Handsome Brother •• Brallon

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Sólo una cosa que decir: d-r-a-m-a

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Se lavó la cara una vez más y luego frotó sus manos contra ella. Necesitaba refrescarse, tomar un respiro de la reciente tensión que había comenzado a sentir. Se miró al espejo, odiando lo que veía; más bien, odiaba lo que aquel del reflejo había hecho. Se metió por el camino equivocado y ahora no tenía manera de salir de eso sin lastimar a alguien. Lo peor de todo era que la víctima más propensa a dañar era el inocente Brendon, el chico que lo único que hizo fue enamorarse por primera vez. Pero, ¿por qué de él?, ¿por qué de un bobo como él?

Su corazón estaba acelerado desde que Brendon lo besó con pasión en su habitación, acariciando con sus lindas manos su pecho y susurrando al final un tímido «Te quiero». Después de eso, Dallon no fue el mismo. Se adelantó a levantarse de la cama, bajar junto al pelinegro —y con «junto» se refería a unos pasos más adelante de él para evitar mirarle a los ojos— por las escaleras y por último reunirse con el señor Urie en la sala. La situación empeoró cuando apareció Grace para pedirle ayuda a su hijo con la comida, pues la mujer quizá notó el nerviosismo de Weekes y le miró con los ojos entrecerrados, desde ese momento hasta hacía unos minutos en la cena; era por eso que el castaño tuvo que retirarse un momento para recomponerse en el baño. Y eso nos llevaría a la escena anterior.

Tras un largo suspiro, secó su rostro con una toalla y se preparó para salir. Se reunió pronto con los Urie en el comedor y regresó a su asiento, el cual estaba a un lado de Brendon.

— Y bien, Weekes, ¿qué estudias? — Preguntó Boyd al joven sin intención de sonar fastidioso. Sólo tenía curiosidad.

Dallon respondió ligeramente avergonzado.

— No estudio. Hace tiempo dejé la universidad.

Tanto Boyd como Grace se mostraron sorprendidos.

— ¿Por qué? — Preguntó la mujer.

— Nunca me gustó la escuela, sus reglas. Además, lo que a mí me gusta no se relacionaba con la carrera que estaba cursando.

— ¿Qué carrera era?

— Comunicación. Es lo que estudió mi padre, por eso me colocaron ahí, pero no me gustó.

— ¿Y cuáles son tus intereses, muchacho? — Curiosa y con los ojos centellando con ferocidad, Grace esperaba una respuesta.

— Uh... — Dallon miró a Brendon y vio cómo éste asentía suavemente, diciéndole con la mirada que respondiera con la verdad. También miró al Urie mayor y él alentó a lo mismo. Controlando su voz, Dallon respondió: — la música. Amo cantar, escribir canciones y tocar instrumentos.

Vio claramente cómo la castaña fruncía el ceño y dejaba caer la cuchara sobre su plato, haciendo que tintineara fuertemente a sus oídos. Se veía disgustada... otra vez.

— ¿Música? — Repitió ella. — ¿Qué tipo de música?

— David Bowie, Ima Robot, Queen. Tengo muchas influencias.

— ¿Qué? — La mujer miró a su esposo, callado y todavía comiendo pasta, y luego a Brendon, quien mantenía la mirada abajo, las mejillas pintándosele y la mano que tenía sobre la mesa estaba cerrada firmemente en un puño. Esos dos... y Weekes... — Qué curioso que jamás mencionaron que éste joven era de ese tipo de músicos.