v e i n t i s é i s

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Llegue al estudio como a las ocho de la noche, a eso hora me había dicho Freddie que me quería ver. Hace tiempo que no teniamos un rato para nosotros dos.

Había dejado a Felix con mi hermana, que está feliz de tenerlo una noche, al igual que Stella, que ya tenía casi once años y no podía creer que creciera tan rápido, esperaba que Felix no lo hiciera.

Salude algunos personales que trabaja ahí y fuí al elevador. Mientras esperaba a que se abriera, alguien se había puesto a mi lado, revisando algunos papeles. Cuando se abrió ambas entramos e ibamos a tocar el mismo botón.

—Hola —me saludo Dominique, con cierta sonrisa falda, yo apreté el botón, sonreí rápido y mire al frente—. ¿Vienes a ver a la banda? —volvió a ver los papeles.

—Sí —conteste cortante. Cuando se abrieron las puertas, nos encontramos a John, Brian y Roger.

—Hola —me saludo cariñoso como siempre John y me abrazó—. Es raro ya verte aquí.

—Lo sé —sonreí verdadero y luego abraze a Brian.

—¿Veniste por nosotros? —preguntó divertido Brian, olvidando por completo a Dominique, que seguía así.

—Es claro que vino por mí —se acerco Roger y tomándome de la cintura me beso, haciendo que Dominique hiciera un ruidito con la boca.

—Eh, no —me separe lentamente de él, aún estaba algo enojada con él y lo noto, porque me tomo de la mano—. Freddie dijo que viniera a verlo —evite la mirada de mi esposo.

—Entonces no veremos después —habló John.

—Tengo que hablar con ustedes —dijo Dominique, y todos recordamos que seguía así.

—________________ —habló con cierta súplica mi esposo y lo miré.

—Nos vemos en casa, Roger.

Lo solté y me despedí de John y Brian, que notaron que había algo raro entre el rubio y yo. Taylor quería decir algo, pero Dominique lo jalo dentro del elevador junto con May y Deacon.

Suspire cansada y camine rumbo al estudio de grabación. Vi a Freddie sentado en la tarina donde estaban los instrumentos y una toalla en su cuello, se vía cansado. Toque la puerta y él alzo la cabeza, al mirarme sonrió y yo a él, mientras entraba a la habitación.

—Pensé que no vendrías —me dijo cuando me senté a su lado.

—Bueno, necesitaba ver a mi mejor amigo —sonreí una vez más.

—¿A caso tienes problemas en el paraíso? —preguntó divertido y reí fuerte, contagiandolo.

—Freddie —llego Paul y al verme no hizo una buena cara—, venía a preguntarte si ya nos ibamos —me ignoró y no fue como si me importará.

—Vete tú —se levantó y tomo mi mano, haciendo que yo también me levantara—. _______________ y yo tendremos una noche para nosotros —sin más empezamos a caminar y lo dejamos ahí.

—¿Qué se supone que haremos está noche? —pregunté mientras tocaba el botón llamando al elevador.

—Saldremos a divertirnos —sonrió aún más—. Solos tú y yo. Como antes.

Mercury me llevo a uno de tantos clubes que él conocía. Estaba bien ambientado y había mucha gente. Fuimos a la barra por algo de tomar y nos sentamos en los bancos mientras traían la bebidas.

Vi a mi amigo mirando quien seria su próxima presa de la noche. Note que lo miraba un castaño y Fred a él.

Cuando nos dieron nuestra bebidas, lleve la mía a mis labios y bebí la mitad de mi copa.

These Are The Days Our Live - Roger Taylor & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora