These Are The Days Our Live - Roger Taylor & Tú

v e i n t i s i e t e

Estaba en la casa de Mary, con Felix que jugaba con David. Estaba nerviosa y la rubia lo notaba. Nosotras estabamos en la cocina e hice una mueca al oler lo que cocina. No porque fuera pesima cocinando, simplemente el olor no me agrado nada.

—¿Qué ocurre? —pregunto al notar mi mueca.

—Me dieron algunas nauseas eso es todo —no la miré—. Supongo porque quiero hablar con Freddie.

Le había llamado diciéndole que lo tenía que ver en su casa en la noche y él dijo que cancelaría todo. Creo que fue más que nada al  oir mi voz preocupada.

Mary iba a preguntar algo, pero me levante de golpe cuando otra vez las ganas de vomitar me invadieron. Sentía en parte la bilis en mi garganta.

Llegue rápido al baño que había en el pasillo y empecé a vomitar un poco más. Respire, necesitaba calmarme, esto no me estaba haciendo nada bien.

—¿Todo bien? —preguntó tocando la puerta.

—Sí —abrí la puerta—. Estoy nerviosa, es solo eso —ella me examinó unos segundos.

—¿Exactamente de que quieres hablar con Freddie?

—De Roger —conteste en un murmuró. Sin más, le conté lo que ví al dejar el vestuario y ver como Dominique salía del camerino arreglando su blusa. Las lágrimas salían de Miss ojos y ella me abrazo.

—Lo siento, _______________ —me decía con cariño.

David se fue antes de que llegara Freddie y nuestra sorpresa fue que de lugar de llegar a su casa, llegara al de Mary. Tenía su rostro enojado y al verme me abrazo fuerte. Yo ni entendía que pasaba mucho menos Mary.

Aprovechamos que Felix dormía en el sofá, acobijado y fuimos a la cocina a hablar. Él se veía nervioso y enojado.

—¿Qué ocurre, Fred? —pregunto Mary y por fin se detuvo.

—¿Tiene que ver con Roger? —me aventuré a preguntar y me miro triste—. ¿Tú tambien los vistes?

—Lo siento, cariño —contestó y me abrazo cuando sentí lágrimas en mis mejillas—. Roger es un estúpido por hacerte esto.

Sentí que las lágrimas no se iban a detener o eso creí yo hasta que todo se volvió negro a mi alrededor.

***

Desperte en una habitación que no era la mía. Felix estaba a mi lado durmiendo y escuche que hablaban muy fuerte en el piso de abajo. Había amanecido y no sabía que ocurrio después de oír a Freddie, confirmandome...

Sentí una vez más lagrimas en mis ojos y salieron al mismo tiempo cuando Roger entro a la habitación, despertando a Felix y asustando, haciendo que llorara.

—Ya te dije que no es buena idea que la veas ahora —hablo Freddie serio.

Roger me miraba, pero se su boca no salía nada. Yo evite su mirada y abraze a Felix, que ya me estaba abrazando pir el susto.

—Todo está bien, mi amor —le susurre—. Freddie —me miró y yo a él—. Puede llevarte a Felix.

Él dudo y así lo hizo, dejandome con mi esposo, que seguía de pie, mirándome.
Tenía los ojos rojos e hinchados y no dudo que los míos estuvieran así.

—Yo... —empezó hablar—. Lo siento —murmuró—. Soy un idiota. Yo no quería que pasará, de verdad, que no, yo solo te amo a ti —se iba acercar a la cama, pero negué con la cabeza.