Sus ojos entreabiertos observaron detenidamente los hombros desnudos del menor que subían y bajaban tranquilamente al ritmo de su serena respiración. Contemplar en silencio a Brendon dormido, hecho un ovillo con nada más que una manta cubriéndolo, era tan relajante para Dallon. Su mano, que había estado descansando cómodamente sobre la cintura del ojimarrón, se alzó un poco y con su dedo índice trazó todo el largo del brazo ajeno. El roce le robó una leve sonrisa a Urie y esto enorgulleció al más alto.
Se acercó con cuidado y su rostro descendió lo suficiente para conectar sus labios con los otros, creando un beso perezoso y casi incompleto. El castaño no sabía qué hora era, pero sabía que aún era de tarde. Aunque el sol ya había bajado un poco, su luz apenas podía atravesar la cortina por los lados. Tampoco se oía ruido afuera de la habitación. Tal vez aún se encontraban solos, eso sería lo más conveniente porque así tendrían algo de tiempo para borrar las evidencias de su previo acto, vestirse y arreglarse un poco. Eso, más el evidente hecho de que Brendon seguía dormido y parecía no tener intenciones de despertar pronto.
Dallon tenía un dilema. Quería levantarse y limpiar lo que debía, incluyendo el abdomen del joven durmiente que resposaba en su cama, mas no deseaba interrumpir sus sueños ni moverlo de ahí, ya que se veía tan calmado que seguramente el mayor se sentiría mal de romper ese momento de paz. ¿Qué debía hacer?, se preguntó repetidas veces mientras su mano acariciaba la mejilla de su adorable novio. Más pronto de lo que pensó, tomó una decisión.
— Mi niño. — Comenzó a despertarlo, picándole el hombro con un dedo. — Abre tus ojitos, quiero verlos. Quiero verte despierto. — Canturreó un poquito, a lo que Brendon reaccionó removiéndose y girándose hasta darle la espalda al mayor. — Qué maleducado, dejándome hablando solo.
— Y si estás... uh. — Balbuceó el pelinegro entre sueños, haciendo reír a Weekes.
Éste se apegó lo más que pudo al contrario y lo rodeó de la cintura por debajo de la sábana. Sus labios quedaron a la altura de la nuca de su chico, así que sin prohibirse nada besó ahí mientras sus labios figuraban una impecable sonrisa.
— Me pregunto qué estás soñando, pequeño.
— Uhm.
— Ah, interesante. — El viaje de sus besos continuó en los hombros ajenos, provocándole un cosquilleo al más joven. — Cuéntame más, Brenny.
— Dall...
— Aquí estoy.
— Dall. — Repitió riendo, extrañando más a su opuesto quien de todos modos seguía besándolo.
— ¿Qué, bebé?
Tardó unos segundos, pero la respuesta que recibió valió la pena.
— Te amo... — Dicho de esta forma, medio dormido y atontado, se sintió aún más especial que en las otras veces. Dallon sonrió ampliamente y cerró los ojos, sintiendo sus mejillas sonrojándose un poco.
— También te amo.
Cuando el ojiazul comenzó a dejarse envolver por el tranquilo ambiente y se convenció de dormir un rato más junto a su amado, dicho personaje fue abriendo los ojos de par en par y se estiró arqueando la espalda. Se detuvo en seco y su rostro adoptó un intenso color rojo cuando sintió al más alto demasiado cerca de él. La cercanía no le importaba, lo que lo tensó de cuerpo completo fue el recordar que ambos seguían desnudos en la cama y por ello reconoció la zona ajena con la que su cuerpo hacía contacto. Avergonzado, se dio la vuelta y encaró a su pareja, encontrándolo con una sonrisa burlona.
— Amor. — Exclamó con un tono de sorpresa y cariño. Uno de sus brazos rodeó el torso del castaño y sus labios también se curvearon. — ¿Te desperté?
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Handsome Brother •• Brallon
FanficBrendon tenía una nueva amiga, Nicole. Y ella tenía un hermano mayor adoptivo muy guapo. "Sólo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes" ~Isabel Allende