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~ F I N A L ~


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«Bien, mi amor. Iniciaré de una vez mientras espero a que llegues», leyó el mensaje del ojimarrón. Con una molesta sensación de tristeza en el pecho, Dallon apagó el teléfono y lo dejó caer en la cama. Cruzado de brazos, soltó un largo suspiro con la esperanza de que al dejar salir el aire de sus pulmones, su corazón se sintiera menos agitado. De verdad no podía creer que ya tan rápido estaban en esa etapa, como si el tiempo hubiera avanzado en sólo un parpadeo.

Brendon comenzaba a empacar sus cosas, puesto que sus padres se habían encargado ya de los trámites de inscripción en su escuela y el asunto del nuevo dormitorio en un edificio de apartamentos en Boston finalmente quedó listo. El fin de semana se mudaría a otra ciudad en un estado al noreste del país. Su adorable niño pronto se alejaría de él y empezaría una vida universitaria rodeado de novatos como él y personas más grandes.

No debía y lo sabía, pero tenía miedo de que su pequeño no pudiera soportar el mundo exterior por sí solo. Bueno, no estaría completamente solo; por suerte, Mike también había conseguido un lugar dentro y acompañaría cuanto pudiera al pelinegro, incluso se lo prometió a Weekes. Sin embargo, era inevitable dudar que esos dos lo lograran, tan sólo eran jóvenes ingenuos y temerosos. ¿Y si alguien los lastimaba o engañaba?, ¿y si los sorprendían en la calle o los seguían camino a la escuela?

Negó rápidamente y apartó esos pensamientos de su cabeza luego de darse cuenta de que ahora sonaba como Grace. Quería mostrarse relajado, pretender que estaba bien con todo eso para no dejar preocupado a su pareja, y para eso tenía que pensar de forma positiva. Con esa idea en la cabeza, recuperó el aire perdido y se apresuró a cambiarse de ropa para salir rumbo a la casa de los Urie. El hijo de esa familia le había pedido su ayuda y unas cuantas cajas si tenía, por lo tanto, no había tiempo para hundirse en sus angustias.

Cuando se cambió la pijama y quedó presentable, removió las cosas en la parte inferior de su armario, pues estaba seguro que tenía cajas con cosas innecesarias que bien podía tirar. En ese momento encontró aquel aparato de gran tamaño que había adquirido la Navidad pasada. Sonriendo melancólicamente, sacó la caja que contenía el tocadiscos y los vinilos que los Urie le habían regalado. Tal vez, pensó pasando las yemas de sus dedos por la superficie del dispositivo en la que había un muy ligera capa de polvo, esto podía colocarlo en un lugar mejor.

Podría conseguir un estante extra, ideó mirando toda la habitación en busca de un lugar en el que dicho mueble vendría muy bien. Entonces sus ojos se enfocaron en el rincón que, de no ser por el soporte de su bajo anaranjado y el instrumento en sí, estaría libre. También podía pedirle a su padre que le ayudara a colocar un par de soportes en lo alto de la pared opuesta a la ventana para colocar sus bajos eléctricos así como Nicole tenía el suyo, y de ese modo ya no dejaría su nuevo bajo encima de su tocador o dentro del armario junto a sus abrigos de invierno.

Se levantó y cargó el tocadiscos hasta depositarlo sobre la cama, dejando así la caja vacía y lista para llevársela a Brendon. En realidad esa era la única que tenía, las otras dos que encontró hacía poco se las dio a su hermana menor; aunque ella apenas recibió sus resultados, sus padres le pidieron que fuera organizando sus cosas de una vez para no perder tiempo al terminar su inscripción. Todos estaban ocupados en estos días con lo mismo, incluyendo a los Naran.

Mudanzas. Siempre eran un fastidio, sobre todo cuando se realizaban debido a la universidad. Eso bien lo sabía él. En fin, caminó hasta su cajonera y de ahí obtuvo una camisa limpia. Era aquella que había conseguido en un festival de música hacía algunos años, cuando tenía la edad de su novio. El azabache no lo sabía —aunque no era difícil de adivinar—, pero Dallon tuvo un cuerpo mucho más desarrollado que él a los diecisiete, por eso la prenda que ahora doblaba era más grande que las que Brendon usaba. Aún así la guardó junto a su móvil en la caja, pues esa camiseta, pese a que ya no entraba en ella, la atesoraba demasiado porque en ese festival vio en vivo a una de sus bandas favoritas por primera vez.

Handsome Brother •• BrallonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora