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Escucharon el timbre de la entrada sonando.

— Debe ser Brendon. — Dijo Mike a todos.

— No se levanten, yo abro. — Se ofreció el amable Dallon. Se puso de pie y caminó a la puerta, abriéndola al instante y encontrándose con dos conocidos rostros. Mostró una sonrisa ante ellos. — Hey, señor Urie, trajo a Brendon hasta acá. Qué tierno detalle.

— Oh, Weekes. — Aparentemente, Boyd estaba contento de que fuese el castaño quien los recibiera. — Me alegra verte. Quiero pedirte a ti en especial que me ayudes a cuidar a Brendon. ¿Te molestaría también ser quien lo lleve a casa?, de preferencia en auto.

— ¿A las nueve y media o a las diez?

Después se soltar una áspera risa, el mayor respondió.

— A las diez, por favor.

— Maravilloso. Yo lo cuidaré muy bien, se lo prometo.

— Procura que no coma mucho y ni se te ocurra darle cerveza.

— ¿Cómo sabe que bebo cerveza?

— Es de esperarse. Bueno, ya me voy. Brenny, — Habló con su hijo antes de marcharse. — ante cualquier problema, me llamas. Sabes el número, ¿no?

— Sí.

— Perfecto. Diviértete.

— Adiós, padre.

— Adiós, señor Urie. Salude a su esposa por mí. — Por último, Dallon cerró la puerta al ver que el auto en el que subió Boyd se alejaba. Miró hacia Brendon con una sonrisa y le pellizcó suavemente una mejilla. — Eres tan adorable, Brenny.

— ¿Te estás burlando?

— No, no. Digo la verdad. Es muy adorable que tu padre te trate así. Y lo mejor de todo es que me dejó a cargo de ti. — Se inclinó sólo un poco, lo necesario para enfatizar su comentario y no llamar la atención de los que estaban aún en la sala. — Sería conveniente que le dijeras a todos que tu padre me dio esa tarea para que no piensen mal al verme junto a ti. Después de todo, sé que viniste por mí y no por el juego.

— Vaya que me equivoqué al llamarte "idiota". — Al igual que el más alto, Urie le pellizcó una mejilla segundos antes de alejarse y acercarse más a la sala para saludar al resto. Sonriendo y negando, Dallon lo siguió.

En los siguientes minutos no ocurrió más que saludos y una pequeña conversación entre todos los presentes en la sala —mencionando el dato importante de lo que Boyd le había pedido a Dallon— antes de que Leann se metiera a la cocina para iniciar con la comida y los bocadillos que acompañarían al goce del juego. Nicole y su padre se ofrecieron a ayudarla, por lo que Mike, Brendon y Dallon quedaron en el sofá viendo la repetición del juego pasado de los Hawks.

— ¿Quién es tu jugador favorito, Dallon? — Preguntó Naran al más alto.

— Probablemente Vince Carter. Ya sabes, veintiún temporadas. Admiro a ese hombre.

— ¿Y el tuyo, Bren?

— Uh... — Se sintió el pelinegro de pronto atascado. No quería quedar mal ante su amigo, mucho menos ante el resto, pero no tenía caso mentir inventando un nombre porque eso se vería mucho más estúpido. Jamás pensó que no saber acerca de deportes lo iba a presionar tanto.

— Habías dicho que era Dedmon, ¿no?, — Dallon le preguntó, amablemente salvándolo de aquel insignificante problema. — que te gustaba el hecho de que fuese nuevo en el equipo e hiciera un buen trabajo.

— Ajá. — Dijo sin más.

Oyeron a Mike exclamando.

— También es mi favorito.

Handsome Brother •• BrallonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora