumbo a nuestra habitación, sintiéndome aun más culpable que nunca.

****

—¿Qué tal fue la vista de tus suegros? —preguntó divertido Brian.

Había venido a visitarme. Ya no se me hacía raro verlo en mi casa y ademas descansaba los pocos días que tenía de la gira que hacía con los chicos.

—Exelente —respondí sarcástica mientras veíamos jugar a mis hijos.

—No tengo duda —lo escuche animado.

—¿Y Chrissie y los niños? —pregunte e hizo un mueca.

—Excelente —respondió ya no tan animado.

—Brian, si tienes algún problema puedes con haber, lo sabes, ¿no? Somos amigos —él asintió con la cabeza y bebio de su cerveza.

—Tío Brian —llego Rory—. Ten —le entregó un pequeña flor, haciéndonos sonreír.

—Es muy linda, pequeña —sonrió y la tomo—. Gracias.

Mi hija rió y regreso con Felix, sonreí, ya tenia casi dos años y su hermano casi seis, no podía creer lo enormes que se ponían, y los dos muy astutos a decir verdad. A veces me recordaban tanto a Roger, que lo solía confundir algunas mañana con Tom.

Cómo olvidar a alguien que has amado por tanto tiempo y sobre todo con dos hijos.

—Entonces —hablo Brian, trayendome a la realidad y lo mire—, ¿pasaras navidad con la familia de Tom?

—Eso parece —suspiré—, pero sin duda, año nuevo con ustedes —eso lo hizo sonreír.

—No espera menos —lo miré, sus ojos hazel brillaban—. Sera como regresar a los viejos tiempos —alzo los hombros y sonreí.

—¿Recuerdas nuestra primera navidad juntos? —me miró divertido—. Recuerdo a Roger diciendo que no volvería a tomar y bueno, año nuevo fue peor —reímos.

—No podría olvidar ese primera navidad contigo y Roger —suspiró—, me integraron  muy rápido a su familia.

—Es porque eres agradable, amable, lindo. Nunca entendí como fue que Roger y tú terminaron siendo amigos, son muy opuestos —él solto una carcajada—. Pero fue lindo cuando te incluyó.

These Are The Days Our Live - Roger Taylor & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora