v e i n t i c u a t r o

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Era el cumpleaños de Felix, su primer año y está feliz. Habíamos hecho un pequeña fiesta, donde solo vinieron los chicos, mi hermana con su esposa e hija y mi padre, que cargaba a su nieto feliz.

Constantemente miraba la puerta, esperando a que Freddie se apareciera. Después de la fiesta no nos habíamos hablado para nada y eso que había sido hace una semana.

—No creo que venga —dijo Roger poniéndose a mí lado, creo que notó que miraba impaciente la entrada.

—Me hubiera gustado que sí —suspire triste—. Es el padrino de Felix y nutrso amigo —mire el suelo, evitando no soltar alguna lágrima.

—Hey —tomo mi rostro con ambas manos y lo mire—, no te pongas así. Él sabe que es bienvenido a nuestra casa, pase lo que pasé —asentí con la cabeza—. Ven, vayamos con los demás.

Tomo mi mano y regresamos con los chicos. Mary me sonrió, sabía que estaba así por Freddie.

Felix se veía feliz por sus regalos, mi niño era feliz con cualquier cosa, por muy minima que fuera. Al momento de partir el pastel, John se quería vengar y lanzar a mi pequeño al pastel, pero no lo deje.

—Vengate con Roger, no con mi niño —le dije divertida mientras le embarraba pastel a Felix y rió.

Una vez que todos se fueron y Roger y yo recogieramos un poco, estabamos en la sala los tres. Yo tenia a nuestro hijo en mis brazo, que se estaba durmiendo, mientras estaba recargada en el pecho de Roger y el jugaba con mi cabello.

—Fue un buen día —habló y lo mire con una pequeña sonrisa—. Aun no puedo creer que Felix cumplí un año —vi un brillo en sus ojos.

—No me sorprendería en unos años más, verlo coquetear con chicas —frunci un poco el ceño y Roger rió y me dio beso corto.

—Lo siento, cariño. Genes Taylor estaran presentes —rode los ojos divertida y mire a mi pequeño, que ya se había dormido y acaricié su cabello.

—Si quieres yo le llevó a su habitación mientras tú me esperas en la nuestra —me miró sexy y reí.

—No se oye mal su propuesta, señor Taylor —él rió y me dió un beso lento y profundo—. Te veo en la habitación —murmure y me miró divertido.

Roger tome a nuestro hijo y empezó a subir las escaleras. Segundos después fui atrás de ellos, pero el timbre me detuvo, eran las diez de la noche. Él y yo nos miramos, entonces mi pequeño rubio se movió y desperto cuando el timbre volvió a sonar.

Baje las escaleras y fuí a abrir, encontrándome con Fred, que al verme me sonrió tímidamente. En sus manos tenía un regalo envuelto.

Él parecía que no salía alguna palabra de su boca, pero no fue necesario, yo lo abraze él, mientras me correspondía y me susurraba: siento ser un idiota, cariño.

—Siento haberme perdido el cumpleaños de mi ahijado —dijo cuando me soltó y Roger se acercaba, con Felix despierto—. No sabía si me querias ver o no —me miró triste.

—Freddie Mercury, yo siempre voy a querer verte, por más tonta que sea nuestra pelea. Eres mi familia —él sonrió de lado.

—¿Quieres pasar? —pregunto Roger, acercándose con Felix, que se volvía acurrucar en el pecho y brazos de su padre.

—Oh, no, yo saldre —contesto haciendo una mueca y mire sobre su hombro. Prenter lo esperaba en el auto y suspire pesadamente—. Pero esto, es para el pequeño Felix —extendió el regalo y lo tome.

—Gracias y ten una buena noche —él me sonrió.

—Tú tambien, querida —me giño el ojo y negué divertida.

These Are The Days Our Live - Roger Taylor & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora