These Are The Days Our Live - Roger Taylor & Tú

t r e i n t a y c i n c o

Me miraba al espejo por última vez. La puerta se abriría en cualquier momento y mi padre junto con mi hermana entraría para irnos a la iglesia.

Suspire y me sente en mi cama.
Mis manos sudaban, otra vez lo haría, casarme, pero está vez con Tom.

Tenía un lindo peinado y maquillaje que Jenny me hizo. Mire mis manos una vez más, las lleve a mi rostro y sin más me acoste en la cama, sin importarme mucho el peinado.

Estuve así por diez minutos, hasta que escuche la puerta abrirse.

—Ya sé, Jenny —dije sin levantarme de la cama y quitarme la mano del rostro—, juro que no le pasará nada al peinado —escuche que cerraron la puerta y le pusieron seguro—. Roger —dije sorprendida y me volvi a sentar rápido—. ¿Qué demonios haces?

Me puso de pie, mientras el se quitaba sus lentes oscuros. Senti perder en sus ojos azules por mucho tiempo, que tuve que evitar su mirada o correría hacía él. Desde hace un mes que no hablamos y nos veíamos, depués del último beso.

—Quería verte antes de que te casarás —habló y volví a mirarlo.

—¿A caso quieres raptarme? —él sonrió de lado divertido.

—Es lo que más me encantaría —confesó y sentí mis mejillas calientes—, pero sé que no sería buena idea —suspiró—. Quería saber, ¿cómo estabas?

—¿Solo eso? —murmure.

—En realidad no —me miró triste—. Quería decirte algo y no es necesario que tú hables, con tal de que me escuches está bien —lo miré para que continuará y se acercó más a mí—. Eres la mujer más hermosa que jamás conocí. Eres mi mejor amiga, madre de mis hijos, eres la mujer perfecta que cualquier hombre podría tener. Tengo tanto que decirte que no sé como expresarme —respiró hondo—. No importa con quien estes o lo que ocurra en nuestras vidas. Si tú te casas o yo me caso, solo quiero que tengas en claro que te amo —sentí un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos—. Estoy tan enamorado de ti que nadie me podra quitar ese sentimiento.

—Roger...

—No, cariño —se acercó a mi, tomo mi rostros con sus manos y pego su frente con la mía—. Me encanta la idea de que vuelvas a ser feliz con alguien. Estoy muy feliz por ti —me dio un beso en la frente y no pude evitar abrazarlo—. Eres la novia más hermosa que he visto.

***

Tom me besa mientras todos aplaudían felices, estabamos por fin casados. Cuando nos separamos le sonreía y él a mí, jamás lo había visto tan radiante.

Tomo mi mano y ambos empezamos a caminar hacia la salida de la iglesia, ahora como marido y mujer.

La fiesta sería en mi casa que me dio la abuela, la gran casa, la extrañaba, cuando murio fui de las pocas que le debo herencia, cosas que molesto mucho a la mayoría de la familia.

—Te ves hermosa hoy —me dijo Tom cuando bailábamos nuestro primer baile como esposo.

—Y tú muy elegante —sonreí.

Al terminar de bailar, nos volvieron a aplaudir, aunque yo lo buscaba con la mirada, pero sabía que no estaba, no lo soportaría y en parte me alegraba, no quería que sufriera.

—Hey —saludo Brian, quien en sus brazos tenía a mi pequeña Rory, era su padrino—. Te ves linda —sonrió.

—Gracias —sonreí y me dio a Rory—. ¿Y Chrissie?