These Are The Days Our Live - Roger Taylor & Tú

v e i n t i c i n c o

Las peleas con Roger se había relajado un poco en este año y medio. Yo trataba de mantener todo con calma cada vez que iba haber una nueva discusión, lo hacía más que nada por Felix, que tenía dos años y sin duda se parecía a su padre.

Había salido con mi pequeño a caminar, no quería discutir con Roger y sus excusas de que llegaba tarde a casa por el trabajo, aunque bueno, sabía que era eso, pero parte de mí decía que había algo más en todo aquello o alguien: Dominique Beyrand. Productora musical que últimamente estaba con los chicos.

Lleve a Felix a la tienda de música y me quede ahí un rato, junto con Josh y Miranda, los jovenes que Jenny contrato para que trabajaran ahí.

Estaba jugando con Felix detras del mostrador, cuando la campanita de la puerta sonó y vi entrar a Tom, que me regalo un sonrisa tímida.

-Hey, hola -me saludo, haciendo que Felix girara a verlo-. Hola pequeñín.

-Hola -lo saludo con una pequeña sonrisa. A Felix le agradaba Tom, lo cuál era muy gracioso dado que a su padre no.

-¿Tienen hambre? -nos preguntó-. Los invitó a comer -lo pensé unos segundos-. Lily, también irá -me dijo divertido y sonreí.

-Claro, no desayune nada -tome a Felix en mis brazos-. Y este jovencito solo comió cereal -le hice un poco de cosquillas en su pancita y rió.

Los tres salimos de la tienda, Lily ya nos esperaba a fuera con una gran sonrisa.

Los cuatro fuimos a un pequeño local y pedimos de comer. Mi hijo estaba hablando con Lily, lo tenía sentado en sus piernas y una parte de mí pensó que tal vez esa era la vida que pude tener con Tom. Casados y con un hijo o hijos. Lo mire, él también miraba a su hermano y a Felix con cierta nostalgia.

Comimos entre risas y eso era tan tranquilo, com Roger era quejarnos de algo o simplemente comer yo sola con Felix ya que él estaba en el trabajo.

-¿Y cómo va tomo en casa? -preguntó Tom, cuando salimos del local y Lily llevo a comprar un helado a Felix.

-Bien, genial -metí y él se dio cuenta-. Bueno... -hice una mueca-. No puedo decir que bien, pero tan poco que mal -alce los hombros mientras miraba a mi hijo dentro de la heladería pidiendo su helado junto a Lily-. ¿Y tú que tal? ¿Ya piensas salir con alguna chica? -pregunté divertada y él sonrió negando con la cabeza.

-Veras, la mujer que quiero aún, está casada -soltó una risita y lo mire sorprendida-. Oh, no, pero no me metería con ella. Tiene un gran hijo y ella es feliz con él, en lo que cabe, ¿no crees? -aquello me puso algo nerviosa. ¿En serio estaba hablando de mí?

-Mira, mami -dijo mi hijo mientras salían por fin.

-Oh, que rico -sonrió y lo tome en mis brazos-. Creo que sera mejor irnos, papá llegara a casa en cualquier momento -Felix asintió mientras comía de su cono de helado-. Gracias por la tarde -les dije.

-Cuando quieras -sonrió Lily mientras comía de su helado-. Adios, pequeño.

-¿Nos vemos después? -preguntó Tom y asentí con la cabeza.

Sin más, mi pequeño rubio y yo nos fuimos a nuestra casa. Estaba muy pensativa acerca de lo de Tom.
¿Aún me quería después de tantos años? O ¿Sólo son imaginaciones mías?

Cuando llegamos, deje a Felix en el suelo, que fue corriendo a la sala mientras yo dejaba mi abrigo colgado.

-Papá -lo oí gritar y me sorprendí, era muy temprano para que él estuviera aquí.

-Hey -no se escuchaba animado, así que me acerque a ellos-. Hola -me saludo mientras soltaba a nuestro hijo, que iba a jugar.

-¿Que ocurre? -pregunté mientras me sentaba a su lado.